Truss dijo
que para ayudar a la “generación de renta”, una próxima revisión
del sistema permitiría que los pagos de la renta se utilicen como
parte de la evaluación de la asequibilidad de una hipoteca.
Los objetivos
actuales del Gobierno apuntan a entregar 300.000 viviendas nuevas al año,
y los ayuntamientos recibirán bonificaciones en efectivo por más
que construyan.
El gobierno
se ha comprometido a construir 300.000 viviendas nuevas para mediados de
la década de 2020, pero Truss quiere "eliminar la burocracia que
está frenando la construcción de viviendas" descartando el
objetivo.
En Londres,
el Ayuntamiento ha fijado un objetivo de aproximadamente 52.000 viviendas
nuevas al año durante los próximos 10 años.
En cambio,
los ayuntamientos podrán elegir cuántas casas nuevas necesitan
construir sus comunidades. Pero una administración de Truss “trabajaría
con las comunidades locales para identificar sitios maduros para la reurbanización
y reducir las restricciones de planificación, acelerando el desarrollo
comercial y residencial”.
Liz Truss se
comprometió a abolir los objetivos de vivienda de arriba hacia abajo,
que según sus partidarios han dado como resultado que los bloques
de pisos "dominen" el horizonte de la capital, y otorgar a los consejos
locales más poder para construir "viviendas familiares".
Los constructores
de viviendas advierten que deshacerse de los objetivos de vivienda de arriba
hacia abajo podría resultar en la construcción de menos viviendas
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