El presidente
del Gobierno español, Pedro Sánchez, dijo el 25 de mayo que
España puede desempeñar un papel clave para compensar los
desafíos del déficit de suministro de gas a la UE desde Rusia.
“España
y, diría, el sur de Europa, tendrán la oportunidad de dar
una respuesta a esta dependencia energética de la energía
fósil de Rusia”, comentó Sánchez a CNBC al margen
del Foro Económico Mundial en Davos. También dijo que la
Península Ibérica (España y Portugal) alberga alrededor
de la mitad del almacenamiento de gas licuado GNL de la UE.
España
tiene una capacidad de regasificación de unos 67.000 millones de
m3, pero está significativamente infrautilizada, ya que la cantidad
de gas que puede bombear a Francia está limitada por cuellos de
botella en la frontera.
A principios
de este mes, la italiana Snam firmó un memorando con la española
Enagás para realizar un estudio de factibilidad sobre la construcción
de un gasoducto para conectar los dos países.
Snam dijo que
el proyecto ayudaría a Italia y Europa a diversificar aún
más su suministro de gas. Italia recibe cerca del 40% de su suministro
de gas de Gazprom de Rusia, pero está buscando eliminar gradualmente
estas importaciones a raíz de la invasión de Ucrania por
parte de Moscú, en gran parte a través de una expansión
de su capacidad de regasificación de GNL.
La presidenta
de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen ha pedido que se reanuden
los trabajos en un nuevo gasoducto que unirá Francia y España,
ya que el bloque busca reducir la dependencia de las fuentes de energía
rusas.
“Ahora toda
Europa está de acuerdo en que debemos reducir nuestra dependencia
de los combustibles fósiles rusos”, dijo Ursula von der Leyen el
6 de mayo durante una comparecencia en Barcelona con el presidente del
Gobierno español, Pedro Sánchez.
“Es crucial
para nuestros objetivos climáticos y para poner fin al chantaje
del Kremlin”, agregó.
Europa ha tratado
de reducir su dependencia de las fuentes de energía de Rusia tras
la decisión del Kremlin de invadir Ucrania el 24 de febrero.
En sus comentarios
en España, von der Leyen citó un pacto de los miembros de
la UE, llamado REPowerEU, que está diseñado para reforzar
la independencia energética y reducir la dependencia del suministro
de gas ruso.
España
cuenta con seis terminales de gas natural licuado (GNL) para recibir importaciones,
principalmente de Argelia. Sin embargo, solo hay dos enlaces de baja capacidad
a la red de gas en Francia.
En 2013 se
lanzó un proyecto para conectar Portugal, España y Francia,
pero la oposición de los grupos ambientalistas y los problemas financieros
detuvieron el esfuerzo en 2019.
Von der Leyen
dijo que el proyecto, conocido como Midcat, tiene una importancia renovada
y debe reiniciarse para que "juntos podamos liberarnos de las amenazas
rusas".
El gobierno
español está a favor de reanudar el proyecto del oleoducto,
pero se ha resistido a aportar los 465 millones necesarios porque el proyecto
no beneficia directamente a España.
Sánchez
ha dicho que este tipo de esfuerzos son "proyectos europeos. Es la UE la
que tiene que financiarlos. No puede ser España o Portugal. Tiene
que ser la UE".
Europa se ha
lanzado a reforzar su autonomía energética y desvincularse
del petróleo y el gas de Rusia. La Comisión Europea ha propuesto
una estrategia, denominada RePower EU, con inversiones por 210 mil millones
con este objetivo. Y en este paquete de iniciativas, Bruselas ha situado
la construcción de nuevas interconexiones energéticas entre
los estados miembros como una de las medidas prioritarias para reducir
la enorme dependencia que la Unión Europea tiene de los hidrocarburos
procedentes de Rusia.
España
viene denunciando en el último año los efectos que tiene
la bajísima interconexión eléctrica que tiene con
Europa (equivalente a tan solo el 2,8% de la energía), lo que ha
facilitado que la Unión Europea permita al Gobierno tomar medidas
especiales y diferenciadas del resto de países europeos, como intervenir
en el mercado eléctrico fijando un precio máximo al gas.
Y el Ejecutivo
español también ha exigido reactivar el proyecto de construcción
de un nuevo gasoducto con Francia a través de los Pirineos catalanes
(denominado MidCat), pero condicionándolo a que la infraestructura
no la paguen los consumidores españoles, que se puede convertir
en el futuro para transportar hidrógeno verde y que Francia apoya
decididamente la iniciativa de conectar la red gasista española
con la centroeuropea.
La Comisión
Europea ha identificado el establecimiento de nuevas conexiones de electricidad
y gas entre España y Francia como una iniciativa clave para impulsar
la estrategia RePower EU y se abre a financiar parcialmente la construcción
de las redes con presupuesto comunitario y que Madrid y París utilicen
también fondos europeos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia
(MRR) para pagar los proyectos.
“La construcción
de nuevas redes de electricidad y gas son una prioridad para lograr los
objetivos de RePower EU. Los proyectos podrán contar con una parte
de financiación europea. Y seguro que los fondos comunitarios financiarán
parcialmente estas infraestructuras”, apuntan fuentes conocedoras de la
situación, que confirman que Bruselas permitirá a España
y Francia no solo utilizar fondos de sus respectivos Planes de Recuperación,
sino también solicitar financiación específica adicional
a la UE de la presupuesto comunitario para costear obras con fondos de
otros programas.
Los gobiernos
de los Veintisiete tendrán que modificar sus planes de recuperación
para adaptarlos a las propuestas de la Comisión Europea para desvincularse
de los hidrocarburos rusos. Los estados miembros tienen hasta el 30 de
enero de 2023 para presentar adendas a sus planes para incluir nuevas iniciativas,
inversiones y reformas vinculadas a los objetivos de RePower EU y atraer
más fondos europeos para financiarlas.
España
y Francia, a los que Bruselas ha recomendado en dos ocasiones incrementar
sus interconexiones, podrán incluir en estas adendas del Plan de
Recuperación, Transformación y Resiliencia la propuesta de
construir nuevas redes eléctricas y nuevos oleoductos para utilizar
fondos del MRR y optar a fondos extra de otros programas comunitarios para
pagar por la infraestructura.
A la espera
de conseguir el apoyo de los gobiernos nacionales en el Consejo Europeo,
Bruselas ha propuesto pagar parte de las inversiones necesarias para impulsar
la independencia energética de Rusia con el Mecanismo de Recuperación
y Resiliencia creado para frenar la crisis económica provocada por
la pandemia y que contó con un presupuesto de 672.500 millones de
euros hasta 2026, tanto en transferencias no reembolsables como en préstamos
a bajo interés para los países.
La Comisión
Europea quiere inyectar 20.000 millones de euros extra de lo recaudado
en las subastas de derechos de emisión de CO2 a la MRR para financiar
nuevas inversiones vinculadas a iniciativas energéticas para distribuirlo
entre los estados miembros. Además, permitirá a los gobiernos
nacionales redirigir voluntariamente parte de los fondos de cohesión
ya asignados y parte del presupuesto de la Política Agrícola
Común (PAC) para pagar las nuevas inversiones vinculadas a RePower
EU, con la posibilidad de inyectar 26.900 millones adicionales y 7.500
millones, respectivamente.
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