Factores
que provocan el curtailment incluyen días con condiciones meteorológicas
favorables para la producción energética y una demanda escasa,
a menudo debido a períodos vacacionales o días del fin de
semana. El operador del mercado energético australiano AEMO estima
que las interrupciones de la producción aumentarán hasta
alcanzar el 20% de la producción de las energías renovables
en 2050, equivalentes a unos 50 billones de Wh, aproximadamente lo que
las renovables producen en Australia en la actualidad.
Para evitar
el curtailment, es esencial poder almacenar la energía para su uso
cuando sea más conveniente. Esto se logra mediante sistemas de baterías
(BESS), los cuales deben comenzar a incorporarse en todos los nuevos proyectos
de energías renovables y en las instalaciones existentes. Sin embargo,
esta transición requiere medidas que incentiven la inversión
y fomenten las subvenciones y ayudas.
El caso español
ilustra la creciente amenaza del curtailment, con un aumento de las interrupciones
de la producción debido a problemas en las redes. Según un
informe de Aurora Research, la energía perdida se multiplicó
por diez, pasando de 67 GWh a 715 GWh en 2022, lo que supuso un gasto adicional
para los consumidores de más de 1.100 millones de euros.
Además,
se enfrentan a otros desafíos como el lento avance de la electrificación
de la economía, lo que plantea dudas sobre la capacidad de absorber
la producción adicional de renovables sin suficientes interconexiones
ni avances en almacenamiento. A esto se suma el aumento de los tipos de
interés, que dificulta aún más el acceso a la financiación
para los pequeños promotores y puede resultar en una menor rentabilidad
de las inversiones.
En el panorama
actual, con la creciente presencia de las energías renovables en
el mix energético español —que se estima pueda llegar a representar
el 55% de la generación eléctrica en el año en curso—
se han registrado periodos con precios de energía casi cero, e incluso
cercanos a negativos. Esta situación, unida al incremento del número
de 'curtailments', agrega una presión adicional sobre la industria
de las energías renovables.
En respuesta
a estos desafíos, el Ministerio de Transición Ecológica
está avanzando con la concesión de permisos para la construcción
de 60.000 MW de energía renovable y se está preparando un
Real Decreto que puede prorrogar los plazos para conseguir las licencias
definitivas.
A pesar de
estas circunstancias, la inversión en energías renovables
sigue siendo crucial para la transición a una economía baja
en carbono. Por tanto, es importante continuar promoviendo la financiación
de energías renovables y, a la vez, establecer medidas para mitigar
los desafíos asociados al curtailment.
Una guía
práctica muy útil para navegar por el panorama de financiación
de las energías renovables es la proporcionada por inmoley.com.
Esta guía proporciona una visión detallada de las diferentes
opciones de financiación disponibles y ofrece asesoramiento experto
para ayudar a los inversores a tomar decisiones informadas.
En resumen,
aunque el curtailment presenta una amenaza real para la industria de las
energías renovables, hay estrategias disponibles para minimizar
su impacto. La inversión continua, la incorporación de sistemas
de almacenamiento de energía, la modificación de la normativa
y el uso de herramientas de financiación como las proporcionadas
por inmoley.com, son todos elementos cruciales para asegurar un futuro
sostenible y resistente para las energías renovables.
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