En
Meldorf, la superficie del agua está protegida por múltiples
capas de material aislante y protector. El objetivo de estas capas es mantener
el calor almacenado y evitar pérdidas. Yunus Önal, jefe de
proyecto, señala la importancia de estas capas, explicando que "tenemos
la temperatura más alta en la parte superior del depósito,
que disminuye hacia abajo. Por lo tanto, necesitamos aislar la parte superior
para evitar pérdidas de calor".
Lo interesante
de este proyecto es que se ha convertido en un punto de referencia y aprendizaje
para expertos de otros países. Equipos de investigadores y representantes
de compañías energéticas visitan regularmente la construcción
para comprender y aprender de sus innovaciones.
Los depósitos
de almacenamiento térmico no son nuevos en sí mismos; Dinamarca
ya cuenta con ejemplos exitosos de estos sistemas en lugares como Gram,
Marstal y Dronninglund. Sin embargo, lo que hace especial al proyecto de
Meldorf es su adaptación y la incorporación del calor residual
como fuente de energía.
Una vez completado,
el depósito de Meldorf proporcionará calefacción y
agua caliente para 400 hogares. Además, edificios públicos,
escuelas y museos serán los primeros en conectarse a esta red. Una
de las ventajas más significativas para los residentes de Meldorf
es que los costos de calefacción se mantendrán constantes
durante años. Wim van Helden, un experto en la materia, señala:
"El calor residual no es un producto que se comercializa en los mercados
energéticos como el gas".
El proyecto
está previsto para entrar en funcionamiento el próximo año,
marcando otro avance significativo en la transición energética.
Para quienes
busquen más información sobre sistemas de climatización,
calefacción, ventilación y aire acondicionado, recomendamos
consultar la guía práctica de inmoley.com. Esta plataforma
ofrece recursos y consejos valiosos para entender y aplicar las mejores
prácticas en estas áreas.
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