EL
DESAFÍO DEL COSTE
La situación
financiera en ambos países presenta similitudes. IG BAU señala
que, además de la falta de viviendas adecuadas, se espera un aumento
en la pobreza entre las personas mayores debido a los costes de vivienda.
El riesgo es doble: la caída de los niveles de pensiones y el incremento
de los gastos de vivienda.
En España,
muchas personas mayores ya destinan una parte significativa de sus pensiones
al pago del alquiler o a mantener viviendas que requieren renovaciones.
Los alquileres elevados dificultan la vida diaria de los jubilados, quienes,
en muchos casos, no cuentan con ahorros suficientes para afrontar gastos
inesperados.
SOLUCIONES
PROPUESTAS
Mientras que
en Alemania, IG BAU pide la creación de viviendas más económicas
y adaptadas a las personas mayores, en España, las propuestas pasan
por regulaciones que frenen la especulación inmobiliaria y promuevan
el alquiler asequible. Ambos países reconocen la necesidad de apoyar
financieramente la adaptación y renovación de viviendas existentes.
Es interesante
destacar que, mientras Alemania ha establecido un fondo de subvención
de 75 millones de euros para adaptar viviendas, este importe ha sido insuficiente.
En España, las iniciativas varían según las regiones,
pero en general, se promueve la rehabilitación de viviendas y la
construcción de nuevas viviendas sociales.
En resumen,
ambos países, con sus particularidades, enfrentan el desafío
de garantizar una vivienda digna y adecuada a una población que
envejece. Si bien las soluciones propuestas varían, el objetivo
es el mismo: garantizar el bienestar y la calidad de vida de las personas
mayores en el lugar que han elegido para vivir.
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