El avance
del Corredor Mediterráneo queda reflejado en la siguiente comparativa:
en junio de 2018, los estudios previos se encontraban a un 60%, cuando
hoy ya se han completado al 100%; el porcentaje de proyectos no superaba
en ese período el 57% sobre el total y hoy alcanza el 85%; las obras
en desarrollo representaban un 45%, cuando hoy el 75% de están en
marcha en todas las regiones; y las actuaciones se situaban en un 21% y
hoy se elevan al 34%. El desarrollo del Corredor Mediterráneo se
ha acelerado durante el ejercicio 2022, con un volumen de licitaciones
de más de 1.500 millones de euros; adjudicaciones por valor de 900
millones y más de 450 millones de euros ejecutados hasta septiembre.
El Corredor
Mediterráneo es un proyecto estratégico, llamado a convertirse
en una vía preferente de las conexiones de España con Europa.
En este sentido, los corredores transeuropeos -como el Mediterráneo-
van más allá de la infraestructura -su potencial reside en
su transversalidad-, al necesitar de una definición estrategia de
desarrollo logístico, donde los puertos se configuran en otro actor
principal; así como los aeropuertos, las terminales privadas y el
tejido industrial y empresarial, motor de la actividad económica.
Son además
proyectos que cuentan con el respaldo de una estrategia europea, orientada
al desarrollo de proyectos transformadores, que permitirá avanzar
en economías más sostenibles, resilientes y competitivas.
En este sentido, el Corredor Mediterráneo cuenta para su desarrollo
con financiación europea de más de 3.000 millones, procedente
de los Mecanismos de Recuperación y Resiliencia (MRR) del programa
NextGeneration.
El Corredor
contribuirá a vertebrar el territorio, al unir Andalucía,
Región de Murcia, Comunidad Valenciana y Cataluña con Europa
en ancho estándar. Asimismo, promoverá una movilidad plenamente
interoperable y más sostenible y una mayor competitividad de las
empresas del Arco Mediterráneo y su área de influencia, potenciando
el transporte de mercancías por ferrocarril y evitando la ruptura
de carga en la frontera al disponer de un corredor continuo en ancho internacional.
La ejecución
del Corredor Mediterráneo se ha convertido en una palanca de recuperación
económica y de retorno de la inversión, estimándose
que por cada euro invertido en la ejecución de esta infraestructura
se registrará un retorno de 3,5 euros. Asimismo, su desarrollo propiciará
un incremento del PIB en un 2,2% en el país hasta 2030 y fomentará
la creación de empleo. Se estima, además, que más
de 4 millones de ciudadanos -más un número creciente de potenciales
turistas- podrán conectarse a la red europea, a través de
Valencia y Barcelona.
El proyecto
también se ha convertido en una herramienta para la lucha contra
el cambio climático: su contribución a la descarbonización
del transporte y la reducción de la huella de carbono se concreta
en una disminución de hasta 5,5 millones de Tn/año de emisiones
de CO2 a la atmósfera.
España
ha destinado más de 4.400 millones de euros en 300 actuaciones para
desarrollar el Corredor Mediterráneo desde junio de 2018 hasta ahora.
Estos números reflejan la tendencia de una acción por semana,
lo que supone un ritmo sin precedentes para España. Según
Adif, “se han realizado el 100 por ciento de los estudios preliminares
y el 75 por ciento de las obras están en marcha”. En 2022 se han
licitado más de 1.500 millones de euros, se han adjudicado 900 millones
de euros y ya se han ejecutado 450 millones.
En lo que se
refiere a Andalucía, el Corredor Mediterráneo tendrá
una longitud de 574 kilómetros. En 2018, solo se desarrollaron 114
kilómetros del tramo y no se completó ningún tramo.
Actualmente, en cambio, se han completado dichos 114 kilómetros
y se han urbanizado los 460 restantes. En la Región de Murcia, el
corredor tendrá una longitud de 226 kilómetros. En 2018 solo
se estaban desarrollando 17 kilómetros del tramo. A septiembre de
2022, se encuentran en desarrollo 193 kilómetros y los 33 restantes
ya se han completado.
En la Comunidad
Valenciana, el corredor se extenderá a lo largo de 717 kilómetros.
Hace cuatro años, solo se desarrollaron 114 kilómetros y
se completaron 163. A día de hoy, se han desarrollado 488 kilómetros
y finalizado 229. Por lo que respecta a Cataluña, el corredor tendrá
una duración de 664 kilómetros. En esta región se
han completado más de 520 kilómetros del corredor, estando
los 144 restantes en desarrollo. En 2018, la situación fue diferente:
475 kilómetros completados, 45 en desarrollo y los 144 restantes
sin ningún avance.
Una de las
novedades clave del Corredor Mediterráneo en España es la
adaptación a alta velocidad del tramo ferroviario entre Játiva
y el Nudo de la Encina, al suroeste de Valencia. Tras una inversión
de unos 413 millones de euros, actualmente se está probando la ruta
con un tren que puede circular hasta a 200 km/h.
Una vez finalizada
la fase de pruebas, se podrán realizar los trabajos de desdoblamiento
de vía. La inversión total para la duplicación del
tramo Játiva-Nudo de la Encina se estima en 187 millones de euros,
advirtiendo Adif que ya tiene asignadas dos adjudicaciones para la ejecución.
Este tramo es importante porque conectará el sureste peninsular
con el noreste y el resto de Europa.
CORREDOR MEDITERRÁNEO
ENTRE MURCIA Y ALMERÍA
En cifras globales,
en los últimos 4 años, en la Región de Murcia y la
conexión con Almería, se han licitado obras por valor de
1.400 millones de euros, se han adjudicado contratos por 920 millones y
se han ejecutado actuaciones por importe de 550 millones. De la inversión
total, 600 millones son aportados por el Mecanismo de Recuperación
y Resiliencia (MRR) del programa Next Generation de la UE.
En la actualidad,
en la Región de Murcia, están finalizados o en marcha el
100% de los estudios previos y proyectos -vs el 50% a junio de 2018-y las
obras se encuentran al 60%, frente al 5% cuatro años antes: los
km avanzados suman en la actualidad 193 (más del 85% de los proyectados
en esta comunidad, por no haber arrancado el nuevo trazado en la ciudad
de Lorca) y los terminados se elevan a 33 km. En junio de 2018, sin embargo,
hasta un total de 176 km se encontraban sin avance alguno y solo 17 km
estaban en desarrollo.
Entre los principales
hitos en la Región destacan la puesta en servicio, antes de finalizar
el año, del tramo Beniel-Murcia del Carmen (15 km), con el que se
conectará la capital murciana a la red de alta velocidad; el impulso
a las nuevas infraestructuras de alta velocidad a Cartagena, con la licitación
de un tramo de 17,7 km, entre Torre Pacheco y Sucina, por valor de 155
millones de euros; el impulso a la conexión ferroportuaria al Corredor
Mediterráneo que, en la Región, se traduce en la redacción
del Estudio Informativo de la conexión a Escombreras; en el tramo
Murcia-Almería, todos los tramos están prácticamente
en marcha. Entre otros avances, destaca la finalización del estudio
informativo del nuevo tramo a su paso por Lorca, cuyo proyecto está
en redacción; la licitación de los trabajos en Totana; y
la redacción de los proyectos del tramo Pulpí-Águilas.
En cuanto a
la provincia de Almería, destaca la puesta en servicio del tramo
Rio Andarax-El Puche y el avance en la fase 2 de la integración
del ferrocarril en la capital almeriense; el tramo Nonduermas-Sangonera
se encuentra al 46% de ejecución; y el Sangonera-Totana al 33%,
al igual que el Totana-Lorca; el grado de avance de los tramos -Lorca-
Pulpí, Pulpí-Vera, Los Arejos-Níjar y Níjar-Río
Andarax está entre el 10% y más del 20%.
En cuanto a
las conexiones con Alicante, se encuentran en pruebas, el último
tramo Orihuela/Beniel-Murcia del Carmen; finalizando el estudio informativo
de la Variante de Torrellano; en proceso de licitación el acceso
al aeropuerto de Alicante-Elche Miguel Hernández; y en redacción
los proyectos Alicante-San Isidro y Bifurcación Puerto-San Gabriel.
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