A medida que
los proyectos incurran en una mayor presión final, es probable que
las inversiones tomen dos direcciones. Primero, la consolidación:
los inversores buscarán clases de inversión agregadas más
grandes y grupos de activos, favoreciendo a los operadores más grandes.
En segundo lugar, la tecnología: la necesidad de mejorar el rendimiento
impulsará la búsqueda de tecnologías que se puedan
desarrollar e implementar en proyectos que mejoren los rendimientos.
Según
muchas fuentes, las tecnologías eólica y solar ahora pueden
competir contra otras tecnologías de energía convencionales
sin apoyo público adicional. Han alcanzado competitividad de costes
en muchas partes del mundo. Para las tecnologías que han logrado
una comercialización completa, como la eólica y solar en
tierra, la desaceleración será menor y las reducciones de
subvenciones posiblemente estén justificadas. Al mismo tiempo, es
probable que el coste de la energía renovable continúe disminuyendo,
lo que puede conducir a subastas de energía cada vez más
competitivas. Esto podría llevar a los productores de energía
renovable a acelerar su búsqueda de nuevas rutas para comercializar
energía.
Con el tiempo,
es probable que la energía renovable esté más expuesta
al riesgo de energía comercial, y por lo tanto, las inversiones
en energías renovables podrían ver un enfoque más
integrado para capturar la ventaja en la cadena de valor de la energía.
En general, la fijación de precios del carbono en todas las tecnologías
sigue siendo la herramienta política más adecuada que impulsaría
el crecimiento de las energías renovables y lograría la transición
a una combinación energética más limpia.
Para 2050,
la generación de energía solar fotovoltaica (FV) y eólica
será de 36,000 teravatios-hora por año, más de 20
veces la producción actual. Uno de los mayores impactos en la disminución
de las subvenciones renovables es la disminución de los ingresos
predecibles. la naturaleza no se puede enviar, y cualquier cosa que no
se pueda enviar está más expuesta al riesgo de mercado, que
variará de un país a otro, pero en última instancia,
el riesgo comercial se convertirá en un motor de acuerdos. La comunidad
inversora debe capitalizar oportunidades significativas para continuar
apoyando el crecimiento de las energías renovables. La cantidad
de proyectos que se instalarán y sus diversas ubicaciones requerirán
procesos de transacción cada vez más eficientes. Los productores
de energía tendrán una cartera creciente y cambiante de activos
que necesitarán operar con volúmenes crecientes de generación
variable.
A medida que
las energías renovables pasan a una fase libre de subvenciones,
los desarrolladores necesitarán una mayor comprensión de
las oportunidades y los riesgos del mercado eléctrico. También
deberán evaluar enfoques alternativos para maximizar el valor de
sus desarrollos, como incorporar el almacenamiento en los proyectos.
Debido a los
activos más descentralizados, tenemos una gran demanda de cambio
digital en nuestra industria. Las empresas de servicios públicos
tienen una gran necesidad de agregar los diferentes tipos o fuentes de
energías renovables dentro de una planta de energía virtual
eficiente y confiable. La disminución de los subvenciones está
respaldando Además de los costes de inversión, los costos
del proceso se ven obligados a ser mínimos para alcanzar el rendimiento
objetivo de las inversiones cubriendo perfiles de riesgo más altos
en la estructura de producción descentralizada.
EJEMPLO
DE LAS INFRAESTRUCTURAS DE ENERGÍAS LIMPIAS
La construcción
de una planta fotovoltaica generará 200 empleos en la provincia
de Córdoba.
La inversión
en la nueva instalación solar asciende a 37 millones de euros. La
firma Ibox Energy quiere inaugurarla en el último trimestre de este
año
La compañía
Ibox Energy, constituida por las empresas Cox Energy e Ibexia Development,
comenzó en abril la construcción de una planta fotovoltaica
de 50 megavatios en Posadas que empleará en distintas fases a unos
200 trabajadores de diferentes perfiles, entre instaladores eléctricos,
ingenieros, técnicos, personal de seguridad y operarios de construcción,
principalmente.
Se prevé
que la obra esté concluida en seis meses y se puedan inaugurar las
instalaciones entre octubre y diciembre. La planta generará energía
por un total de 100 gigavatios hora anuales, lo cual vendrá a satisfacer
las necesidades de electricidad de más de 28.000 viviendas y evitar
la emisión de 25.000 toneladas de CO2.
La creación
de esta importante cantidad de puestos de trabajo supondrá no solo
una inyección económica significativa para esta zona de la
Vega del Guadalquivir, sino también de moral, dada la situación
derivada de la crisis sanitaria del covid-19. Así, la mayoría
de las empresas subcontratadas por la empresa fotovoltaica son de Posadas,
siguiendo su filosofía de impacto social positivo.
Fuentes de
la compañía indican que «el Ayuntamiento de Posadas
se ha volcado para conseguir que el empleo sea local», y sobre la
elección de la localidad malena detallan que «albergaba unos
terrenos óptimos que cumplen con los requisitos necesarios para
la construcción de esta planta, como tener cerca puntos de conexión
o ser un lugar adecuado de radiación solar». La finca se halla
muy cerca de las faldas de La Sierrezuela, a ambos lados de la carretera
que une Posadas con Hornachuelos.
Desde el Consistorio,
el concejal de Obras, Manuel Pulido, afirma que «fue determinante
que el compromiso de contratación de empresas locales se quedara
recogido en un convenio, lo que demuestra el grado de compenetración
entre el Ayuntamiento y la compañía».
Pulido valora
muy positivamente el movimiento y la vida que le está dando la planta
al pueblo, ya que también conlleva compras y gastos en otros comercios,
almacenes, hostelería, etcétera. «Aunque se trate de
una generación de riqueza de manera puntual y temporal, es muy importante
para Posadas y pienso que a lo largo de la construcción se podrán
superar incluso esos 200 empleos», indica Pulido.
En cuanto a
la financiación del proyecto, cuya inversión asciende a 37
millones de euros, esta corre a cargo de Triodos Bank, entidad holandesa
referente en banca ética y sostenible para la que supone su primera
actuación en una planta fotovoltaica en España, que venderá
la energía generada mediante un contrato a largo plazo corporativo.
Con anterioridad, Triodos Bank ya había financiado otros proyectos
eólicos y fotovoltaicos sin subvenciones.
Junto a la
de Posadas, Ibox Energy pretende alcanzar durante este año más
de 200 megavatios con el desarrollo de otras plantas que posee en Manzanares
(Ciudad Real), y en Hornachos y Olivenza (Extremadura), respaldadas por
contratos de venta de electricidad a largo plazo.
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