EL SOBREENDEUDAMIENTO
ESTATAL
El Pacto de
Estabilidad y Crecimiento de la UE estipulaba que los países no
deben pedir prestado más del 60 por ciento de su producción
económica.
Según
la Comisión, el índice de endeudamiento de la UE es ahora
de alrededor del 92 por ciento. Sin embargo, existen grandes diferencias:
Italia, por ejemplo, ha pedido prestado alrededor del 155 por ciento del
PIB, los Países Bajos solo alrededor del 57 por ciento. Los países
muy endeudados temen que un regreso rápido a las pautas estrictas
pueda dañar la recuperación.
Francia tiene
una deuda estatal del 115 por ciento del producto interno bruto, muy por
encima del 60 por ciento especificado, pero por debajo del 155% de Italia
y el 120% de España. Si las reglas actualmente suspendidas debido
a la pandemia vuelven a entrar en vigor sin cambios, la Comisión
de la UE advertiría a Francia para que pague sus deudas año
tras año.
Para Francia,
está claro que Europa debe volver a las reglas fijas: "Pero no podemos
fingir que no ha pasado nada" y "volver a un marco presupuestario que se
creó a principios de la década de 1990", dijo Marcon. El
Pacto de Estabilidad requiere que los países del euro limiten sus
déficits presupuestarios al tres por ciento y su deuda total al
60 por ciento de su producción económica. Pero en la pandemia,
el nivel de deuda promedio en la zona euro aumentó a alrededor del
100 por ciento. Se espera que la reforma de las reglas genere un intenso
debate entre los países del norte, que favorecen una postura fiscal
más estricta, y los países del sur, que favorecen un marco
regulatorio más favorable al crecimiento.
En todo caso,
la vuelta al plan de estabilidad obligará a los países más
endeudados, especialmente los del sur, a realizar importantes recortes
de gasto a partir de 2023.
Una opción
es eximir de las reglas a las inversiones en tecnología verde. La
transformación costará varios billones de euros solo en Alemania,
y el Estado al menos tendrá que aportar una gran parte, si no asumirlo
él mismo. También en Alemania es cuestionable si será
posible sin nuevas deudas a largo plazo.
El presidente
francés, Emmanuel Macron, junto con el primer ministro de Italia,
Mario Draghi, fueron coautores de un artículo de opinión
para el Financial Times en diciembre, en el que ambos advirtieron que las
reglas deberían desalentar la inversión no esencial. “Necesitamos
más espacio de maniobra para suficientes inversiones futuras y para
asegurar nuestra soberanía”, escribieron.
INFLACIÓN
Y BCE
El banco central
europeo (BCE) ya posee más del 50 por ciento de todos los bonos
gubernamentales en circulación de los países del euro y se
ha convertido en el financiador más importante de países
como Italia, Grecia, España, Portugal, Chipre, Francia, etc. y de
sus sistemas bancarios. Ante esta situación, se teme por la independencia
del BCE. La cuestión es que ha aumentado excesivamente la dependencia
mutua entre el BCE y los estados miembros deudores que podrían condicionar
políticamente a los estados acreedores, como Alemania.
Gracias a la
alteración del tipo de interés del mercado de capitales por
parte de los programas de compra de bonos del BCE, a los países
de la zona euro se les paga por endeudarse. De este modo y en parte debido
al Covid, hay países del sur que se han sobreendeudado gracias a
que pagan tipos de interés inferiores a uno en el mercado de capitales.
Y según el BCE, se mantendrán los tipos de interés
en cero hasta al menos 2023, aunque sus proyecciones de inflación
han resultado erróneas.
En la zona
euro, los diferenciales de tipos de interés entre los países
prácticamente se han nivelado como consecuencia de las intervenciones
de mercado del BCE. Las primas de riesgo sólo existen en el rango
por mil. Grecia actualmente paga 0,975 por ciento anual por bonos del gobierno
a diez años, con una deuda nacional de más del 360 por ciento
del producto interno bruto.
SECTORES DE
LA CONSTRUCCIÓN E INMOBILIARIO
La restricción
en la inversión pública, causada por recorte de la deuda
pública, afectará directamente a la construcción.
Por su parte, la subida de los tipos de interés causada por la inflación,
afecta de lleno a los inversores en inmuebles, así como a los constructores
que precisan financiarse.
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