Diglo gestiona
una cartera de activos y créditos inmobiliarios formada por unos
5.000 M€, aproximadamente el 49% de la cartera gestionada por Aliseda
y que fue traspasada por el Santander a esta sociedad, actualmente valorada
en unos 10.300 M€ y que incluyen alrededor de 80.000 inmuebles y 40.000
colaterales inmobiliarios.
Entre las actividades
de Diglo figuran la gestión NPL (gestión extra-judicial de
la recuperación de la deuda pendiente y la relación con el
deudor, así como la gestión judicial de la recuperación);
gestión de activos inmobiliarios (incluyendo la gestión end-to-end,
on-boarding legal y técnico, la comercialización en venta
y alquiler y la gestión integral de carteras en alquiler); la gestión
integral de activos (tanto la gestión urbanística como el
desarrollo de estudios de viabilidad, ejecución de las obras en
curso y control de cumplimiento); la venta institucional (comercialización
del portfolio, relación con inversores y preparación de carteras);
y la gestión de promociones para terceros (identificación,
valoración de oportunidades y de desarrollo de proyectos de obra
nueva).
Yera fue constituida
en diciembre de 2021, con un capital social de 3.000 €, participada
al 100% por Deva Capital Servicer Company, otra de las gestoras de Santander,
con unos activos valorados en unos 2.500 M€. Además, el Santander
mantiene participaciones en otras gestoras inmobiliarias como Aktua (15%)
y Altamira (15%). Yera tiene su sede central en Madrid y dispone de siete
oficinas territoriales en Andalucía Occidental y Oriental, Cataluña,
Centro, Levante, Noroeste y Norte, y además cuenta con 10 delegaciones.
La firma cuenta con 300 trabajadores y al frente de la misma estará
Enrique Arnoso como director general, exdirectivo de Aliseda.
Según
ha explicado Javier Román, director de activos inmobiliarios de
Diglo durante unas jornadas inmobiliarias celebradas en el marco del Salón
Inmobiliario de Madrid (SIMA), este 'servicer' tiene a Banco Santander
como único accionista (la entidad controla el 100% de la sociedad)
y dispone de miles de viviendas por todo el país, desde Cataluña
a Andalucía, pasando por País Vasco o Galicia. Muchas de
ellas están en la costa.
La cartera
que gestiona está compuesta por inmuebles usados y antiguos (que
formaban parte de Aliseda antes de la escisión) y ofrece a los clientes
un abanico de servicios propios del 'property management'. Por ejemplo,
la posibilidad de reformar el inmueble a gusto del cliente e incluso amueblarlo.
Además, a través del uso de programas informáticos
permitirá a los clientes visualizar cómo quedarían
los espacios ya amueblados. Diglo va a tener acuerdos específicos
con firmas de mobiliario.
"Diglo tiene
la capacidad de ofrecer tantas prestaciones como necesidades de sus clientes.
Dede la gestión de la recuperación de su deuda, la venta
de activos inmobiliarios y todos los servicios complementarios a esas dos
líneas de negocio, incorporando innovación tecnológica,
'big data' y 'machine learning'", sostiene la compañía.
En el caso
de las viviendas, Román ha explicado que el precio medio está
entre 100.000 y 120.000 euros, y ha insistido en que "hoy en día,
con la escasez de obra nueva que hay y el buen precio de las casas de bancos,
la vivienda usada está tomando impulso". Es decir, una parte de
su negocio va destinada a ahorradores que quieran comprar una casa en la
costa para disfrutar de las vacaciones o para destinarla al alquiler, según
Román, quien ha recalcado que "con unos ahorros de 20.000 o 30.000
euros, el público joven puede acceder a una hipoteca y tener una
vivienda en la costa".
El 'porfolio'
de Diglo va mucho más allá de los inmuebles residenciales
y de la venta a particulares. El valor bruto de su cartera bajo gestión
ronda los 5.000 millones de euros, incluyendo activos como suelos y oficinas,
además de viviendas. Y su propuesta es gestionar tanto activos de
Santander como de terceros.
Además
de la venta, el 'servicer' también centrará su actividad
en la gestión para recuperar la deuda de todo tipo de clientes,
la gestión de activos inmobiliarios y la puesta en marcha de servicios
integrales como amueblar o realizar reformas de los inmuebles. De hecho,
también se encarga de ventas institucionales y de la gestión
de promociones para terceros.
LOS 'SERVICERS'
DE SANTANDER
Los 'servicers'
son compañías especializadas en la gestión y comercialización
de activos inmobiliarios de los bancos, y han tenido un papel muy destacado
en el mercado doméstico en los últimos años, impulsando
las ventas de inmuebles tanto a particulares como a inversores profesionales.
La consultora
Axis Corporate explicaba en un estudio publicado el año pasado que
los servicers inmobiliarios continúan impulsando las ventas de viviendas
y ofreciendo servicios de gestión de carteras financieras a sus
socios bancarios y otros clientes. Además, afirmaba que el sector
ha alcanzado una etapa de madurez, después de que la crisis económica
y el cambio estratégico llevado a cabo por las entidades financieras
haya provocado operaciones corporativas, pasando a ser titularidad de fondos
de inversión, y apuntaba a una nueva fase de operaciones corporativas.
La llegada
al mercado de Diglo coincide en el tiempo con el refuerzo de Anticipa y
Aliseda (controladas por Blackstone y Santander), que se han lanzado a
la gestión de los fondos europeos Next Generation para rehabilitar
viviendas y se han convertido en los nuevos 'servicers' de Sareb junto
con Hipoges. Este megacontrato incluye la gestión y comercialización
a partir de julio de una cartera de 25.300 millones de euros, y hasta ahora
estaba en manos de Haya Real Estate, que recientemente ha anunciado un
ERE que afecta a más del 20% de su plantilla tras perder los contratos
con Sareb y Unicaja.
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