La cartera
contempla más de 50 proyectos de, en su mayoría, energía
solar fotovoltaica (FV) y eólica terrestre, con una capacidad total
de generación de electricidad de 2,6 gigavatios (GW), un volumen
equivalente al consumo anual de unos 1,4 millones de hogares. Estos proyectos
tendrán un rendimiento estimado de 5,3 Teravatios-hora al año.
La operación
está alineada con los objetivos de la UE en materia de energías
renovables, al tiempo que apoya a España y a Portugal en el cumplimiento
de sus compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto
invernadero. Además, se espera que la mayor parte de la inversión
se inyecte en regiones prioritarias del BEI (un 91 % de la cartera de proyectos),
apoyando así la recuperación económica de estas regiones,
especialmente afectadas por la pandemia de la COVID-19.
En cuanto a
la línea de financiación, el banco Santander ha actuado como
agente de crédito y de seguridad. NatWest ha actuado como agente
de documentación y KfW IPEX-Bank como agente de documentación
de cobertura. BNP Paribas, ING, Intesa SanPaolo y Banco Sabadell también
han apoyado la operación. La significativa sobresuscripción
de la operación confirma el gran interés de los prestamistas
en la financiación.
Para el BEI,
esta financiación para la construcción de proyectos a corto
plazo supone una novedad, ya que en el pasado el banco de desarrollo había
actuado principalmente como prestamista a largo plazo en el ámbito
de las infraestructuras. Este proyecto ha sido posible gracias a una garantía
presupuestaria de la UE en el marco del programa InvestEU, que permite
al BEI aumentar su capacidad de asunción de riesgos y, en este caso
concreto, asumir el riesgo comercial de la energía en el marco de
una estructura de financiación sin recurso. Esto se debe a que la
operación no contempla ningún mecanismo de cobertura de precios
como los PPA.
El programa
InvestEU es fruto del éxito del Plan de Inversiones para Europa
y tiene como objetivo facilitar las inversiones en la UE. La operación
histórica anunciada hoy no solo aumenta la capacidad de generación
de energía renovable en la Península Ibérica de forma
significativa, sino que también contribuye a los objetivos del Pacto
Verde Europeo.
Esta línea
de 1.000 millones de euros consiste en un crédito de 400 millones
provenientes del BEI -apoyado por una garantía presupuestaria de
la UE en el marco de InvestEU- y 600 millones de un consorcio de bancos
comerciales. Para el volumen total del proyecto, que supera los 2.000 millones
de euros, el importe restante, más de 1.000 millones, procede de
fondos gestionados por Aquila Capital y del capital de la compañía.
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