El clima extremo
pone los terraplenes ferroviarios en riesgo de fallos.
Cada vez más
la red ferroviaria se enfrenta a eventos climáticos más extremos,
incluidas inundaciones repentinas, tormentas y mayores altibajos de temperatura
durante los meses de invierno y verano. Esto tiene su impacto en la red
ferroviaria y puede significar más interrupciones diarias.
En el Reino
Unido, Network Rail ya está planificando con anticipación,
trabajando con el gobierno y organizaciones especializadas para preparar
el ferrocarril para el riesgo de que el cambio climático pueda aumentar
la frecuencia y severidad del clima extremo.
En 2015, el
operador ferroviario produjo su Informe de adaptación al cambio
climático para el Departamento de Medio Ambiente, Alimentación
y Asuntos Rurales (Defra), que resume su progreso en la comprensión
del impacto del cambio climático. Mientras tanto, su política
de resiliencia al clima y adaptación al cambio climático
describe varios principios clave. Estos incluyen incorporar una consideración
de cómo el cambio climático podría amplificar los
riesgos en los procesos de análisis y toma de decisiones.
Network Rail
también ha introducido una serie de medidas de seguridad adicionales
tras el incidente de Stonehaven causado por desplazamientos de tierra tras
las inundaciones.
Como precaución
inmediata, inspeccionó cientos de sitios en todo el país
con pendientes de mayor riesgo, similares a las de Stonehaven. Estos fueron
llevados a cabo por ingenieros internos y contratistas especializados,
complementados con reconocimientos desde helicópteros utilizando
equipos de detección de luz y alcance.
Cuando se sabe
que los sitios están en riesgo de deslizamientos de tierra, también
se utilizan sensores de movimiento y CCTV para detectar movimientos de
tierra. Estos sensores envían una alarma al personal de señalización,
que detendrá el tren si recibe una alerta y esperará hasta
que el área haya sido inspeccionada por los ingenieros.
Network Rail
también está trabajando con meteorólogos para comprender
cómo puede mejorar la información en tiempo real sobre las
inundaciones repentinas causadas por un clima inesperadamente extremo para
informar mejor a los conductores de trenes.
No se debe
subestimar el desafío de manejar los impactos climáticos
extremos en el ferrocarril. Un enfoque predictivo y basado en datos
para la gestión de activos de movimiento de tierras basada en el
rendimiento será parte de la solución.
Un enfoque
sistemático para la gestión de activos y la expansión
de métodos como el monitoreo remoto del estado combinado con otros
métodos de recopilación de datos sobre el clima, el clima
local, las condiciones y el deterioro, y mediante el uso de enfoques poderosos
y analíticos basados en riesgos, conlleva la oportunidad de administrar
de manera eficiente el impacto dentro de las limitaciones operativas y
monetarias.
La combinación
de datos sobre el estado de los activos y los datos meteorológicos
dentro de un marco estructurado de gestión y toma de decisiones
será un factor clave.
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