El propio
Gobierno español en su Plan Nacional Integrado de Energía
y Clima (PNIEC) 2021-2030, establece como objetivo la rehabilitación
de 1,2 millones de viviendas hasta el año 2030, objetivo que, según
Alfredo Sanz, presidente del CGATE, “se antoja poco ambicioso, y necesitará
de un fuerte impulso para conseguir la tasa de crecimiento deseada". Antes
de la crisis del COVID-19, se llegaron a rehabilitar 30.000 viviendas al
año, según el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda
Urbana, antes Fomento.
Para el presidente
del CGATE, “tradicionalmente España ha estado y sigue estando muy
por debajo de la media de los países europeos en materia de rehabilitación,
probablemente por falta de políticas incentivadoras; y esta actividad
tiene un indudable margen de crecimiento, que en términos de mano
de obra se puede estimar en la creación de alrededor de 500.000
puestos de trabajo anuales”.
Por lo que
se refiere al volumen de inversión, la restauración y conservación
de edificios en España se ha mantenido constante. “Si se aprecia
una mejora porcentual respecto al total, se debe a la reducción
del volumen de la obra nueva tras la crisis”, justifican desde el CGATE.
Así, los últimos datos del Observatorio de Vivienda y Suelo
del Ministerio constatan que desde el 2002 al 2017 el volumen de negocio
en rehabilitación se ha mantenido prácticamente inalterable.
El CGATE propone
también una simplificación administrativa para agilizar las
licencias y defiende que los Colegios Profesionales, como corporaciones
de derecho público, son el mejor ejemplo de la simbiosis de colaboración
público-privada, y ponen a disposición de las administraciones
todo su potencial con plenas garantías jurídicas, para la
agilización de trámites administrativos. Para el desarrollo
del Plan de Rehabilitación, será necesario que España
implemente, de forma urgente, las recomendaciones establecidas por la propia
Comisión Europea: mejorar la accesibilidad, la eficiencia energética,
la salubridad y el estado de conservación de los edificios.
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