La energía
eólica marina flotante no solo permitirá a España
generar grandes cantidades de energía verde, sino que también
alimentará sinergias en sectores estratégicos como el transporte
marítimo y la ingeniería civil, según el documento.
El Ministerio
de Energía estima que la infraestructura portuaria requerirá
una inversión en la región de € 500 millones a €
1 mil millones para respaldar el despliegue de energía eólica
marina flotante a gran escala.
Aunque las
soluciones flotantes para la eólica marina son incipientes, de las
27 identificadas en el mundo, siete son españolas. España
es, además, el país europeo con más instalaciones
de I+D para eólica flotante y otras energías del mar.
Entre esas
instalaciones, están la Plataforma Oceánica de Canarias (Plocan)
y la Plataforma de Energía Marina de Vizcaya (BiMEP), además
de la zona experimental de aprovechamiento de energías marinas en
Punta Langosteira, en A Coruña, que es el segundo banco de pruebas
del mundo para la energía de las olas.
Otros centros
de investigación son el Gran Tanque de Ingeniería Marítima
de Cantabria; las Infraestructuras Integradas Costeras para Experimentación
y Simulación (iCIEM) del Laboratorio de Ingeniería Marítima
de la Universidad Politécnica de Cataluña; el Centro de Experiencias
Hidrodinámicas de El Pardo (CEHIPAR), del Instituto Nacional de
Técnica Aeroespacial (INTA); o el Centro de Estudios de Puertos
y Costas del CEDEX.
El fabricante
de plataformas flotantes Saitec Offshore Technologies anunció recientemente
planes para un proyecto piloto de 45MW frente a la costa vasca de España,
mientras que Iberdrola planea más de 1.2GW de capacidad eólica
marina flotante en dos sitios.
EL MINISTERIO
PARA LA TRANSICIÓN ECOLÓGICA Y EL RETO DEMOGRÁFICO
(MITECO)
El Ministerio
para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico
(MITECO) ha sacado a información pública el borrador de la
Hoja de Ruta para el Desarrollo de la Eólica Marina y de las Energías
del Mar en España, con 20 líneas de actuación para
convertir el país en la gran referencia europea para el desarrollo
tecnológico y de I+D en las distintas tecnologías, y reforzar
la potente cadena de valor de la industria nacional, ya con categoría
de líder global. Además, garantizará un despliegue
ordenado de las instalaciones en las aguas territoriales que sea respetuoso
con el medio ambiente, compatible con otros usos y actividades, y aprovechará
su implantación para mejorar el conocimiento del medio marino.
Entre otras
medidas, se evaluarán las necesidades de la infraestructura portuaria,
donde se estiman unas necesidades de inversión de 500 a 1.000 millones
de euros; se promulgará un nuevo marco regulatorio para la actividad,
claro y previsible; y se habilitarán al menos 200 millones de euros
en ayudas para I+D hasta 2023. Con vistas a 2030, se marca el objetivo
de alcanzar entre 1 y 3 GW de eólica marina flotante y hasta 60
MW de energías del mar en fase precomercial, como las de las olas
o las mareas.
España
es una potencia eólica global, tanto en fabricación de equipos
como en generación de energía; con 27,5 GW de potencia instalada
en tierra firme, es el quinto país del mundo, por detrás
de China, EEUU, Alemania e India. Además, cuenta con una industria
naval, un sector marítimo-portuario y unas capacidades tecnológicas
y de ingeniería que ya han convertido el país en un referente
internacional de la cadena de valor de las instalaciones eólicas
marinas.
La eólica
marina es una tecnología clave en la UE, donde crecerá desde
los 12 GW actuales hasta los 60 GW en 2030, según los planes de
la Comisión Europea. Pero apenas se ha desarrollado en España,
por la elevada profundidad de las aguas territoriales para proyectos con
cimentación fija –inviable a partir de 50 metros de profundidad–,
la solución tecnológica consolidada hasta el momento.
No obstante,
España es una potencia en las incipientes soluciones flotantes para
los parques eólicos marinos: de las 27 identificadas a escala global,
siete son españolas. También es el país europeo con
más instalaciones de I+D para eólica flotante y las otras
energías del mar, como la Plataforma Oceánica de Canarias
(PLOCAN) y la Plataforma de Energía Marina de Vizcaya (BiMEP) o
la Zona experimental de aprovechamiento de energías marinas de Punta
Langosteira (La Coruña), el segundo banco de pruebas del mundo para
la energía de las olas.
CUATRO GRANDES
OBJETIVOS
Partiendo de
esta fortaleza industrial y tecnológica, el MITECO ha preparado
un borrador de Hoja de Ruta para la eólica marina centrada en su
variante flotante y para otras energías del mar –undimotriz, mareomotriz,
gradiante salino, gradiante térmico– que persigue cuatro objetivos
con vistas a 2030, desarrollados con 20 líneas concretas de actuación:
1.- Establecerse
como polo de referencia europeo de I+D para el diseño, escalado
y demostración de nuevas tecnologías, reforzando las plataformas
de ensayo existentes y ofreciendo el mejor entorno y el más rápido
para probar nuevos prototipos. A tal fin se activarán al menos 200
millones de fondos públicos entre 2021 y 2023 en el marco del Plan
de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR).
2.- Ser referente
internacional en capacidades industriales, generando cadena de valor y
empleo de calidad en todo el ciclo de vida de las tecnologías, optimizando
las condiciones logísticas –básico, por las grandes dimensiones
de los equipos eólicos– y acompañando a la iniciativa empresarial,
siempre con una perspectiva de economía circular. Se incidirá
en las sinergias con sectores ya punteros en nuestro país, como
el naval, el siderúrgico o la experiencia en la energía eólica
terrestre.
3.- Integrar
la sostenibilidad como pilar central del desarrollo de las energías
renovables en el mar. Además de un despliegue ordenado gracias a
los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo, ahora en información
pública, se aprovechará el despliegue de estas tecnologías
para incorporar sistemas de monitorización del medio marino, facilitando
su conservación y mejorando el conocimiento de las interacciones
y afecciones de las distintas actividades.
4.- Desplegar
de un modo ordenado las instalaciones renovables, eólicas en particular,
con una regulación clara y previsible, sobre tres elementos clave:
ordenación espacial, conexión a red y modelo de negocio,
que adquieren especial relevancia por la ubicación de las plantas
en dominio público, la gran inversión inicial que precisan
y su elevada generación eléctrica. Así, el procedimiento
de adjudicación de nuevos proyectos podrá contemplar etapas
de precalificación y un mecanismo de concurrencia competitiva para
identificar los más adecuados en cada caso.
UN 40% DEL
OBJETIVO EUROPEO DE EÓLICA FLOTANTE
El Plan Nacional
Integrado de Energía y Clima (PNIEC) prevé una capacidad
de 50 GW de potencia eólica instalada para 2030, considerando tanto
los parques en tierra firme como aguas adentro. Atendiendo al estado del
arte de la tecnología flotante, la Hoja de Ruta introduce el objetivo
para esta tecnología de alcanzar entre 1 y 3 GW al final de la década.
Igualmente,
la Hoja de Ruta aspira a instalar de 40 a 60 MW para las energías
del mar en 2030, a partir de la sólida base de los centros de investigación
nacionales, como el citado de Punta Langosteira, donde opera un consorcio
internacional; el Gran Tanque de Ingeniería Marítima de Cantabria;
las Infraestructuras Integradas Costeras para Experimentación y
Simulación (iCIEM) del Laboratorio de Ingeniería Marítima
de la Universidad Politécnica de Cataluñala; el Centro de
Experiencias Hidrodinámicas de El Pardo (CEHIPAR), dependiente del
Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA); o el Centro de
Estudios de Puertos y Costas del CEDEX.
Estos nuevos
objetivos de potencia instalada suponen contribuir muy notablemente a los
objetivos de la Estrategia sobre las Energías Renovables Marinas
de la Comisión Europea, que prevé alcanzar 7 GW de eólica
flotante –España podría aportar hasta el 40%– y 1 GW de otras
energías al final de la década.
Para facilitar
la aplicación de la Hoja de Ruta, además de los citados 200
millones para I+D, hay numerosos programas de financiación, tanto
europeos como nacionales. Entre los segundos destacan los instrumentos
gestionados por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial
(CDTI) y el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la
Energía (IDAE), pudiendo incorporarse otros, como la emisión
de bonos verdes.
REDUCIR LOS
COSTES AL 25% EN UNA DÉCADA
De acuerdo
con los estudios prospectivos de la Agencia Internacional de la Energía
(AIE) y Wind Europe, la eólica flotante acelerará su maduración
tecnológica en los próximos años, aumentando su competitividad.
Los proyectos de demostración a pequeña escala de eólica
flotante tienen un coste de generación durante su vida útil
(LCOE en inglés) de 180 a 200 euros por MWh. Para el año
2025, el LCOE de los primeros parques comerciales, con tecnología
actual, debería haber bajado a 80-100 euros por MWh, y hasta los
40-60 euros por MWh en 2030.
La Hoja de
Ruta aprovecha la Agenda Sectorial de la Industria Eólica, que forma
parte de la Estrategia de Política Industrial de España 2030
y se incardina en el Componente 7 del PRTR, dedicado al despliegue e integración
de las energías renovables.
El plazo para
presentar observaciones a la Hoja de Ruta finaliza el 6 de agosto de 2021.
Toda la información se encuentra disponible aquí. Las alegaciones
pueden remitirse a bzn-renovablemarina@miteco.es, indicando en el asunto:
"Hoja de Ruta Eólica Marina y Energías del Mar".
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