La rehabilitación
de vivienda, aunque en volumen de proyectos es mucho menor que la construcción
de vivienda nueva, puede tener un impacto importante en la economía
y en la mejora tanto de habitabilidad como medioambiental de las viviendas.
La calidad de vida de la ciudad implica cubrir una serie de necesidades
urbanas dirigidas a la reducción del impacto medioambiental planificando
adecuadamente el crecimiento urbano y revalorizando la ciudad con la rehabilitación
estructural y energética. En línea con las recomendaciones
de la Declaración de Toledo, se abren diversos ámbitos de
actuación, como la edificación y la ocupación de suelo,
el consumo energético, las emisiones de gases de efecto invernadero
(GEI), la movilidad urbana, la calidad del aire, el consumo de materiales,
la generación de residuos municipales, el ciclo urbano del agua,
la biodiversidad y la huella ecológica urbana.
Todo esto plantea
un amplio margen para la mejora de la calidad de vida que generaría,
por otro lado, una importante línea de actividad para el sector
de la construcción.
El estado en
el que se encuentra el parque de viviendas de la Comunidad Valenciana es
bueno en su mayoría, sin embargo, el 10% se encuentra en estado
ruinoso, malo o deficiente. Esto implica que más de 315.000 viviendas
podrían ser susceptibles de rehabilitación o reforma. Durante
2019, según datos del Ministerio de Fomento, se rehabilitaron en
la Comunidad Valenciana 3.260 viviendas. “Esta cifra es muy inferior a
lo deseado, y las medidas propuestas por las diferentes Administraciones
no han sido capaces de impulsar proyectos suficientes para que esta actividad
haya supuesto un revulsivo tanto económico como social”, afirman
los promotores valencianos.
PROPUESTAS
DE ACTUACIÓN POST COVID PARA LA RECONSTRUCCIÓN DE LA COMUNIDAD
VALENCIANA
Las Promotoras
de Valencia APROVA, integrantes de la Federación de Promotoras de
la Comunidad Valenciana, lanzan una propuesta para revitalizar el sector
como actor multiplicador de la economía. El sector inmobiliario
es un sector tractor de la economía con una potente capacidad para
crear empleo y riqueza no sólo directamente, sino indirectamente.
Por su naturaleza, la construcción es una actividad en la cual intervienen
numerosos agentes, abarcando actividades de promoción, financiación
y comercialización, de producción, de elaboración
de proyectos y dirección facultativa y ejecutiva de la obra, controles
de calidad y seguridad. También incluye actividades de producción
en sentido estricto, tanto de la propia obra como en el suministro de materiales
y en las tareas de instalaciones y acabados. Esto se traduce en un gran
volumen de actividad y empleo. La inversión en la construcción
(edificación y obra civil) impulsa tanto la inversión del
propio sector (efecto directo) como la de otros sectores relacionados (efecto
indirecto).
Esta influencia
se plasma en un efecto multiplicador directo del 1,3 e indirecto del 2,14,
lo que supone un efecto total de 3,44, que significa que una unidad de
inversión en el sector de la construcción genera 3.44 unidades
finales de inversión total en la economía. Por otro lado,
el incremento de un 1% en la inversión residencial (número
de viviendas iniciadas), supone un crecimiento en el ritmo expansivo del
PIB real de entre un 0,12 y un 0,15% de forma inmediata.
Además,
esta actividad impulsa la demanda interna a través de dos efectos:
el “efecto renta”, derivado de la generación de producción
y empleo que induce; y el “efecto riqueza”, asociado en general al valor
de la producción del sector como bienes de capital, pero más
en concreto a la tenencia de vivienda en propiedad, que incrementa la riqueza
de los hogares. Por otro lado, este sector tiene un fuerte efecto recaudador
tributario, debido a los retornos fiscales por diversos conceptos, casi
la mitad (0,21 puntos) asociado a la mayor recaudación de IVA, y
otro tanto vía empleo, por el aumento de las cotizaciones sociales
(0,09 puntos), por la recaudación de IRPF en la remuneración
de asalariados (0,03 puntos) y por la reducción del gasto en prestaciones
por desempleo (0,10 puntos).
La otra peculiaridad
destacable, y no menos importante, es la de dar respuesta a las necesidades
habitacionales facilitando el acceso a una primera vivienda, elemento básico
de bienestar de los ciudadanos y aspecto que la propia Constitución
señala como uno de los derechos fundamentales de los españoles.
Por todo ello, aunque son muchas las medidas que desde el sector propondríamos
nos vamos a centrar exclusivamente en dos de ellas:
1.- MEDIDAS
DE IMPULSO AL ACCESO DE LA PRIMERA VIVIENDA
Cobertura (aval
/ seguro) por la Generalitat Valenciana de la parte del préstamo
hipotecario por importe desde el 80% al 100%.
Objetivo:
15.000 viviendas Finalidad: menores de 35 años o familias numerosas
sin límite de edad para adquisición de primera vivienda de
nueva construcción Impacto sociodemográfico.
Actualmente,
la falta de ahorros por parte de los jóvenes determina las posibilidades
de acceso a una primera vivienda en propiedad. Esto no significa que este
colectivo carezca de capacidad de pago, sino que dicho acceso está
imposibilitado por no disponer de los ahorros necesarios para hacer frente
a los gastos iniciales implicados en la compra de una vivienda nueva. Según
el INE, en la última década, el régimen de tenencia
de una vivienda en propiedad ha descendido para la franja de edad comprendida
entre los 30 y los 44 años, mientras que los precios medios de la
vivienda en este intervalo de tiempo han descendido en un 18%5. Esta situación
hace que este colectivo se decante por el alquiler como medida provisional
para independizarse. Mientras que, según las encuestas, el deseo
real de los jóvenes es el de acceder a una vivienda en propiedad,
el tener que destinar parte de su capacidad de gasto al alquiler, impide
la capacidad de ahorro, lo que implica un retraso en la decisión
de compra, unos periodos de alquiler más largos y, por consiguiente,
la tensión de los precios en los alquileres por el incremento de
la demanda.
Consecuencia
directa de todo esto es el retraso en la tasa de emancipación de
los jóvenes que, según los datos del último estudio
del Observatorio de la Emancipación Juvenil, en España se
sitúa en el 18,5%, pero que en la Comunidad Valenciana, sin contar
con personas que proceden de otras provincias o del extranjero, cae drásticamente
al 15%. Según lo expuesto, parece evidente la necesidad de políticas
activas que impulsen el acceso a la primera vivienda de jóvenes,
lo que incrementaría la tasa de emancipación y la creación
de nuevos hogares con el consiguiente incremento de la natalidad y el adelanto
de la edad de maternidad, actualmente de 32 años en la Comunidad
Valenciana.
Impacto económico.
Además
de los efectos sociodemográficos antes citados, el impulso del acceso
a una primera vivienda de los jóvenes tendría un efecto económico
casi inmediato, materializado a través del empleo generado y la
recaudación de impuestos que implica la construcción de vivienda
nueva. A continuación se expone una simulación de lo que
supondría, en este sentido, la construcción de una media
de 15.000 viviendas en la Comunidad Valenciana.
Empleos generados
36.000
Impuestos
estatales (IVA) 254.791.500,00
Impuestos
autonómicos (GV) 46.169.994,24
Impuestos
municipales 85.943.720,87
Total 386.905.215,11
Generalitat
Valenciana 61.252.468,08
Estatal 236.048.491,28
Total 297.300.959,36
Recaudación
Total 684.206.174,46
Como se deriva
de la tabla anterior, el impacto de la construcción de 15.000 viviendas
en la Comunidad Valenciana para atender las necesidades de vivienda supondría
la creación de 36.000 empleos y la recaudación de 690 millones
de euros para las arcas públicas.
Riesgos para
la Administración.
En cuanto a
los riesgos que podría asumir la Administración con esta
medida, se estima que no es equiparable a los beneficios sociales y económicos
que se plantean. El riesgo que se asume es el del posible impago de la
hipoteca por parte del comprador y este es bajo, con niveles reducidos
y manejables actualmente.
Estamos aumentado
la LTV7 a personas solventes que, cuya tasa para los préstamos hipotecarios,
en el peor de los casos (2014) nunca superó el 6,32%. En cualquier
caso, y una vez puesta en marcha la iniciativa, el riesgo podría
transferirse a la iniciativa privada como un producto financiero más.
En una hipótesis de aproximación, para las 15.000 viviendas
propuestas con un precio medio de 180.000€, un default o impago desde
el inicio y con la ratio más alta desde que existen registros, el
coste que asumiría la Generalitat Valenciana podría alcanzar
los 34 millones de euros en un escenario extremo: (180.000€ x 0.20
importe avalado) x 15.000 viviendas x 0,0632 ratio default=34.128.000€.
En la práctica el impago debería calcularse a lo largo de
los 10 años de cobertura estimada, por lo que el importe de la cobertura
sería mucho menor y distribuida en esos diez años.
2.- MEDIDAS
DE IMPULSO A LA REHABILITACION DE VIVIENDA Y REGENERACIÓN URBANA.
Los objetivos
que nos vienen marcados por Europa en materia de cambio climático
y eficiencia energética, la situación de nuestro parque de
edificios, la compleja situación económica y el elevado desempleo,
confluyen directamente en la necesidad de que se proceda a un serio y
decisivo impulso
a las actividades de rehabilitación de edificios, con el objetivo
de mejorar su eficiencia energética, sus condiciones de accesibilidad
y su estado de conservación. La rehabilitación de edificios
constituye asimismo un motor de crecimiento y empleo.
La rehabilitación
de vivienda, aunque en volumen de proyectos es mucho menor que la construcción
de vivienda nueva, puede tener un impacto importante en la economía
y en la mejora tanto de habitabilidad como medioambiental de las viviendas.
La calidad de vida de la ciudad implica cubrir una serie de necesidades
urbanas dirigidas a la reducción del impacto medioambiental planificando
adecuadamente el crecimiento urbano y revalorizando la ciudad con la rehabilitación
estructural y energética. En línea con las recomendaciones
de la Declaración de Toledo, se abren diversos ámbitos de
actuación, como la edificación y la ocupación de suelo,
el consumo energético, las emisiones de gases de efecto invernadero
(GEI), la movilidad urbana, la calidad del aire, el consumo de materiales,
la generación de residuos municipales, el ciclo urbano del agua,
la biodiversidad y la huella ecológica urbana.
Todo esto plantea
un amplio margen para la mejora de la calidad de vida que generaría,
por otro lado, una importante línea de actividad para el sector
de la construcción.
El estado en
el que se encuentra el parque de viviendas de la Comunidad Valenciana es
bueno en su mayoría, sin embargo el 10% se encuentra en estado ruinoso,
malo o deficiente. Esto implica que más de 315.000 viviendas podrías
ser susceptibles de rehabilitación o reforma. Durante 2019, según
datos del Ministerio de Fomento, se rehabilitaron en la Comunidad Valenciana
3.260 viviendas. Esta cifra es muy inferior a lo deseado, y las medidas
propuestas por las diferentes Administraciones no han sido capaces de impulsar
proyectos suficientes para que esta actividad haya supuesto un revulsivo
tanto económico como social.
Tampoco su
impacto medioambiental, dado el bajo volumen de proyectos, ha sido significativo.
Por todo ello, con el objetivo de mejorar la eficiencia energética,
las condiciones de accesibilidad y el estado de conservación de
viviendas y edificios, y buscando, por otro lado, que esta actividad sea
lo suficientemente importante como para ejercer de impulso al empleo y
a la generación de riqueza, se deben desarrollar medidas de apoyo
a la rehabilitación y regeneración urbana, ampliando la inversión
y mejorando la efectividad de las mismas.
Cabe destacar
que la rehabilitación debe acometerse siempre que un estudio previo
justifique que esta alternativa es mejor, según criterios de eficiencia
económica, que la construcción de vivienda nueva, pues cabe
la posibilidad que en algunos proyectos, las circunstancias de distribución,
espacios, conservación del inmueble, etc., indiquen que una rehabilitación
no compense si los recursos económicos y de tiempo superan ampliamente
los beneficios de la misma.
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