El mercado
muestra un creciente apetito por los contratos de compra de energía,
que se están convirtiendo en contratos considerablemente más
sofisticados, especialmente a medida que los fondos de inversión
y las empresas de servicios públicos están ganando peso en
el mercado español de energías renovables.
La opción
preferida por compradores y patrocinadores es un PPA sintético por
un plazo aproximado de 10 años, lo que deja algunos años
de riesgo comercial que los prestamistas suelen intentar reducir mediante
la implementación de mecanismos de liquidación de efectivo.
Además,
la naturaleza vinculante de un PPA no podría entenderse sin las
garantías líquidas adecuadas en vigor (principalmente, cartas
de crédito (LC) proporcionadas por una institución financiera).
El coste de
las LC y las limitaciones para obtenerlas por parte de los patrocinadores
ha llevado a buscar alternativas más rentables para el patrocinador,
pero al mismo tiempo ofrecen suficiente comodidad tanto para los financieros
como para los compradores.
Uno de estos
nuevos proyectos alternativos sería la implementación de
una opción de compra a favor del comprador, respecto de las acciones
del prestatario. En este caso, ante la ocurrencia de un incumplimiento
de pago (o la aceleración de la deuda) por parte del prestatario,
el comprador puede, a su propia discreción, ejercer la opción
de compra y convertirse en propietario del proyecto, reembolsando la deuda
a los financistas (o subsanando el impago correspondiente).
Aún
está por verse si estos nuevos proyectos alternativos se volverán
atractivos en el ámbito de la financiación de proyectos.
Ante la posibilidad
de un incumplimiento de pago (o la aceleración de la deuda) por
parte del prestatario, el comprador puede, a su propia discreción,
ejercer la opción de compra y convertirse en el propietario del
proyecto, reembolsando la deuda a los financieros (o curando el pago predeterminado).
A pesar de
la creciente relevancia de los PPA en el mercado español, el gobierno
español ha anunciado recientemente su intención de volver
a las tarifas de alimentación durante 2020, con unas subastas estimadas
de 3.000 MW sobre una base de 'pago por oferta'. Sin embargo, no se sabe
si este plan finalmente avanzará, ya que los efectos del covid-19
en la economía española pueden jugar un papel importante
en el mercado español de energías renovables.
Por tanto,
se espera que los PPA se mantengan como una de las herramientas más
importantes detrás de los proyectos de energías renovables
en España.
Se espera que
el número de operaciones de financiación de proyectos en
España aumente en 2020 como resultado de los factores descritos.
La banca tradicional y la financiación a largo plazo serán
sustituidas progresivamente por otras estructuras innovadoras introducidas
por nuevos participantes en el mercado.
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