Por ejemplo, si un proyecto se detiene alguna vez, se paraliza el registro completo del proyecto hasta esa fecha. Cuando el proyecto se reinicie, el sistema estará listo para apoyar al equipo con todo lo que ha ocurrido en el proyecto en el pasado; no se ha perdido nada ni es necesario volver a crearlo.

Cuando los equipos están conectados con la nube, cada miembro del equipo del proyecto tiene acceso a los datos que necesitan para tomar decisiones informadas y proactivas, la clave para impulsar la mejora continua.

Los nuevos desarrollos en inteligencia artificial (IA) han desbloqueado otro nivel de inteligencia de proyectos, lo que permite que los conocimientos predictivos impulsen una mejor toma de decisiones para mejorar los resultados del proyecto. 

Este cambio de Big Data produce una visión dinámica de variables como:

• Factores que pueden retrasar un proyecto
• Probabilidad de retraso en un proyecto.
• Cantidad de retraso previsto
• Probabilidad (y gravedad) de un sobrecoste
• Riesgos ocultos en torno a la seguridad, el diseño, la reelaboración y los litigios

La inteligencia activa produce conocimientos predictivos que agregan valor a casi todos los aspectos de la gestión de proyectos de construcción, incluidas áreas críticas como cronograma, costo / presupuesto, calidad, seguridad, riesgo y colaboración.

Esto permite a las organizaciones monitorear regularmente los desarrollos y ajustar los planes utilizando información predictiva actualizada. 

Dicho sistema produce inteligencia dinámica, aprende de sus modelos de aprendizaje automático que se vuelve más inteligente y preciso con el tiempo. Con los conocimientos que genera este proceso, las organizaciones están mucho mejor capacitadas para empoderar a sus equipos de proyectos con la inteligencia adecuada para tomar decisiones oportunas.