Un
Desafío de Ingeniería
La construcción
de este colosal elemento de hormigón comenzó en julio del
año pasado en la fábrica de túneles más grande
del mundo, ubicada en Rødbyhavn en la isla danesa de Lolland. La
estructura, compuesta de nueve segmentos cada uno de 24 metros de longitud,
es una muestra de la complejidad y la escala del proyecto.
El proceso
de curado del hormigón tomará tres semanas, después
de las cuales se procederá a instalar mamparos de acero y tanques
de lastre. Estos son esenciales para garantizar la estabilidad del elemento
cuando sea remolcado al estrecho y posteriormente sumergido y colocado
en la zanja submarina de 18 kilómetros preparada para este fin.
Optimización
Continua del Proceso
Femern A/S,
el cliente del proyecto, ha destacado que la experiencia adquirida en la
fundición del primer elemento será "asimilada de manera sistemática
y exhaustiva" en la producción de los elementos restantes. Esto
asegura una mejora continua en los métodos de construcción
y eficiencia operativa a medida que avanza el proyecto.
El director
de Femern Link Contractors (FLC), Sébastien Bliaut, comentó
sobre la singularidad del proyecto: “Producir en serie elementos de hormigón
de este tamaño es un logro en sí mismo, pero también
es un desafío que debemos dominar en los próximos años.
Nuestro objetivo es transformar lo excepcional en práctica rutinaria”.
Impacto y Beneficios
del Proyecto
Una vez completado
en 2029, el túnel Fehmarnbelt facilitará un cruce de solo
siete minutos en tren y diez minutos en coche entre las islas de Lolland
y Fehmarn. Este proyecto no solo mejorará la conectividad entre
Dinamarca y Alemania, sino que también servirá como un enlace
vital en la red de transporte europea, fortaleciendo el comercio y el turismo
en la región.
La finalización
de la draga de la zanja de 18 kilómetros y la llegada de un pontón
multifuncional para comenzar a alinear la zanja con un "cojín" de
grava son pruebas de los avances continuos y la precisión en la
ejecución de este vasto proyecto.
Conclusión
El túnel
Fehmarnbelt es un ejemplo destacado de cómo los contratos EPC pueden
administrar proyectos de infraestructura de gran envergadura, asegurando
la calidad, la eficiencia y la innovación a lo largo de todo el
proceso de construcción. Con cada elemento de hormigón que
se completa y cada paso que se da hacia la finalización del túnel,
se escribe un nuevo capítulo en la historia de la ingeniería
civil y la colaboración transnacional.
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