La
respuesta ha surgido de Suiza, donde se ha desarrollado una innovadora
alternativa que reduce la necesidad de hormigón en hasta un 70%.
Los investigadores del National Centre for Climate Services NCCS de Zúrich,
junto con ETH, presentan "FoamWork". Este proyecto consiste en la creación
de moldes impresos en 3D para edificios. Esencialmente, FoamWork utiliza
una lámina de cemento prefabricada y ligera que se crea a partir
de residuos producidos en centrales de carbón. Estos desechos se
transforman en una especie de espuma mineral que resulta en un material
reciclable con altas prestaciones, poroso e insulante.
El funcionamiento
de FoamWork es sencillo pero eficaz: se coloca en un molde de madera los
elementos a imprimir en 3D, cuya disposición está planificada
por un software específico. Utilizando moldes, se llena el espacio
vacío con el material, asegurando cero desperdicios. Además,
los elementos resultantes y los moldes son completamente reciclables, marcando
un avance significativo hacia una economía circular en la industria
de la construcción.
El potencial
de FoamWork es inmenso. Si se aplica a gran escala, podría reducir
significativamente el impacto medioambiental de la construcción,
sector que actualmente contribuye con aproximadamente el 7% de las emisiones
globales de CO2. Es evidente que iniciativas como estas son esenciales
para un futuro más verde y sostenible en la construcción.
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