El deporte, tradicionalmente visto como un sector ajeno al mundo inmobiliario, está cada vez más integrado en este, generando sinergias que van más allá de la mera inversión. Proyectos como el nuevo Santiago Bernabéu, que mezcla espacios deportivos con áreas de ocio y comerciales, o complejos que combinan lo deportivo con lo educativo y residencial, son ejemplos de cómo el 'real estate' deportivo contribuye a la transformación y dinamización de las ciudades, creando espacios verdes y promoviendo el bienestar social.

Este auge está siendo impulsado por diversos factores, como la demanda de espacios para actividades físicas y de ocio, el interés de grandes inversores, especialmente de fondos estadounidenses, asiáticos y árabes, y el atractivo de España como destino deportivo, reforzado por eventos de talla mundial como el Mundial de Fútbol de 2023. Además, la diversificación de servicios dentro de los complejos deportivos, que ahora pueden incluir hoteles, oficinas o centros comerciales, aumenta su valor y rentabilidad.

La entrada de consultoras como CBRE en el sector, a través de nuevas líneas de negocio dedicadas exclusivamente al 'real estate' deportivo, confirma el potencial de crecimiento y la importancia de estas inversiones. Estas no solo buscan el retorno económico sino también el impacto positivo en las comunidades, fomentando un desarrollo urbano sostenible y una mejor calidad de vida para los ciudadanos.

En conclusión, el 'real estate' deportivo en España se perfila como una de las áreas más prometedoras para la inversión inmobiliaria. Con proyectos innovadores y estrategias centradas en la sostenibilidad y el desarrollo comunitario, este sector está marcando el camino hacia un futuro donde el deporte y el real estate caminan de la mano, generando beneficios económicos, sociales y ambientales para las ciudades y sus habitantes.