Para
abordar esta problemática, el equipo utilizó estudios de
prospección que se habían realizado en el área durante
décadas. A esto se añadieron técnicas como geo-radar,
imágenes geo-sísmicas y la perforación de 35 km de
pozos de sondeo a lo largo de la ruta propuesta. Sin embargo, a pesar de
toda la información recopilada, la solución tentativa fue
perforar un túnel exploratorio de 5 metros de diámetro entre
los dos túneles principales, pero a 12 metros por debajo de ellos,
para identificar con precisión las zonas problemáticas.
El túnel
exploratorio también tiene múltiples utilidades: facilita
la eliminación de desechos mediante cintas transportadoras y permite
la entrega de elementos de túnel prefabricados durante la construcción
de los túneles principales. Además, una vez operativo, se
puede utilizar para drenaje y mantenimiento.
En el lado
técnico, para las secciones donde las máquinas de perforación
de túneles no pudieron ser utilizadas, se adoptaron técnicas
de excavación flexibles. Entre estos métodos se encuentran
el Método de Túneles de Austria y el método Adeco,
que refuerzan de manera sistemática la cara del túnel antes
de perforarlo.
Recomendamos
a nuestros lectores interesados en conocer más sobre los contratos
EPC y sus aplicaciones en la construcción de túneles, que
visiten la guía práctica de inmoley.com.
El Túnel
Base Brenner, una vez finalizado, no solo marcará un hito en la
ingeniería y la construcción, sino que también promete
mejorar las conexiones ferroviarias y reducir las emisiones de carbono
al transferir una proporción significativa del tráfico Trans-Alpino
de la carretera al ferrocarril. Es, sin duda, una mirada al futuro de la
infraestructura sostenible y eficiente en Europa.
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