Su principal
objetivo es mejorar el rendimiento energético en edificios, basándolo
en el consumo individual, de forma que cada usuario del inmueble abone
únicamente la cantidad que consume, para así optimizar el
uso de la energía, garantizar un confort adecuado, evitar costes
innecesarios y rebajar la huella de carbono del edificio. Con carácter
general, la normativa será de aplicación en edificios con
sistemas de calefacción o refrigeración construidos antes
de la aprobación del Reglamento de Instalaciones Térmicas
en los Edificios de 1998, pero se establecen requisitos concretos y exenciones
con el objetivo de asegurarse de que la instalación se haga solo
en aquellos casos en los que sea técnica y económicamente
viable. El calendario de cumplimiento será gradual, y no será
necesario realizar la instalación en el próximo invierno
2020-2021.
El Consejo
de Ministros ha aprobado el Real Decreto por el que se regula la contabilización
de consumos individuales de calefacción. En virtud del nuevo Real
Decreto, antes del 1 de mayo de 2023 todos los edificios con calefacción
central –1,5 millones de hogares en España– deberán instalar
contadores de calorías o repartidores de costes de lectura remota.
La aplicación de la norma afectará a todos aquellos inmuebles
que no resulten exentos de la obligación, por no ser ésta
rentable o ser técnicamente inviable. El texto también establece
un calendario para llevar a cabo la petición de presupuesto y para
su implantación, así como un régimen de sanciones
en caso de incumplimiento.
La aplicación
de esta medida supondrá importantes ahorros económicos y
de emisiones de gases contaminantes. Según datos de ISTA, empresa
especializada en medición, reparto y ahorro de consumos de calefacción,
líder del sector, la medición individual significará
un ahorro cercano a los 1.100 millones de euros en los próximos
cinco años, además de una reducción de 1,05 millones
de toneladas de CO2 anuales. De media cada hogar podrá ahorrarse
unos 250 euros anuales.
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“Llevábamos
seis años pendientes de la aprobación de este Real Decreto.
Con él, España se sitúa por fin dentro del marco europeo
en materia de Eficiencia Energética. Además de suponer un
importante impulso en la lucha contra el calentamiento global, con su aprobación
se incentiva la creación de empleo y la mejora de nuestra economía”,
señala Ignacio Abati, director general de ISTA y presidente de Aercca
(Asociación Española de Repartidores de Costes de Calefacción).
En Madrid, obligatorios
antes de octubre de 2022; en Barcelona, en 2023
El texto aprobado
establece el 1 de mayo de 2023 como fecha límite y se fija un calendario
para regular su puesta en marcha de manera gradual, “aunque estamos sobradamente
preparados, así se evitará que se produzca un embudo en la
instalación de estos dispositivos”, explica Abati.
En concreto,
la norma establece dos plazos: primero, la fecha límite para obtener
al menos un presupuesto estandarizado; y, segundo, la fecha límite
para tener activa la instalación, que será siempre 15 meses
después.
Así,
los primeros inmuebles sujetos a obligación serán los edificios
no residenciales y aquellos bloques situados en la Zona Climática
E –la más fría– (Soria, Burgos, León y Ávila)
con más de 20 viviendas, que tendrán que obtener al menos
un presupuesto acreditativo antes del 1 de febrero de 2021 para dentro
de los 15 meses siguientes realizar su implantación. El 1 de julio
de 2021 les llegará el turno a los edificios situados en la Zona
Climática E con menos de 20 viviendas y aquellos de la Zona D (Madrid,
Zaragoza, Valladolid, Lérida, entre otras) con al menos 20 pisos.
El 1 de diciembre de 2021 será obligatorio para los edificios en
la Zona Climática D con menos de 20 viviendas y los situados en
la Zona Climática C (Barcelona, La Coruña, Cantabria, Asturias…)
con al menos 20 pisos. Y el 1 de febrero de 2022 finalizará el plazo
para la obtención de presupuestos en los edificios en la Zona Climática
C con menos de 20 viviendas.
Teniendo en
cuenta que el propietario de la vivienda deberá proceder a la instalación
en un plazo máximo de 15 meses desde las fechas límite para
pedir presupuesto, los contadores o repartidores deberán estar activos,
respectivamente, no más tarde del 1 de mayo de 2022; 1 de octubre
de 2022; 1 de marzo de 2023; y 1 de mayo de 2023.
Así,
Soria, por ejemplo, tendrá que tener instalados los contadores antes
del 1 de mayo de 2022, mientras que en Madrid serán obligatorios
con anterioridad a octubre de ese mismo año. En Barcelona habrá
que esperar hasta 2023.
El Real Decreto
también establece que quedan exentos de la obligación aquellos
edificios situados en las zonas climáticas ?, A y B (Islas Baleares,
Canarias, Almería, Córdoba, Sevilla, Alicante…), además
de los que acrediten que por motivos de viabilidad económica –la
inversión a realizar se amortiza en más de 4 años–
o técnica no pueden llevar a cabo el cambio.
El Gobierno
estima que la aplicación del Real Decreto generará en torno
a 2.000 o 3.000 puestos de trabajos, directos e indirectos. Por otro lado,
y con el objeto de apoyar a los colectivos más vulnerables en la
implantación de esta medida, que favorecerá un consumo más
eficiente, el Gobierno habilitará una partida presupuestaria para
la concesión de ayudas.
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“El objetivo de
este Real Decreto, entre otros aspectos, es mejorar la eficiencia energética
de los inmuebles ya existentes y con cierta antigüedad. Conocer el
consumo de manera puntual o contar con herramientas como las válvulas
termostáticas para regular la temperatura, permitirán al
usuario controlar su gasto energético, reduciendo tanto el importe
de su factura como las emisiones de CO2”, explica Abati.
La entrada en
vigor del Real Decreto se producirá tras su publicación en
el BOE. A partir de esta fecha, las comunidades de vecinos de las zonas
climáticas señaladas deberán proceder a la petición
de presupuestos e instalación de los equipos.
El Gobierno
español lleva un retraso de 6 años para adaptar su marco
normativo al europeo en materia de eficiencia, y ya en el año 2019
Bruselas advirtió que llevaría a España ante el tribunal
de Justicia Europeo por esta causa. De esta manera, España se pone
al día en materia de contabilización individual de consumos.
Ignacio Abati, director
general de ISTA y presidente de Aercca (Asociación Española
de Repartidores de Costes de Calefacción
¿En
quién confiar?
Recomendamos
elegir una empresa con experiencia y con calidad AENOR acreditada. La empresa
que instale y haga el reparto de los costes de calefacción debería
estar acreditada como empresa certificada por AENOR, y tener suficiente
experiencia en España (al menos más de 50.000 repartidores
instalados). Eso garantiza, por ejemplo, que las instalaciones se hacen
siguiendo unos estándares de calidad, que haya un call center de
atención al cliente, un seguro de responsabilidad civil, atención
post-venta adecuada, etc.
¿Qué
repartidor elegir?
La recomendación
aquí es elegir una empresa que disponga de dispositivos que garanticen
una vida útil de al menos 10 años, que se hayan fabricado
siguiendo las normas UNE de calidad, y que hayan sido homologados en laboratorios
de los países con mayor exigencia de calidad (Alemania, Dinamarca).
Si un repartidor de costes no puede ser instalado en Alemania porque no
cumple con sus exigencias de calidad, tampoco debería instalarse
en España.
¿Cuándo
instalar?
Instalar antes
tiene grandes ventajas: por un lado es posible que el incremento de demanda
tenga un incremento de precios, sobre todo en el coste de la instalación.
Por otro lado, cuanto antes se instalen los repartidores o contadores,
antes se podrá disfrutar de los ahorros de calefacción que
esto conlleva, y que según el propio Ministerio de Transición
Ecológica alcanzan el 24% del gasto en calefacción.
¿Instalar
válvulas termostáticas?
Para obtener
ahorros, es necesario que las familias tengan los instrumentos necesarios
para poder regular sus propios consumos. Esto sólo es posible con
las válvulas termostáticas en los radiadores, de las que
ISTA recomienda su instalación.
¿Equilibrado
hidráulico, sí o no?
Sí,
ISTA recomienda el equilibrado hidráulico de la instalación,
siempre que se instalen las válvulas en los radiadores. Esto garantizará
la eliminación de ruidos en la instalación, y sobre todo
que cada vivienda disfrute del confort que demanda, obteniendo así
el ahorro esperado.
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