La fecha de
finalización del proyecto ya está causando fricciones entre
Madrid y París. Si bien la ministra española de Medio Ambiente,
Teresa Ribera, dijo que el proyecto podría completarse en solo cuatro
o cinco años, Elysée insiste en que no estará listo
hasta al menos 2030.
El proyecto
también se basa en la capacidad de producción de hidrógeno
verde en España y Portugal que aún no se ha realizado.
Con el hidrógeno
hay muchas incógnitas, es necesario en los clústeres industriales,
pero hay poca comprensión sobre las necesidades de infraestructura.
Si las necesidades
de hidrógeno son altas, entonces tiene sentido invertir en corredores
de hidrógeno y, en ese caso, BarMar tiene mucho potencial para suministrar
al resto de Europa. Sin embargo, si la demanda de hidrógeno está
muy concentrada en unos pocos sectores, es posible que esta infraestructura
sea innecesaria.
Tanto el gobierno
español como el portugués han emitido sus propias estrategias
nacionales de hidrógeno, con el objetivo de contribuir al objetivo
de toda la UE de instalar 40 gigavatios (GW) de capacidad de electrolizadores
en la UE para generar hidrógeno verde para 2030. España tiene
como objetivo instalar 4GW, mientras que Portugal espera contribuir al
objetivo de la UE con 2-2,5 GW.
Sin embargo,
mientras que la Península Ibérica tiene condiciones favorables
para producir hidrógeno verde.
España
necesita definir más sus ambiciones y objetivos: reemplazar el gas
por hidrógeno o exportarlo a otros países. En el segundo
caso, 4GW para 2030 se queda corto y se necesitará más capacidad.
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