El
cambio desde los planes tradicionales en papel y hojas de cálculo
hacia modelos virtuales sofisticados y registros intensivos de datos trae
beneficios en términos de precisión y predictibilidad, pero
también aumenta el número de fuentes y formatos de datos.
Esto plantea cuestiones sobre la propiedad, gobernanza, monitoreo y toma
de decisiones en torno a los datos.
A medida que
aumenta la adopción de la inteligencia artificial (IA), surgen nuevas
preguntas sobre la gobernanza y la responsabilidad. Por ejemplo, en caso
de que ocurra un error en la toma de decisiones de la IA, ¿quién
sería responsable? ¿El ingeniero geotécnico que proporcionó
los datos, el programador de IA que estableció las reglas de decisión,
o el contratista de túneles que aplicó la tecnología?
El aumento
de la tecnología y de la IA está impulsando la necesidad
de establecer regulaciones, estándares globales y modelos de gobernanza
para proteger a las empresas y las personas. Las organizaciones necesitarán
demostrar que cumplen con los marcos de riesgo aplicables, las regulaciones
y la ley, incluyendo la capacidad de auditar los procesos de IA, la ética
digital, la gobernanza de los datos y la gestión de acuerdo con
las buenas prácticas de la industria.
La litigación
no desaparecerá del panorama de la construcción en el corto
plazo. Por ello, es esencial prepararse para los conflictos, incluso con
esfuerzos para evitarlos. Comprender cómo la tecnología registra
la información y cómo puede ser auditada es vital. Las empresas
deben seguir invirtiendo en capacidades de gestión de datos en lugar
de esperar hasta que sea demasiado tarde.
En conclusión,
el sector de la construcción se encuentra en una encrucijada. Por
un lado, está adoptando tecnologías transformadoras que han
sido esperadas durante mucho tiempo. Por otro lado, necesita aplicar un
escrutinio lógico y desapasionado a estas nuevas herramientas. Te
invitamos a profundizar en el tema consultando la guía práctica
de inmoley.com sobre la inteligencia artificial en la construcción.
|