ESPAÑA
SE ENDEUDÓ FUERTEMENTE CON EMISIONES DE BONOS DE BAJO COSTO (DOPADOS
POR EL BANCO CENTRAL EUROPEO (BCE) TRAS LA PANDEMIA PARA FINANCIAR GASTOS
CORRIENTES EXCESIVOS QUE HABRÁ QUE RECORTAR POR IMPERATIVO
EUROPEO.
Durante la
última década, el BCE ha mantenido las compras masivas de
bonos a gobiernos como Italia o España y estos países, en
lugar de emprender reformas e inversiones para mejorar el crecimiento,
se endeudaron fuertemente con emisiones de bonos de bajo costo para financiar
sus excesivos gastos corrientes.
Y más
recientemente, con el aumento de los tipos de interés por parte
del BCE para tratar de reducir las presiones inflacionarias y el aumento
de los rendimientos de los bonos en países como Italia o España,
Europa se ha centrado en prevenir otra crisis de deuda soberana a través
de políticas que incluyen la introducción del Instrumento
de Protección de Transmisión (TPI) para mitigar la propagación
de rendimientos de los bonos estatales, en particular los de los bonos
italianos en relación con los bonos alemanes.
Con estas políticas
monetarias y fiscales, Europa se ha encontrado con una inversión
insuficiente en infraestructura energética y energías renovables
cuando la guerra de Ucrania ha puesto fin al suministro de gas barato y
en grandes cantidades.
Así
que llegaron las prisas europeas por aumentar las reservas de energía
antes del invierno, con lo que los precios de importación del petróleo
crudo y el gas natural han ha sido llevado a niveles extremadamente altos,
el precio de este último es actualmente alrededor de diez veces
el de hace un año.
Y con los precios
de importación aumentando el euro se ha depreciado sustancialmente
y ha aumentado significativamente las presiones inflacionarias. Y si a
esto sumamos los cuellos de botella en el suministro que obstaculizan la
producción, la zona del euro podría experimentar una profunda
recesión.
Y es aquí
donde hay que examinar la balanza de pagos europea.
Los datos de
la zona del euro indican que debido a los aumentos de los precios del combustible
y de otras materias primas, los países de la zona del euro están
incurriendo en déficit comerciales crecientes con países
fuera de la zona del euro. Como reflejo de los precios altísimos,
en particular de las importaciones de energía de Rusia y Noruega,
el déficit comercial de la zona del euro con el resto del mundo
se ha disparado durante el último año, ascendiendo el déficit
para el período enero-junio de 2022 a 140.000 millones de euros
en comparación con un superávit de 101.000 millones de euros
en los mismos meses de 2021.
Las balanzas
comerciales de los miembros de la zona del euro con países fuera
de la UE se deterioraron drásticamente en los primeros seis meses
de 2022. Por ejemplo, el déficit comercial de Grecia con países
fuera de la UE casi se triplicó a más de 12 mil millones
de euros en los primeros seis meses de 2022, ya que sus importaciones de
países no pertenecientes a la UE aumentaron en un 84 por ciento.
España
registró entre los meses de enero y junio del año 2022 un
déficit comercial que alcanzó los 33.500 millones de euros,
lo que supone el segundo mayor en términos absolutos en los países
de la Unión Europea (UE) solo por detrás de Francia, cuyo
déficit fue de 89.000 millones de euros.
Y a esto hay
que sumar que España, antes de la crisis del Covid, ya registró
un déficit de cuenta corriente muy grandes en la balanza de pagos
muy por encima del tamaño de su déficit gubernamental. Sin
embargo, dado que una parte considerable de estos déficits son con
otros países del euro, los desequilibrios por cuenta corriente podrían
cubrirse en gran medida mediante financiación en el marco de los
acuerdos Target2 del Eurosistema utilizados para liquidar los pagos de
las transacciones en euros. Además, las enormes entradas de capital
externo a corto plazo en los bancos nacionales permitieron que los déficits
externos estuvieran más que financiados.
Pero esto se
ha terminado. Los crecientes déficits por cuenta corriente son el
resultado de los enormes déficits comerciales de varios países
de la zona del euro con países no pertenecientes a la UE, lo que
significa que podría haber límites en el uso del sistema
Target2 para la financiación de los déficits por cuenta corriente.
No queda más remedio que hacer reformas para los pagos transfronterizos
en ciertas monedas distintas del euro, como para la financiación
de las importaciones de energía de Rusia.
Además,
es poco probable que se repitan las grandes entradas de capital extranjero
para invertir en inmobiliario a precio de derribo, como ocurrió
en España con la crisis inmobiliaria.
Por lo tanto,
los responsables políticos de la zona del euro, además de
esforzarse por contener la inflación por el lado de la demanda y
prevenir una crisis de la deuda soberana, deberán estar muy atentos
a la hora de seguir la evolución de los saldos de las cuentas corrientes
exteriores de los países de la zona del euro y evaluar si los déficits
están siendo respaldados por una financiación suficiente
y el uso productivo de dichos fondos.
Es por todas
estas razones por las que un pacto de estado presupuestario en España
es imprescindible. Bastaría un anuncio entre los dos líderes
españoles a favor de un pacto de estado en los presupuestos, para
que la bolsa española subiese y la deuda española mejorase.
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