“La Comisión
Europea ya lo ha definido como proyecto prioritario y ya ha dicho aún
más: que si Francia sigue bloqueando este gasoducto para que no
cruce territorio francés, pondrá en marcha el proyecto de
interconexión directamente desde España a Italia con el fin
de reforzar la capacidad para suministrar gas a Europa central y oriental",
explicó.
En este sentido,
ha subrayado que Macron debe entender que "no se puede seguir bloqueando"
un proyecto que "sirve a toda Europa", antes de recordar que el presidente
francés estuvo presente en la cumbre celebrada en 2018 en Lisboa,
en que "se aceptó que se desarrollen las interconexiones eléctricas
y de gas".
De este modo,
reiteró que MidCat “es una inversión que sirve hoy y mañana
a toda Europa” y pidió a París que deje de rechazar la opción
de “ser parte de la solución”. "Espero que lo haga lo más
rápido posible y que no sea necesario un 'plan B'", ha sostenido
el primer ministro portugués.
Costa también
destacó que "la gran ventaja" de la infraestructura es que serviría
para mover gas natural licuado e hidrógeno verde y alabó
la "enorme capacidad de la Península Ibérica" a la hora de
producir hidrógeno verde. "No es una inversión a corto plazo.
Es una inversión hecha hoy para mañana en toda Europa", añadió.
Parado desde
2019, el proyecto MidCat tiene pendientes de construir 226 kilómetros
de tubería desde la localidad catalana de Hostalric hasta la localidad
francesa de Barbaira, con un tramo que pasaría por la localidad
de Figueras (Gerona) y Le Perthus, al otro lado de la frontera. España
revivió el proyecto después de que el canciller alemán,
Olaf Scholz, anunciara a principios de agosto su intención de impulsarlo.
Sin embargo,
Macron defendió la semana pasada que los oleoductos actuales (Irun
y Larrau-Calahorra) son suficientes para el futuro y que insistir en el
MidCat es una "solución equivocada". Tras ello, el portavoz de energía
del ejecutivo de la UE, Tim McPhie, recordó que el MidCat se convirtió
en candidato en 2019 para su lista de Proyectos de Interés Común
(PCI), que son aquellas infraestructuras consideradas esenciales para el
bloque y elegibles para fondos de la UE.
McPhie destacó
que "tanto Francia como España en ese momento se opusieron a su
inclusión" porque no era un proyecto "maduro", por lo que debería
archivarse a la espera de nuevas evaluaciones, y dijo que la Comisión
Europea no podía dar una "posición específica" en
este momento sobre el proyecto, ya que "los Estados miembros y los promotores
necesitan avanzar en el análisis de las posibilidades de viabilidad"
del proyecto.
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