En este escenario,
la prima de riesgo de Italia alcanza los 171 puntos básicos por
primera vez desde julio de 2020. Grecia, por su parte, se sitúa
en los 237 puntos básicos, mientras que en Portugal avanza hasta
los 89 puntos básicos.
Por el contrario,
el interés de los bonos alemanes a 10 años cayó bruscamente
hasta el 0,196 %, mientras que el rendimiento de los bonos alemanes a 5
años volvió a ser negativo por primera vez desde el 4 de
febrero.
El temor al
riesgo de los inversores es razonable. No hay que olvidar que la deuda
griega provocó una venta masiva de bonos europeos periféricos
después de que el miembro del Consejo de Gobierno del Banco Central
Europeo (BCE), Klaas Knot, dijera que espera un aumento de las tasas ya
en el cuarto trimestre. España podría ser uno de los más
afectados en caso de que las primas de riesgo se disparen una vez acabe
el apoyo del BCE, y es que el organismo europeo tiene más del 50%
de la deuda española.
La próxima
reunión del BCE en marzo será relevante para tener más
detalles sobre el ritmo de retiro de los estímulos, ya que entonces
se tendrá un cuadro macro actualizado con una previsible revisión
al alza de los pronósticos de inflación.
LOS PRÉSTAMOS
EUROPEOS
De los 140.000
millones de fondos europeos para España, 72.700 son en transferencias
a fondo perdido condicionadas a reformas, pero quedan 67.300 millones en
préstamos que no se han solicitado hasta ahora porque incluirían
nueva condicionalidad (recortes y reformas adicionales). Ahora, con la
subida de la prima no quedará más remedio que solicitarlos.
La Comisión
Europea permite pedir los préstamos hasta julio de 2023.
La razón
por la que países como España, Italia o Portugal no los han
solicitado es porque estaban protegidos por las compras de bonos nacionales
por el Banco Central Europeo (BCE). Esto produjo la bajada al mínimo
de los tipos de interés que pagan todos los países por su
deuda.
A finales del
2020, Italia y España llegaron a emitir bonos a intereses negativos,
por lo que no compensaba solicitar los préstamos europeos, que están
sometidos a la ya difícil condicionalidad asociada a los fondos
Ante la evidencia
de que España tendrá que pedir los 67.300 millones en préstamos
por la subida de los tipos de emisión de deuda pública (y
además lo reconoció el gobierno en diciembre) y debido a
que esto conllevará más recortes y reformas a aplicar desde
2024, la oposición ha exigido al gobierno que esta vez sí
cuente con ellos al elaborar los planes que se remiten a Europa.
La respuesta
ha sido positiva.
"Quiero aprovechar
que tenemos que presentar la adenda al Plan de Recuperación para
iniciar un proceso de consultas con los grupos políticos, con los
agentes sociales y con las CCAA, en ello estamos, para preparar esa segunda
fase del Plan", aseguró la ministra de Asuntos Económicos
y Transformación Digital, Nadia Calviño, en su comparecencia
este jueves en la Comisión Mixta para la Unión Europea en
el Congreso.
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