Una mayor
circularidad de los actores del sector presenta numerosas oportunidades
en forma de mayores ingresos, menores costes, mayor seguridad en el suministro,
mayor cercanía al usuario y, en general, nuevas oportunidades de
negocio.
En la introducción
del webinar, Marina Sánchez, presentó la Plataforma Tecnológica
Española de la Construcción, PTEC, una asociación,
que aglutina al sector público-privado de grandes y pequeñas
empresas, con 121 socios cuyo objetivo es mejorar las capacidades del con
diferentes grupos de trabajo; uno de los aspectos fundamentales en PTEC
es la formación.
Justo García
(UPM), hizo una referencia histórica a cómo se ha ido evolucionando
para llegar al concepto actual de Economía Circular: el problema
tiene su origen en la primera revolución industrial, de mediados
del s. XVIII en que aparecieron problemas urbanísticos, la globalización
del mercado y la contaminación. Los paradigmas del cambio han sido
la conciencia social, (en 1948 Leopold habló de ´ética
medio ambiental'). En los años 60 aparecen las primeras nociones
de ecologismo (Rachel Carson y su ´Primavera Silenciosa´).
En los 70 hay efemérides, el manifiesto por la supervivencia o el
informe los límites del crecimiento + conferencia NNUU ´Solo
una Tierra´ que permitió establecer un plan de acción
compatible con el crecimiento. En los 80 apareció el informe Brundland
con y la introducción del concepto de ´desarrollo sostenible´;
también Capra habló de abordar el tema como un problema global.
En los 90 aparecen los pensadores P. Bourdieu y Guattari (que habla de
´ecosofia´). En el s. XXI la sostenibilidad es un término
implantado y se prostituye. Así se llega a un concepto holístico,
equilibrado de sostenibilidad, que tiene en cuenta las partes social, medio
ambiental y económica, es decir, una visión comprometida.
Además
ha aparecido el término cambio climático que ha irrumpido
en nuestras vidas; el cambio se justifica por causas naturales y antrópicas.
También se ha unido la necesidad de eficiencia energética
(preocupación por el consumo). De esta manera se llega a la Economía
Circular que habla de la necesidad de cerrar el círculo. La primera
que lo desarrolla es Ellen MaCarthur en el WEF de Davos de 2012. Esto supone
mantener el valor en todo momento. En 2015 la EU lanzó una postura,
un Plan de Acción, para minimizar los residuos, y así se
llega a principios de junio de 2020 en que se aprueba la Estrategia Española
de Economía Circular. Este documento, indicó, no es especialmente
innovador y apuesta por la reducción de materiales en un 30%, reducir
residuos en un 15%, reducir residuos de alimentos en un 50%, incrementar
la reutilización y mejorar la gestión del agua.
En la construcción
supone trasladar esta filosofía de MaCarthur y actuar desde el inicio,
desde la extracción de recursos, la fabricación (con prefabricación),
el ensamblado, el diseño (con materiales circulares), la propia
construcción, el uso, la deconstrucción, la gestión
de residuos y el vertido. Todos los agentes, indicó García,
han de trabajar en esta línea, siendo fundamental la concienciación
de todos los actores.
Manuel Aguirre,
de Sostinendo se refirió al ´pensamiento sistémico´
que es más que la suma de las partes, como concepto. Los sistemas
son complejos y se precisa valorar la diversidad, la adaptabilidad y la
interdependencia. En la edificación, estudiada como un sistema,
hay flujos en las etapas, en la que intervienen los diferentes grupos de
interés (hasta 20 actores), pero no siempre hay interconexión
o interdependencia o diversidad.
La visión
sistémica ofrece oportunidades y ayuda de manera individual; así
se contemplan los impactos de desempeño social y ambiental y permite
nuevos criterios de diferenciación y una nueva fuente de ingresos.
Jaime Moreno,
de Tecnalia indicó que la recuperación requiere tecnologías
innovadoras, de recuperación de recursos, de productos ecodiseñados
y trazabilidad/ garantía. Los residuos de hormigón y cerámico
son los principales en la construcción, lo que requiere una demolición
selectiva y/o tecnologías avanzadas de recuperación.
Moreno habló
de tecnologías de separación y de mejora o incluso transformación:
sensores ópticos (NIR+VIS), con rendimientos del 90%, separación
densimétrica de aceleración diferencial (JIG) muy aplicada
en minerales, ADR+HAS de separación, captura de CO2 y mejora de
RCD por carbonatación acelerada (proceso inverso a la fabricación
del cemento). Otro proceso es el hidrotermal para la síntesis de
aerogeles a partir de RCD, micronización por molienda, tecnologías
de transformación (como SICLA) en aerogeles.
Moreno indicó
que también hay soluciones digitales, a través de trazabilidad
y seguimiento de calidades.
Los productos
reciclados sirven para producir nuevos productos, y puso varios ejemplos:
ecocementos (con adiciones que mejoran las prestaciones), ecohormigones
(con 75% de peso de recursos naturales por reciclados…están ensayando
con Acciona paneles tipo sandwich) o aerogeles (de los mejores aislantes
térmicos) y otros productos.
Edith Guedella
(Acciona) puso dos ejemplos prácticos de simbiosis industrial y
ecodiseño en construcción, aspectos en los que viene trabajando
su empresa desde hace 30 años en diferentes proyectos.
Como caso de
simbiosis industrial, se refirió al tratamiento de suelos de sulfatos
ácidos en Australia en Hardwood Bridge Project que supone la sustitución
de cal por un residuo secundario de escorias del acero, mejorando las propiedades
mecánicas (supuso ensayos de laboratorio de otras industrias, análisis
previos, involucrando a toda la cadena de valor), obteniendo autorizaciones
para su uso.
Otro caso de
simbiosis industrial es el de cenizas de la industria papelera para estabilización
de suelos (utilizadas en la variante A33 Font de Figuera) en la que la
puesta en obra fue muy similar.
En ecodiseño
destacó el empleo de materiales compuestos en construcción,
como en el faro del puerto de Valencia, con uso de materiales de mayor
durabilidad y mínimo mantenimiento en el que se incluyeron también
otros componentes como energía fotovoltaica. Otra solución
innovadora fue la impermeabilización del túnel del puerto
de Pajares, con materiales compuestos.
Guedella también
se refirió a las barreras no tecnológicas de introducción
de subproductos, de autorización, de nuevos procesos y de aceptación,
así como de barreras tecnológicas y relativas a normativa
que es preciso ir superando. Animó a aplicar estos modelos de negocio,
mostrando también proyectos como Fissac. La construcción
puede liderar el cambio, finalizó.
Fernando Pardo,
de Saint Gobain Placo habló de la demolición selectiva, que
aún es difícil implantar, entre otras cuestiones por el bajo
coste del vertido. Surgen oportunidades con el ecodiseño regulando
el mercado de materias primas secundarias (a través de fiscalizar
los residuos, la condición de final de residuos y normas de utilización)
Pardo indicó
que aún el coste del reciclaje es mayor que el de vertido y eliminación,
si bien el esfuerzo en recuperación de materiales es enorme, si
bien será necesario cambiar la inercia actual, y hacerlo por Decreto;
además algunos materiales también son difíciles reciclar.
En su opinión
las palancas para la Economía Circular es aplicar los sellos de
certificación (VERDE, LEED y BREEAM) que producen ahorros de energía,
agua y emisiones (incluso habló de que deberían ser obligatorios)
así como beneficiar el promotor (mayor rentabilidad).
Para el caso
de PYL, Pardo indicó que ya se cuentan con tecnologías y
con trazabilidad (con garantías/ contratos, certificados), y condiciones
de aceptación del residuo (implantando cultura de reciclaje).
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