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NOTICIAS DE LA CONSTRUCCIÓN,
URBANISMO E INMOBILIARIO. |
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1ª Revista
Iberoamericana de construcción, urbanismo e inmobiliario.
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13 de junio de 2022
NOTICIA
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LA NECESIDAD URGENTÍSIMA
DE VIVIENDA DE ALQUILER SOCIAL. EL BUILD TO RENT Y LA COLABORACIÓN
PÚBLICO PRIVADA COMO ÚNICA SOLUCIÓN |
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prácticas |
¿Qué
debe saber un profesional en un caso práctico como el de la noticia? |
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Según
el estudio publicado por el Observatorio Metropolitano de la Vivienda de
Barcelona (OHB en sus siglas en catalán) y el Observatorio DESC,
titulado “State of Housing 2021”, una de las principales causas que explican
las crecientes dificultades de acceso y permanencia en la vivienda en Cataluña
está en la creciente separación entre los ingresos de la
población y los precios de las viviendas.
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De hecho,
durante el período 2000-2020, en Barcelona la renta familiar disponible
bruta (RFDB) aumentó un 43,5%, mientras que el precio medio de las
viviendas de alquiler lo hizo en un 136,3%, el de compra de segunda mano
en un 152,1% y el de compra de obra nueva en un 177,8%. Siguiendo la misma
dinámica, la renta familiar disponible bruta (RFDB) de los catalanes
experimentó un crecimiento del 33,6%, mientras que los precios medios
de las viviendas de alquiler, de compra de segunda mano y de compra de
obra nueva se han incrementado en un 101,7%, 103,7% y 159,3%, respectivamente.
Por otra parte, aunque tradicionalmente las políticas de vivienda
en España se han orientado a fomentar la compra en detrimento del
alquiler –convirtiendo la propiedad en la forma de tenencia mayoritaria
de la vivienda principal– durante las últimas dos décadas
se ha producido un incremento significativo del número de hogares
que viven en alquiler. Así, en Cataluña, el porcentaje de
hogares inquilinos se sitúa en el 26,8%, mientras que en la ciudad
de Barcelona ya llega al 38,4%. Pues bien, es precisamente en estos hogares
que viven en alquiler, donde las dificultades de acceso y permanencia en
la vivienda son más latentes. Por ejemplo, en la ciudad de Barcelona,
durante el período 2018-2019, mientras que la tasa de sobrecarga
por el pago de los gastos de la vivienda por el conjunto de la población
se situaba en un 17,9%, el valor casi se duplicaba por el segmento del
alquiler, hasta alcanzar una tasa del 35,3%. Los últimos datos,
relativos al período 2019-2020, muestran cómo la tasa de
sobrecarga en los hogares inquilinos aumentó hasta el 37,5%. |
En contraste
con esta sobrecarga en el pago de la vivienda creciente, el parque social
de alquiler es muy reducido. Así, según los datos del Plan
Territorial Sectorial de Vivienda de Cataluña, que se encuentra
en fase de aprobación inicial desde el 26 de octubre de 2021, se
contabilizan un total de 54.066 viviendas de alquiler social, que representan
el 1,7% del parque principal, llegando al 1,8% en el área metropolitana
de Barcelona y al 1,9% en la ciudad de Barcelona. Este parque social de
alquiler de Cataluña está distribuido en varios programas
y líneas de actuación: viviendas de alquiler social gestionadas
por ayuntamientos y empresas públicas (15.615), viviendas gestionadas
por la Agencia de la Vivienda de Cataluña (16.668 públicos
y 3.772 cedidos), viviendas del programa 60/40 (90), viviendas captadas
a través del impuesto de viviendas vacías (7.007) y, finalmente,
la red de mediación social (8.424) y la red de viviendas de inclusión
(2.490 ). A la luz de los datos, pues, puede concluirse que esta escasez
de alquiler social es un gran condicionante a la hora de desarrollar políticas
de viviendas dirigidas a los hogares con menos recursos.
En declaraciones
al periódico el país, la presidenta del OHB, Carme Trilla,
apunta que esta gran brecha entre la subida de sueldos y la del precio
del alquiler muestra que “la vivienda es la principal causa de vulnerabilidad,
porque es el principal gasto de las familias”. Y, además, en un
círculo vicioso, cuanto más pobre es una familia, más
porcentaje de sus ingresos se los come la vivienda. De media, los catalanes
destinan un 38% de su sueldo a pagar la vivienda, mientras que las que
ingresan menos de mil euros destinan un 54%.
“La vivienda
está muy lejos de cualquier otro gasto doméstico, por eso
asistimos a tantos desahucios de familias vulnerables, porque las coloca
en situación de riesgo”, lamenta Trilla. Esta semana el Consejo
General del Poder Judicial publicó las cifras de desahucios del
primer trimestre de este año: Cataluña encabeza la lista
en España, con 2.410 lanzamientos (el 21,8% del total). De este
total, tres de cada cuatro (1.702) son por impago del alquiler.
La experta
-que suele defender que, al contrario que el precio de compra, el de alquiler
tiene como techo lo que las familias pueden pagar- apunta que ahora lo
que tensa el precio es la insuficiente oferta. El alquiler ha alcanzado
cotas nunca vistas en las últimas décadas: en 2021 en Barcelona
eran el 38% de las familias, diez puntos porcentuales más que en
2001. “Sigo pensando que el alquiler tiene un techo, en los últimos
años los alquileres en Barcelona rondan los 900 euros, suben o bajan,
pero no hay grandes saltos, pero sí es la tensión más
preocupante si miramos mercado de alquiler y compra”.
En el periódico
el País, desde el Observatorio DESC, Irene Escorihuela, señala
que el alquiler “se come el 40% de los ingresos del 40% de la gente”. Y
alerta de que “para quien no puede asumir el alquiler, la vivienda de compra
tampoco es asumible para las rentas bajas”. “El mercado no se autoregula,
si no fijas topes o legislas para que la vivienda sea más asequible,
el mercado busca el máximo beneficio”, apunta. Y añade; “mientras,
la pobreza moderada aumenta. Y no hablamos de personas en situación
de exclusión, sino de gente que trabaja”.
“La debilidad
del sistema de vivienda catalán y español se evidenció
durante la emergencia sanitaria de la covid: la renta media en Cataluña
cayó un 5,7% y la tasa de pobreza moderada creció en más
de tres puntos en 2020: del 19,5% al 23%”, apunta el estudio. Unas cifras
que llevaron a las administraciones a tomar medidas, como suspender los
desahucios. En Barcelona, el Ayuntamiento destinó en los dos primeros
meses de pandemia 65.000 euros al día en ayudas sociales de emergencia,
sobre todo para alimentación y vivienda.
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informe completo |
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