Aunque el
mantenimiento de la infraestructura es principalmente competencia de los
Estados miembros, la UE tiene cierta influencia en este sentido.
Si bien la
finalización de la Red Transeuropea de Transporte (RTE-T) sigue
siendo muy relevante, también se trata de garantizar y mantener
la calidad de la infraestructura que ya se ha construido. Por tanto, el
Reglamento RTE-T (1315/2013/UE) tiene que apuntar a una RTE-T precursora
de infraestructuras de alta calidad para garantizar su seguridad, funcionalidad
y sostenibilidad. Además, la Directiva sobre la gestión de
la seguridad de la infraestructura vial (2008/96/EC) puede ser un impulsor
principal para aumentar la calidad de la infraestructura vial sobre la
base de evaluaciones de seguridad si se aplica adecuadamente.
Finalmente,
la inversión adecuada en infraestructura es esencial, especialmente
para lograr una recuperación sostenible de la crisis de COVID 19,
tanto a través de programas específicos dentro del marco
del presupuesto de la UE como a nivel nacional. Con el fin de fomentar
la inversión en el mantenimiento de infraestructuras a nivel nacional,
FIEC insta a la destinación obligatoria de los ingresos generados
por los peajes en relación con la Directiva Euroviñeta (1999/62/CE)
que se encuentra actualmente en revisión.
LA FIEC
La FIEC (Federación
Europea de la Industria de la Construcción) ha pedido una actualización
de la política de la Red Transeuropea de Transporte (TEN-T) que
haría que los estados nacionales individuales dentro de la UE rindan
cuentas sobre el mantenimiento de los puentes.
La FIEC, compuesta
por 32 organismos comerciales en 27 estados de la UE, ha pedido "obligaciones
concretas para que los estados miembros inviertan en el mantenimiento de
las partes existentes de la red".
El grupo afirma
que el envejecimiento de la infraestructura, y en particular los puentes,
amenaza con poner en peligro los objetivos medioambientales establecidos
en toda Europa.
“La falta general
de un nivel adecuado de inversión en el mantenimiento de la infraestructura
ha llevado al deterioro de la infraestructura de transporte, como lo demuestra
el colapso o el cierre frecuente de puentes”, dijo un portavoz del grupo.
“Es fundamental
garantizar la financiación del mantenimiento de la infraestructura
mediante la asignación de ingresos fiscales específicos,
la movilización de subvenciones, la implementación de planes
de tarificación vial o la exploración de asociaciones público-privadas
(APP), y la adaptación de la contratación de proyectos para
incluir actividades de mantenimiento”.
Añaden:
“El mantenimiento continuo de la infraestructura existente es necesario
para garantizar un nivel de calidad adecuado de la red RTE-T y puede contribuir
sustancialmente a una economía más circular al prolongar
la vida útil de la infraestructura, reduciendo así el consumo
de materias primas y la generación de residuos, así como
contribuir a la reducción de las emisiones de CO2.”
VISIÓN
GENERAL
Para respaldar
su economía, facilitar la movilidad de personas y mercancías
y garantizar la conectividad de todas las regiones, limitando al mismo
tiempo los impactos negativos sobre el clima y el medio ambiente, la UE
ha estado construyendo una red de transporte multimodal en todo su territorio:
la red transeuropea de transporte (RTE-T).
La política
RTE-T se basa en las directrices de la Unión de 2013 que definieron
los requisitos técnicos para la infraestructura de transporte planificada
y el diseño de la red. La construcción de la red también
cuenta con el apoyo de la financiación de la UE, incluido el programa
específico del Mecanismo ConnectingEurope.
Tras evaluar
el progreso en la implementación de la RTE-T, la Comisión
Europea presentó directrices revisadas de la RTE-T en diciembre
de 2021 para garantizar una conectividad sostenible a través de
una red de infraestructura fiable y de alta calidad, alineada con los objetivos
del Pacto Verde Europeo.
Como colegisladores,
el Parlamento Europeo y el Consejo deberán acordar la forma final
del reglamento propuesto. En el Parlamento, la Comisión de Transportes
y Turismo llevará el expediente.
EL PROBLEMA
La responsabilidad
de la planificación, la construcción y el mantenimiento de
la infraestructura de transporte recae en los Estados miembros, mientras
que la planificación espacial y la expedición de permisos
suelen estar a cargo de las autoridades regionales. Para alinear mejor
la planificación nacional y de la UE, la Comisión asignó
un coordinador europeo a cada uno de los nueve corredores y las dos prioridades
horizontales. Estos coordinadores facilitan el desarrollo del corredor,
sirven de enlace con las partes interesadas y actualizan periódicamente
los planes de trabajo del corredor.
Para abordar
el problema de los numerosos retrasos, vinculados, entre otras cosas, a
la complejidad de los procedimientos de concesión de permisos, la
Comisión propuso un conjunto de medidas de racionalización
que buscaban acelerar la finalización de la RTE-T, facilitar la
contratación pública en proyectos transfronterizos y la participación
de inversores privados, reducir los retrasos y aclarar las reglas para
las consultas públicas.
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