La socimi
Merlin Properties cuenta con un plan estratégico de deshacerse de
activo no esenciales, valora la venta de varias propiedades con el objetivo
de obtener algo más de 111 millones de euros. Un ejemplo de dicho
plan es la reciente venta del Parque Empresarial Trianon en Madrid por
60 millones de euros a la aseguradora portuguesa Fidelidade Sociedad Gestora.
La operación se enmarca dentro de la venta de activos no estratégicos.
El complejo de oficinas se ubica en el madrileño barrio de Hortaleza,
junto a la M-30 y la autovía M-11. El parque era propiedad de Metrovacesa
y en 2016 pasó a integrarse dentro de la cartera de Merlin.
En el primer
semestre del 2022, Merlin ha cerrado ventas por valor de 111,2 millones
de euros en cuatro edificios de oficinas, un local comercial y una participación
minoritaria en otro inmueble de oficinas. Fidelidade, por su parte, adquirió
antes del verano dos edificios de oficinas en Madrid y Barcelona por 70
millones de euros. La estrategia de Fidelidades pasa por invertir en activos
core y core+ en la Península Ibérica en el segmento de las
oficinas.
Previamente
Merlin vendió en junio de 2022 659 oficinas de BBVA al mismo banco.
La desinversión, que incluía también tres edificios
singulares, se completó el pasado 15 de junio con el traspaso de
la sociedad Tree Inversiones Inmobiliarias, dueña de esos activos
alquilados a BBVA, a la entidad financiera.
En los resultados
del segundo trimestre remitidos a la CNMV, la socimi comunicó que
la venta ha provocado una reducción sustancial de la deuda hasta
situarse en el 27,4%, “tras el repago de 2.068 millones de euros de deuda
bruta entre los que se encuentran 670 millones del préstamo hipotecario
de la cartera de BBVA, 850 millones de deuda sindicada y 548 millones de
la cancelación del bono de 2022”. Merlin Properties también
destaca que el 100% de la deuda es a tipo fijo y que el 98% de la misma
es sin garantía hipotecaria.
Dentro de su
política de rotación de activos no principales, Merlin realizó
desinversiones por importe de 111,2 millones de euros con una prima del
8,9% sobre la tasación. Entre esas desinversiones se incluyeron
cuatro edificios de oficinas que comprenden una superficie de 33.738 metros
cuadrados, un local comercial y una participación minoritaria en
un edificio de oficinas. Por otro lado, Merlin anunció también
que ha acordado la venta del 50% de su participación en la socimi
Silicius por 80,9 millones de euros.
Merlin también
está dispuesta a desinvertir en centros comerciales. Merlin cuenta
con un porfolio de 14 activos, con más de 520.000 metros cuadrados
de superficie bruta alquilable. Merlin suma más de 1.500 operadores
y sus centros reciben más de 100 millones de visitantes cada año.
A pesar de
cerrar la puerta a nuevas compras, la cotizada estudia posibles ventas.
«Tenemos tres centros comerciales que consideramos non-core porque
no cuadran con la cartera», confirma Luis Lázaro, managing
director de Retail & Logistics en la Socimi, en un encuentro realizado
durante el Congreso de la Asociación Española de Centros
Comerciales. De recibir una oferta que cumpla con las expectativas, Merlin
rotará estos activos.
La socimi Colonial
consiguió 600 millones en 2020 al desinvertir activos no estratégicos
como la cartera de retail que había adquirido de Axiare y
tres edificios ubicados en zonas secundarias. Esta venta aportó
una reducción de 400 millones de euros en la deuda neta. Luego siguió
con la venta de unos 130.000 metros cuadrados destinados a la logística
en París, Madrid y Cataluña. Con este movimiento ingresó
413 millones de euros. En los trimestres anteriores el beneficio de las
desinversiones fue de 204 millones de euros tras la salida de los libros
de otros 131.000 metros cuadrados, entre los que se encuentran varios edificios
de oficinas en zonas secundarias.
Colonial ha
llevado a cabo desinversiones por 1.800 millones de euros desde 2015. Y
es gracias a esto que también ha podido afrontar los costes de adquirir
nuevos activos por 2.900 millones durante ese mismo periodo.
Otro ejemplo
de plan de desinversión inmobiliaria es el del Corte Inglés.
Este mismo mes Merlin Properties compró a El Corte Inglés
un edificio en Madrid por 11 millones
Y luego está
la banca española que se blinda ante un potencial incremento de
la morosidad acelerando la desinversión de créditos inmobiliarios
problemáticos, conocidos como REOs (inmuebles adjudicados tras ejecución
hipotecaria) y préstamos morosos (NPLs o non-performing loans) con
una reactivación de las compraventas de carteras este año
por 14.000 millones de euros (valor nominal agregado).
Goldman fue
de los primeros liquidando todas sus carteras de crédito inmobiliario.
Sareb prepara también una venta histórica a fondos de créditos
de promociones inmobiliarias y suelos cuyo valor podría situarse,
según los expertos, entre los 1.500 y los 2.000 millones de euros.
De cerrarse, sería la mayor operación de los últimos
tres años, con la particularidad de ser una cartera secured (con
garantía) de promotoras inmobiliarias en un mercado dominado los
últimos años por hipotecas de particulares o préstamos
unsecured", matiza. Otras "carteras transaccionadas han sido Proyecto Yellowstone
(800 millones) y Macondo (700 millones) -ambas de Banco Santander- y cuyo
perfil corresponde a hipotecas de particulares.
Caixabank ha
puesto en marcha el Proyecto Galápagos para reducir en unos 700
millones el perímetro de activos del grupo. KutxaBank también
ha comenzado a preparar una nueva operación centrada en NPLs secured
(Proyecto Nuevo Lezama). Sabadell, por su parte, lanzó el pasado
mes de abril la venta de una cartera por valor de 1.000 millones de euros
compuesta a partes iguales por créditos al consumo y créditos
dudosos a empresas. Otras entidades como Unión de Créditos
Inmobiliarios, especialista en financiación de vivienda, también
han puesto en venta este año carteras de deuda inmobiliaria como
el Proyecto Elcano.
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