El sector
de la edificación en su conjunto supone, aproximadamente, el 30%
del consumo de energía en España, según datos de la
actualización de la Estrategia a largo plazo para la Rehabilitación
Energética del Sector Edificatorio en España (ERESEE 2020).
Este tercio corresponde a la energía operativa, sin considerar el
consumo total en el ciclo de vida de la edificación
Evolución
del parque de viviendas
El sector residencial
es un ámbito crucial ante el reto de la descarbonización
de la edificación en España y, en consecuencia, debe ser
analizado desde la perspectiva integral del carbono de ciclo de vida. Debe
atender así a la necesidad de abordar de manera diferente la nueva
vivienda y la ya existente.
La ERESEE proporciona,
a diferencia del sector terciario, una base de análisis muy completa
y a largo plazo para el sector residencial que hace posible determinar
el inventario actual de viviendas principales y su evolución en
los próximos 30 años.
En 2020 el
parque residencial estaba formado por casi 16,6 millones de viviendas principales:
el 50,8% fueron construidas con anterioridad a 1980 y, por lo tanto, sin
aplicación de consideraciones de eficiencia energética, mientras
que el 43,9% fueron construidas entre este año y 2007, antes de
la entrada en vigor del CTE.
La mayor parte
del parque actual de viviendas presenta necesidades de rehabilitación,
probablemente para restablecer o mejorar la calidad global del edificio
y no solamente la referente al comportamiento energético. En este
sentido, la ERESEE prevé la rehabilitación de los 7,1 millones
de viviendas que atesoran los mayores índices de consumo de energía
de todos los periodos de construcción anteriores al CTE.
En paralelo
a la actividad de rehabilitación, la previsión de la ERESEE
cifra el volumen de nueva vivienda en 4,15 millones, en principio construidas
bajo el estándar EECN regulado por la última edición
del CTE. Como resultado de esta intensa actividad de rehabilitación
y obra nueva, en 2050 el parque residencial estará formado por 20,7
millones de viviendas principales. Dentro de este conjunto, el 45,8% serán
viviendas actualmente existentes sin rehabilitar, en general, con consumos
energéticos entre medios y muy altos. El 34,2% serán viviendas
actualmente existentes sometidas en algún momento de los próximos
30 años a una rehabilitación energética profunda.
El 20% serán viviendas de obra nueva de alta eficiencia
La ambición
del reto planteado por la Unión Europea con la reducción
para 2030 de al menos un 55% de las emisiones netas de GEI requiere un
elevado nivel de celeridad en la adopción de medidas en los próximos
años. Se trata de abordar la descarbonización del sector
de la edificación desde una perspectiva de ciclo de vida que considere
tanto el carbono operativo —especialmente relevante en los edificios existentes—
como el embebido. En este sentido, las próximas actualizaciones
del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC); de la Estrategia
de Descarbonización a Largo Plazo 2050 (ELP 2050); de la Estrategia
a largo plazo para la rehabilitación energética en el sector
de la edificación en España (ERESEE) y del Código
Técnico de la Edificación (CTE) deberían introducir,
sin demora, la perspectiva de ciclo de vida para impulsar y facilitar a
los agentes del sector de la construcción el cambio hacia un modelo
descarbonizado.
ADOPTAR EL
MARCO EUROPEO DE LA TAXONOMÍA DE LAS FINANZAS SOSTENIBLES
La taxonomía
europea es una clasificación de las actividades económicas
y los criterios que deben cumplir para poder denominarla como inversión
sostenible y optar así a la financiación sostenible de la
UE. Este instrumento pretende dirigir las inversiones a actividades conducentes
al objetivo de la neutralidad climática en Europa en 2050. La construcción
y rehabilitación de edificios, así como la compra y tenencia
de inmuebles, están clasificadas en esta taxonomía que se
irá completando en los próximos años. No obstante,
ya es visible en inversiones tan importantes como los Fondos Europeos de
Recuperación, Transformación y Resiliencia del plan España
Puede.
La adopción
de la taxonomía por parte de bancos e inversores es una oportunidad
única para conseguir los fondos necesarios para la transformación
de nuestro parque edificado.
En 2050, todas
las personas en España vivirán en un entorno construido,
rural o urbano, en condiciones de habitabilidad socialmente aceptables.
El sector de la edificación proveerá y mantendrá este
servicio sin emitir GEI, con un modelo de edificación resiliente
y circular en el uso de los recursos.
? Sin emitir
gases de efecto invernadero (GEI). Las rehabilitaciones y nuevas construcciones
tendrán cero emisiones de GEI embebidas y todos los edificios, incluidos
los existentes, tendrán cero emisiones de GEI en su operación
y mantenimiento.
? Circular.
Un entorno construido con un agotamiento neto de recursos total cero, que
favorece a la restauración de recursos y sistemas naturales dentro
de una economía circular próspera.
? Resiliente.
Un entorno construido, rural o urbano, adaptado a las consecuencias del
cambio climático, que permite el desarrollo de comunidades saludables,
equitativas y resilientes.
DECLARACIONES
Según
Dolores Huerta, directora general de GBCe, “el carbono embebido supone
más del 50% de las emisiones acumuladas por el sector durante los
próximos 30 años. Por este motivo, es clave limitarlo para
reducir la huella de carbono y solo podremos conseguirlo si actuamos en
todo el ciclo de vida de los edificios”.
De hecho, cabe
destacar que, teniendo en cuenta tanto la senda de crecimiento de la nueva
construcción como las intervenciones de rehabilitación y
cambio de instalaciones previstas, el escenario tendencial de emisiones
de gases de efecto invernadero globales del sector residencial en España
para los próximos años sigue creciendo en gran medida por
el carbono embebido, aquel emitido en la producción de materiales
y en la construcción, rehabilitación y demolición
de edificios.
Durante el
evento de presentación de la hoja de ruta, se desarrollaron dos
mesas redondas con dos temáticas diferentes: la descarbonización
y los impactos de este proceso en la sociedad y la economía. En
estos coloquios, se contó con la presencia de embajadores #BuildingLife
y con expertos en el sector de la edificación y en la reducción
de emisiones de carbono.
Iñaqui
Carnicero, director general de Agenda Urbana y Arquitectura, afirmó
que “esta hoja de ruta ayudará a que todo el sector se mentalice
de que 2030 y 2050 son fechas clave que están más cerca de
lo que parecen. En esta línea, desde el Ministerio (de Transportes,
Movilidad y Agenda Urbana) tenemos muy claro que debe haber un proceso
de transformación y diálogo con el sector para que de aquí
a unos años podamos hablar de una construcción industrializada
y los objetivos se hayan cumplido”.
En cuanto a
las conclusiones de este documento, se extrae que la descarbonización
es, ante todo, una oportunidad puesto que la transición hacia un
sector descarbonizado implica múltiples cambios sistémicos
en la forma de trabajar y organizarse. Al mismo tiempo, se destaca que
hay que aprovechar la inversión de carbono ya realizada en el parque
existente, ya que las nuevas viviendas que se construyan supondrán
un tercio de las emisiones acumuladas hasta 2050, pese a representar en
ese año solo el 11% del parque de viviendas principales.
En definitiva,
esta hoja de ruta propone como principal objetivo la transformación
progresiva del sector para alcanzar la completa descarbonización
de la edificación en 2050. Para ello, es imprescindible la responsabilidad
de todos los implicados para que todas las organizaciones, públicas
y privadas, incorporen la sostenibilidad como eje fundamental de su actividad.
Además, el documento sirve como herramienta para motivar y convencer
a las empresas para que sean conscientes de que la inversión en
este ámbito es esencial para convertirse en referencia en su sector.
Finalmente,
Dolores Huerta concluyó su intervención animando “a todos
los agentes del sector a que apoyen la hoja de ruta, se involucren y se
pongan en marcha para alcanzar los objetivos que nos hemos marcado. Mediante
#BuildingLife se definirán acciones concretas, con objetivos y fechas,
para todos ellos. Además, urge contar con una metodología
y datos armonizados para poder implementar la visión de ciclo de
vida, así como aprovechar la oportunidad que se presenta con los
Fondos Europeos”.
|