El plazo para
presentar ofertas en esta licitación se inició el pasado
mes de enero, y de las ofertas presentadas, la que ha obtenido la mejor
valoración es la presentada por la UTE que han conformado las empresas
de ingeniería vizcainas Idom, Sener y Euskontrol. Su oferta mejora
en un 15,1% el precio base de licitación, bajándolo de 10,5
millones a 8,9 millones de euros. Esto supondrá un ahorro de 1,6
millones de euros sobre la cantidad prevista por la Diputación para
ejecutar este contrato.
El diputado
foral de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, Imanol Pradales, ha
informado de que el proyecto constructivo del túnel deberá
estar finalizado en un plazo de 33 meses, con lo que se mantiene el cronograma
previsto por la Diputación para que el túnel bajo la ría
entre en servicio en 2028. Según ha señalado “con el nuevo
paso que damos hoy, ganamos un futuro mejor para Bizkaia. Es muy importante
que los proyectos estratégicos sigan adelante, a pesar del COVID
es muy importante seguir dando pasos y hoy seguimos dando pasos a favor
de un túnel que va a ser fundamental como alternativa al puente
de Rontegi, para mejorar la conexión entre márgenes y para
revolucionar la movilidad en Bizkaia”.
Pradales ha
destacado además la importancia de la inversión que hace
la Diputación, “porque nos enfrentamos a un momento de crisis económica
y de empleo, en el que la administración debe utilizar la inversión
pública como palanca para hacer frente a la crisis económica
y ganar competitividad”. En ese marco ha subrayado que “un proyecto estratégico
como el del túnel bajo la ría genera empleo y actividad económica”,
recordando que el sector de la construcción emplea a más
de 28.000 personas en Bizkaia, y supone un 6% del PIB del territorio.
El túnel
bajo la ría es la opción más adecuada para resolver
el problema derivado de la falta de alternativas al puente de Rontegi,
por el que atraviesan cada día una media de 140.000 vehículos,
con picos de 165.000 vehículos, en los tránsitos entre la
A-8, La Avanzada y el corredor del Txorierri. Esa falta de mallado de la
ría se traduce en la alta vulnerabilidad de Rontegi y su entorno,
así como en la realización de sobrerrecorridos para cruzar
entre la margen derecha y la margen izquierda de la ría.
A continuación,
se detallan los aspectos más destacados que debe abordar el proyecto
de construcción del túnel bajo la ría.
EL TRAZADO
Y EL MÉTODO CONSTRUCTIVO
El proyecto
constructivo debe concretar con precisión las dimensiones y el trazado
del túnel. Los trabajos realizados hasta ahora han definido el recorrido
más adecuado en base a criterios técnicos como la profundidad,
la mayor presencia de roca y la menor presencia de suelos, terrenos saturados
y aguas. Ese recorrido enlaza las rotondas de Artaza y Ballonti a lo largo
de 3.037 metros de longitud, evitando el paso bajo la dársena de
La Benedicta.
Para alcanzar
la concreción necesaria, el proyecto constructivo comprende la realización
de nuevos estudios topográficos, geológicos y geotécnicos,
de modo que se obtenga un conocimiento exhaustivo del subsuelo donde se
va a construir el túnel, mediante la utilización de tecnologías
de tratamiento de imágenes de satélite, del método
sísmico H/V o de nuevos sondeos en la ría utilizando una
pontona.
Así
mismo el conocimiento exhaustivo del terreno permitirá definir el
método constructivo más adecuado para esta infraestructura.
Los estudios previos han determinado que el recorrido permite la utilización
del método convencional, de tuneladora o del sistema de cajones
cut and cover. La utilización de uno u otro se determinará
por criterios técnicos, y tendrá efecto directo en la inversión
necesaria para la construcción, que puede variar entre los 337 millones
del método convencional, los 367 del uso de tuneladora y los 403
del sistema de cajones.
LAS CONEXIONES
EN AMBAS MÁRGENES
El túnel
bajo la ría enlazará con la red de alta capacidad en las
rotondas de Ballonti y Artaza, habilitando ramales propios de salida para
aquellos movimientos de tráfico con mayor demanda y evitando su
entrada en la rotonda. En el caso de Artaza, esos ramales transcurrirán
a través de túneles hacia Zugazarte, Uribe Kosta y La Avanzada.
El proyecto
constructivo debe definir con exactitud como serán esos enganches,
minimizando las afecciones urbanísticas y optimizando la fluidez
y la seguridad de los tráficos. Para ello se tendrán en cuenta
nuevos estudios de tráfico que simulen los efectos de la puesta
en servicio del túnel, actualizando los datos que se disponen con
los estudios realizados hasta el momento y que prevén que el túnel
capte una media de 51.000 vehículos al día, sacando 14.000
vehículos de La Avanzada, 18.000 de la A-8 en Barakaldo y 35.000
del puente de Rontegi.
LA MULTIMODALIDAD
El proyecto
constructivo debe definir de qué manera el túnel puede ser
multimodal, ya que la Diputación quiere aprovechar esta infraestructura
para otros medios de transporte, y que no sea utilizada únicamente
por vehículos privados. Tal y como adelantó el diputado general,
Unai Rementeria, el objetivo es dar al túnel su máximo potencial,
maximizar la inversión y el beneficio para las personas de Bizkaia,
estudiando cual es la mejor opción desde el punto de vista social,
medioambiental y económico.
LA DIGITALIZACIÓN
MEDIANTE MODELIZACIÓN BIM
Entre las condiciones
establecidas por la Diputación para la redacción del proyecto
constructivo se encuentra la definición de un panel internacional
de expertos en este tipo de infraestructuras, para su colaboración
en campos como el tráfico, túneles, métodos constructivos,
seguridad en túneles, túneles en suelos blandos y multimodalidad.
Así
mismo, otra exigencia innovadora es la elaboración de un gemelo
digital del túnel y del terreno que atraviesa mediante metodología
BIM. De este modo se simulará digitalmente la construcción
del túnel, anticipando todos los pasos que posteriormente habrá
que dar sobre el terreno en la construcción real.
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