El tramo submarino
se denominará BarMar, mientras que todo el corredor de hidrógeno
que conecta España y Portugal con Francia se denominará H2MED.
Francia, España
y Portugal solicitarán fondos de la UE para pagar hasta el 50% del
coste de H2MED. La otra mitad sería financiada por las redes eléctricas
nacionales de los tres países, pero el proyecto también apunta
a atraer inversión privada, agregaron fuentes del gobierno español.
El gasoducto
submarino se propuso en octubre como sustituto del llamado proyecto de
gasoducto MidCat a través de los Pirineos, que había sido
defendido por España y Portugal, quienes dijeron que podría
aliviar la presión inmediata sobre el suministro de gas.
París
se opuso al plan, argumentando que dos oleoductos existentes a través
de los Pirineos que dividen la Península Ibérica de Francia
ya estaban infrautilizados.
El nuevo gasoducto
submarino se propuso originalmente para transportar algo de gas natural,
pero ahora solo transportará hidrógeno para cumplir con los
criterios de financiación de la UE.
Algunos observadores
se muestran escépticos acerca de las posibilidades de éxito
de H2MED. Faig Abbasov, director del programa de transporte marítimo
de Transport & Environment, una ONG con sede en Bruselas, lo calificó
como "una fachada" para reducir las tensiones políticas planteadas
por MidCat.
"Si ya tiene
un oleoducto terrestre, ¿por qué construir un oleoducto submarino?"
Abbasov dijo. "A España le iría mejor exportando por mar".
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