Una
lección crucial de Japón es la integración de la resiliencia
sísmica en la planificación urbana. Esto implica no solo
construir estructuras resistentes, sino también diseñar ciudades
con rutas de evacuación eficientes, áreas de refugio y sistemas
de alerta temprana.
La Directiva
de Eficiencia Energética de Edificios (EPBD) de la UE establece
un nuevo marco para la eficiencia energética y las emisiones de
edificios. Esta normativa incluye un límite en el consumo energético
y exige la eliminación de calderas alimentadas con combustibles
fósiles para 2040. Los 'pasaportes de renovación' serán
fundamentales para planificar las actualizaciones de los edificios, garantizando
que cumplan con los estándares modernos tanto de eficiencia energética
como de resistencia sísmica.
En este contexto,
las 'cláusulas verdes' en contratos inmobiliarios adquieren una
nueva importancia. Estas cláusulas aseguran que tanto propietarios
como inquilinos trabajen conjuntamente hacia edificios neutros en carbono,
que a su vez deben ser estructuralmente seguros y resilientes.
La llegada
de la Corporate Sustainability Reporting Directive (CSRD) en 2024 pondrá
un mayor énfasis en la sostenibilidad dentro del sector inmobiliario.
Los edificios con certificaciones sostenibles no solo tendrán ventajas
en términos de eficiencia y valor de mercado, sino que también
estarán mejor preparados para cumplir con las exigencias crecientes
de reportes de sostenibilidad.
En resumen,
la experiencia de Japón en la gestión de terremotos y la
evolución de las normativas europeas nos proporcionan lecciones
valiosas para el futuro de la construcción y el urbanismo. Es esencial
adoptar un enfoque holístico que combine la sostenibilidad con la
resiliencia sísmica, garantizando así la seguridad y el bienestar
de las comunidades en zonas de riesgo sísmico."
Recomendamos
la Guía Práctica de inmoley.com para una comprensión
más profunda y aplicada del riesgo sísmico en la edificación
y el urbanismo, ofreciendo un enfoque
DATOS
"Comenzando
aproximadamente a las 4:10 p.m. hora local del lunes 1 de enero de 2024,
la costa oeste de Japón sufrió 155 terremotos y réplicas,
siendo el mayor y el evento inicial de magnitud 7.5 en la escala de Richter.
La península de Noto fue la más afectada mientras la nación
sufría de un número récord de eventos en el transcurso
de un día. El número de víctimas mortales en el momento
de escribir esto se registró en 48, en un evento que ha causado
el colapso de muchos edificios, desencadenado tsunamis y destruido carreteras
vitales hacia la ciudad de Wajima, que se encuentra en la prefectura central
de Ishikawa.
Las autoridades
japonesas temen que todavía haya personas atrapadas bajo los escombros
causados por el terremoto. El gobierno del país declaró que
aproximadamente 57,360 personas tuvieron que ser evacuadas de la región
afectada por el terremoto. Informes adicionales indicaron que más
de 30,000 casas se quedaron sin electricidad y dos plantas de energía
nuclear resultaron dañadas.
|