El
presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció un conjunto
de 12 medidas para reformar y dinamizar el mercado de la vivienda en España.
A grandes rasgos, buscan combatir la especulación, ampliar el parque
público de vivienda asequible y regular determinados aspectos del
alquiler. A continuación, se detallan cada una de ellas y su contexto.
Transferencia
de viviendas y suelo a la Empresa Pública de Vivienda
Se transfieren
más de 3.300 viviendas y millones de metros cuadrados de suelo a
un nuevo ente público.
Objetivo:
Incrementar el parque social de alquiler.
Incorporación
de viviendas de la SAREB
Hasta 30.000
pisos de la SAREB pasarán al control público, con un primer
lote inmediato de 13.000.
Objetivo:
Aumentar la oferta en zonas tensionadas.
Prioridad de
compra a la Empresa Pública de Vivienda
Mecanismo legal
para que este organismo tenga preferencia en la adquisición de inmuebles
o suelos.
Objetivo:
Fomentar la titularidad pública.
Titularidad
pública indefinida de las viviendas construidas
Se pretende
blindar estos inmuebles para evitar su venta a fondos especulativos.
Objetivo:
Mantener una reserva pública a largo plazo.
Reforma de
la Ley del Suelo
Cambios para
simplificar procesos urbanísticos y frenar la especulación.
Objetivo:
Impulsar la construcción de viviendas asequibles.
Proyecto Estratégico
para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE)
de Vivienda
Se fomentarán
la innovación y la industrialización en la construcción.
Objetivo:
Abreviar plazos y abaratar costes de edificación.
Lucha contra
el fraude en alquileres de temporada
Control de
alquileres de corta estancia que evaden normativas y encarecen el mercado.
Objetivo:
Equilibrar la oferta y proteger el alquiler residencial.
Inspección
reforzada a viviendas turísticas ilegales
Creación
de un fondo dedicado a detectar y multar pisos turísticos no regulados.
Objetivo:
Disuadir la informalidad y estabilizar el precio del alquiler.
Reforma fiscal
de los pisos turísticos
Equiparación
de estos alojamientos a actividades comerciales, con tributación
específica.
Objetivo:
Competencia equilibrada con el alquiler residencial.
Limitación
de la compra de vivienda por extranjeros no residentes
Restricciones
para frenar la inversión especulativa foránea y proteger
el acceso local.
Objetivo:
Bajar la presión de la demanda ajena al mercado interno.
Exenciones
fiscales para alquileres asequibles
Deducción
de hasta el 100% en el IRPF para propietarios que ajusten sus rentas a
índices de referencia.
Objetivo:
Estimular el alquiler con precios moderados.
Creación
de un sistema de garantías públicas
Mecanismo que
dote de seguridad a propietarios e inquilinos en el arrendamiento.
Objetivo:
Favorecer la confianza y reducir el riesgo de impagos.
Obstáculos
para la puesta en marcha
Pese a la ambición
de estas propuestas, su aplicación enfrenta numerosos desafíos:
Falta de consensos
parlamentarios
El actual Gobierno
de coalición no dispone de una mayoría sólida.
Los apoyos
parlamentarios necesarios para aprobar reformas de calado en vivienda están
en entredicho.
Sus propios
socios discrepan en aspectos clave (limitaciones de precio más estrictas,
por ejemplo).
Inseguridad
jurídica y evasiones legales
Medidas como
la restricción a extranjeros o el tope de rentas pueden sortearse
a través de “trampas” (cargos extras por servicios, fórmulas
de multipropiedad, etc.).
La regulación
se enfrenta a la picaresca habitual (el “hecha la ley, hecha la trampa”).
Tramitación
parlamentaria compleja
Varias de estas
iniciativas implican modificar leyes orgánicas o normativas clave.
Se requieren
varias lecturas, enmiendas y acuerdos en el Congreso y Senado, un proceso
lento y repleto de vetos cruzados.
Escepticismo
inversor
Los fondos
de inversión han respondido a los topes de alquiler vendiendo pisos
uno a uno en el mercado minorista.
Muchos aseguran
que la regulación hace inviables sus proyectos de alquiler, reduciendo
la oferta y generando un efecto contraproducente.
Posibles usos
de resquicios legales
La compra de
inmuebles por extranjeros podría canalizarse a través de
sociedades pantalla o residentes fiscales.
La “externalización”
de propiedades en fondos no regulados en España supondría
otro escollo.
La tensión
política: un bloqueo que impide la gran reforma
La controversia
en materia de vivienda hace aflorar las divisiones internas en el bloque
de gobierno y la imposibilidad de pactar con la oposición:
Divisiones
con socios
Formaciones
como Sumar o Podemos exigen un control aún más riguroso de
los precios o una expropiación temporal de pisos vacíos,
chocando con la línea del PSOE.
El PSOE debe
equilibrar peticiones radicales con la necesidad de no espantar la inversión.
Tentativa de
pactar con el PP
Ante la fractura
en la coalición, la única vía para aprobar medidas
de calado sería un gran pacto PSOE-PP.
Pero las políticas
del PP son más liberales y se oponen al tope de alquiler, abogando
por incentivos fiscales y colaboración público-privada.
Promesas a
socios vs. realidad parlamentaria
El PSOE ya
comprometió ciertas medidas con sus aliados, contrarias a la postura
del PP.
Un giro hacia
una gran coalición en vivienda provocaría un choque con ERC,
Bildu o Unidas Podemos, quienes verían traición en tal acercamiento.
Falta de Estado
de Alarma en la vivienda
El Ejecutivo
reconoce que la subida de los precios no cede, pero no hay un “consenso
de emergencia” que permita agilizar proyectos de ley.
Cada partido
persigue rédito electoral más que una solución duradera.
Conclusiones
Las 12 medidas
anunciadas por el presidente Sánchez representan un intento ambicioso
de atajar la crisis de la vivienda en España. Sin embargo, la realidad
política actual —marcada por la necesidad de amplias mayorías,
las tensiones con socios de gobierno y la evidente falta de voluntad de
pactar con la oposición— dificulta enormemente su aprobación
y aplicación.
Mientras tanto,
en la práctica, los grandes inversores rehúyen del mercado
de alquiler en las comunidades con topes de renta, vendiendo sus activos
de manera individual para maximizar beneficios, lo que reduce la oferta
de arrendamiento y encarece aún más los precios. Las trampas
legales y la inseguridad jurídica completan un panorama en el que
los objetivos sociales y políticos de rebajar el coste de la vivienda
chocan con la complejidad del mercado inmobiliario y la picaresca habitual.
Así,
cuando se habla de la vivienda como un problema estructural que requiere
soluciones de Estado, el escenario evidencia que solo un gran pacto transversal
—con consensos entre PSOE, PP y otros grupos— podría dar estabilidad
a un proyecto que genere confianza en propietarios, inversores e inquilinos.
No obstante, el laberinto político parece alejar cada vez más
esa posibilidad, mientras la necesidad de vivienda asequible y segura sigue
creciendo sin una respuesta efectiva a corto plazo.
Autor: Juan
Marcos, analista de política y mercados inmobiliarios.
¡Únete
a nuestras Redes Sociales!
¿Crees
que es posible un pacto de Estado en materia de vivienda? Comparte tu opinión
y experiencias sobre alquiler, políticas de suelos y medidas anticrisis.
¡La construcción de soluciones requiere de todas las voces!
|