El proyecto
de ley pretende "ahorrar tiempo" -se esperan hasta 56 meses, o 5 años
ahorrados- mediante la simplificación de los procedimientos administrativos
para la construcción de estas nuevas instalaciones cerca de los
sitios nucleares existentes. Esto por un período limitado a 15 años
en el texto inicial, aumentado a 20 años por los senadores en comisión.
Para la ministra de Transición Energética, Agnès Pannier-Runacher,
escuchada en el Senado el 11 de enero, “el texto permite así reducir
el riesgo legal debido a la actualización de estos documentos”.
En concreto,
los solares quedarán exentos de autorización urbanística
porque el control de conformidad será asegurado por el Estado. Se
flexibilizará el derecho de expropiación. Y los trabajos
en edificios que no están destinados a recibir sustancias radiactivas
pueden emprenderse antes de que se cierre la investigación pública.
Los próximos dos EPR deberían estar ubicados en Penly (Seine-Maritime),
seguidos de otros dos en Gravelines (Norte), según los planes de
EDF. “El objetivo del primer hormigonado, que es muy ambicioso, es a finales
del quinquenio, por tanto 2027 […] más bien a finales de 2027”,
precisó Agnès Pannier-Runacher. En cuanto a la puesta en
marcha, habrá que esperar a "2035-37".
Los senadores
también quieren romper los "bloqueos" preexistentes eliminando,
en particular, el objetivo de reducir la participación de la energía
nuclear en la producción de electricidad al 50 % para 2035 e imponiendo
la revisión del decreto que prevé el cierre de 12 reactores,
además de Fessenheim. Francia, que obtiene alrededor del 70% de
su electricidad de la energía nuclear, decidió en 2015 diversificar
su suministro cerrando 14 de sus 58 reactores, antes de un cambio anunciado
por el presidente.
Por ello, los
senadores aprobaron una serie de enmiendas sobre "dos grandes ejes: simplificar
y asegurar". En particular, se trata de integrar los riesgos vinculados
al cambio climático en la demostración de la seguridad de
los reactores y la ciberresiliencia en su protección frente a actos
dolosos. Gobierno y mayoría senatorial aún encontrarán
en su camino a los senadores ambientales, para quienes "esta nueva nuclear
va contra la corriente de la historia", según su líder Daniel
Salmon. Los ecologistas defenderán una moción de rechazo
rotundo al texto que, según ellos, sitúa a los parlamentarios
ante el "hecho consumado", mientras no termina el debate público
sobre la construcción de nuevos reactores nucleares. "
Según
las proyecciones del operador de red eléctrica RTE, este proyecto
tiene un coste global menor de 10.000 millones de euros anuales para el
escenario con renovación del parque nuclear: 60.000 millones anuales,
frente a 70.000 millones para un escenario sin renovación. Pero,
¿quién asumirá el coste, entre el Estado, el consumidor
y EDF cuya deuda es colosal? “Hay varios métodos de financiación
sobre la mesa”, responde el Ministerio de Transición Energética.
Según
EDF, el coste de construcción de los seis nuevos EPR2 se estima
en 51.700 millones de euros (excluidos los costes de financiación),
más 4.600 millones en caso de dificultad de ejecución. Por
lo tanto, la renacionalización completa de EDF debería permitir
atraer la confianza de los inversores. Además, las inversiones en
energía nuclear son inicialmente faraónicas ya que lleva
años producir el primer KWh. La única EPR en construcción
en Francia, en Flamanville (Manche), lleva ya 12 años de retraso
desde su puesta en marcha y una factura multiplicada por cuatro.
Además
de los medios financieros, también está la cuestión
de los recursos humanos: "Más allá del coste, uno puede preguntarse
si un programa industrial de este tipo es factible", comenta a la AFP el
analista Mycle Schneider, coordinador del informe WNISR, que señala.
por ejemplo la falta de armas en el sector. Pero para el gobierno como
EDF, la retroalimentación de los sitios de EPR en todo el mundo
y el modelo de producción en masa ahorrarán dinero.
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