Las tuneladoras
comienzan a tener sentido desde el punto de vista económico después
de 4 a 5 km. Se prestan a túneles más largos. Tienen transportadores
portátiles para que puedan manejar residuos de manera eficiente,
lo cual es un gran gasto [si se usan métodos alternativos], y pueden
excavar el material de manera eficiente. Tienen un gran coste de capital
inicial y tiempo de instalación, por lo que a medida que obtiene
túneles más largos, la construcción del túnel
se vuelve más económica.
Los avances
en la tecnología TBM, por ejemplo, para que puedan moverse de manera
más efectiva a través de las zonas de falla, también
han hecho que los clientes entiendan que son capaces de continuar con proyectos
más complejos y tengan una cantidad de riesgo manejable.
El desarrollo
de nuevas herramientas de diseño también ha hecho que los
grandes proyectos de túneles sean más viables al reducir
costes y hacerlos más sostenibles.
De hecho, los
diseñadores se han centrado en reducir la cantidad de materiales
utilizados y en diseñar estructuras ligeras.
La tecnología
también ha ayudado con la construcción de túneles
de mayores dimensiones. Por ejemplo, las innovaciones recientes en seguridad
contra incendios, resistencia del hormigón y ventilación
de túneles han permitido ampliar las longitudes y anchuras de los
túneles de lo que antes era posible.
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