Sin
embargo, el papel del Project Manager, siendo fundamental, no está
exento de desafíos, especialmente en lo que respecta a las relaciones
con arquitectos, constructores e incluso los propios clientes. La clave
para superar estos retos y asegurar el éxito del proyecto reside
en la elaboración de un contrato de Project Management robusto y
detallado.
El contrato
de Project Management, también conocido como contrato de gerencia
o dirección integrada de proyecto, es aquel mediante el cual el
dueño de la obra delega en el gerente del proyecto la representación
ante las empresas participantes en el proceso de licitación. Este
profesional no solo evalúa las distintas ofertas, sino que, una
vez seleccionada la empresa constructora, supervisa de manera continua
la ejecución de la obra. La remuneración de la empresa que
desempeña el rol de manager o gerente se basa en su habilidad para
garantizar que la obra se complete siguiendo los estándares de calidad
acordados y dentro del plazo establecido, asegurando así el cumplimiento
de la secuencia constructiva y de logística requerida.
En definitiva,
el Project Management se erige como una estrategia integral que facilita
la optimización de recursos, tiempos y costos, garantizando que
el proyecto inmobiliario no solo cumpla con las expectativas del promotor,
sino que también alcance los más altos estándares
de calidad y eficiencia. La implementación efectiva de esta metodología,
a través de un contrato sólido y bien definido, marca la
diferencia en el éxito de cualquier desarrollo inmobiliario, convirtiéndose
en una ventaja competitiva indiscutible en el sector de la construcción.
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