El mayor ejemplo
del riesgo urbanístico por el aumento del nivel del mar lo tenemos
en las islas artificiales, un prodigio de la arquitectura y el urbanismo.
Las nuevas
islas artificiales más ambiciosas del mundo están tomando
forma frente a la costa de China, en particular, los centros turísticos
que se acumulan alrededor del "Hawaii de China", la provincia insular de
Hainan. Aunque son un reto arquitectónico y urbanístico,
no se deben pasar por alto los riesgos.
Por ejemplo
en Maldivas, donde Hulhumalé, calificada como la "Ciudad de la Juventud"
y la "Ciudad de la Esperanza", se ha construido a 2 m sobre el nivel del
mar en un arrecife de coral, para proporcionar un refugio seguro para aproximadamente
la mitad de la población del país. Otra nueva isla, Thilafushi,
nos muestra otro uso clave: aquí es donde se vierte la basura de
las Maldivas y sus industrias antiestéticas y contaminantes se ocultan
a la vista.
Las islas barrera
han demostrado ser herramientas esenciales para proteger a las comunidades
costeras. Estas islas defensivas demostraron su valía durante el
huracán Ida y van a ser cada vez más necesarias para salvar
nuestras costas. Pero todas las islas artificiales requieren mantenimiento
y tienen una vida útil limitada. En los Países Bajos, estos
desafíos ya han aparecido en Amsterdam.
Ámsterdam,
la vibrante capital de los Países Bajos, es conocida por su arquitectura
y su red incomparable de esclusas, represas y estaciones de bombeo que
la protegen de las aguas. Pero los expertos advierten que gran parte de
esta red tendrá una vida útil de menos de tres décadas
debido al aumento del nivel del mar.
El cambio climático
está provocando un aumento en la tasa de subida de los mares, con
la posibilidad real de oleadas rápidas e impredecibles a medida
que el hielo polar alcanza un punto de inflexión. Esto pone en riesgo
la integridad de la red de protección de la ciudad y, por ende,
la seguridad de sus habitantes.
Las islas artificiales
han sido consideradas como una solución para la vivienda a largo
plazo, pero los expertos advierten que también conllevan grandes
riesgos y que es importante tener en cuenta los impactos a largo plazo
en la salud y el bienestar de las personas que viven en ellas.
El aumento
del nivel del mar es una amenaza global que requiere una respuesta coordinada
y eficaz por parte de los gobiernos y la comunidad internacional. La ciudad
de Ámsterdam y su red de protección son solo un ejemplo de
lo que está en juego a medida que los mares continúan subiendo.
Es importante tomar medidas para proteger las ciudades costeras y las vidas
de las personas que las habitan antes de que sea demasiado tarde.
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