En el transcurso
del encuentro, se trató la necesidad de mejorar y flexibilizar la
fiscalidad y las condiciones de financiación, tanto en la compra
como en el mercado del alquiler; la necesaria colaboración público-privada,
con la movilización de suelos y sus correspondientes usos; una mayor
seguridad jurídica que genere confianza, dando mayor estabilidad
y claridad normativa; y el apoyo a la economía social, donde la
vivienda es un pilar básico en el desarrollo personal y profesional,
que contribuya a vertebrar el futuro de la política de vivienda.
Contar con
un modelo de financiación suficiente y estable y seguir trabajando
en materia de rehabilitación y regeneración urbana, como
modelo sostenible de mejora del parque inmobiliario madrileño, estrechamente
ligado al I+D+I, han sido otros de los aspectos más destacados de
la reunión.
David Pérez
señaló que, del mismo que es necesario en este momento suscribir
un acuerdo regional en esta materia, lo es igualmente abordar el problema
de la vivienda en clave nacional.
En este sentido,
el consejero trasladó el pasado 27 de febrero -en nombre del Ejecutivo
presidido por Isabel Díaz Ayuso- la necesidad de que el Gobierno
central convocara de manera inmediata la Conferencia Sectorial de Vivienda,
Urbanismo y Suelo. Esta reunión, a través del Ministerio
de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, debe servir “para que las comunidades
autónomas tengamos voz y participemos de los planes del Gobierno
de la nación en materia de vivienda”, ha explicado Pérez,
demanda que a día de hoy no ha sido atendida.
El presidente
de CONCOVI, Juan Casares, señaló la necesidad de establecer
medidas concretas, específicas y efectivas para las cooperativas
de viviendas, como parte esencial de la Economía Social, entre las
que destacan la creación de un Fondo Solidario de Vivienda Cooperativa
que permita, entre otras cosas, que la cooperativa sea patrimonialista,
para que pueda absorber las viviendas de los socios que se den de baja
y así hacer viable la promoción.
Asimismo, destaca
la necesidad de agilizar los trámites a la hora de conceder licencias
de primera ocupación, recuperando el silencio positivo, y una colaboración
público-privada más activa entre la Administración
y la Economía Social en materia de vivienda, con la movilización
de suelos para diferentes usos.
PETICIONES
DE LAS COOPERATIVAS DE VIVIENDA. CONCOVI.
-
La Soc. Cooperativa
en construcción deben tener el derecho de paralizar el pago de intereses
promotores sin exigir más avales ni garantías.
-
Recuperar el silencio
administrativo positivo en el trámite de la Licencia de Primera
Ocupación.
-
Reducir la tasa
inicial de solicitud de licencia de edificación.
-
Se reclama que
se aplique el número 6 de la DA quinta de la Ley 27/1999, facilitando
las opciones de compra gratuitas y el pago tras la licencia.
-
Fomentar la colaboración
público-privada, con nuevos Pliegos.
-
Establecer la
desgravación fiscal para la adquisición vivienda en régimen
cooperativo.
-
Reducción
del IVA al 4% para trabajos relacionados con la construcción.
-
Habilitar mejores
medios telemáticos.
-
Regular que las
cooperativas pueden recibir cantidades de sus asociados para la compra
de terrenos sin perjuicio de tener que entregar aval de cantidades a cuenta
cuando se obtenga la licencia.
-
Aceptación
que la cooperativa sea también patrimonialista, para que pueda absorber
las viviendas de los socios que se den de baja y así hacer viable
la promoción.
-
Volver a un estado
de exención real y efectivo ante el pago del AJD
LA VIVIENDA
SOCIAL EN MADRID
Madrid, región
más vivienda protegida de España
Una de cada
seis viviendas protegidas de España se encuentra en la región.
En 2018 se iniciaron más de 75.000 viviendas nuevas en España,
de las cuales casi 12.000 viviendas lo fueron en régimen de protección
pública. De esta manera, de estas más de 75.000 nuevas viviendas,
22.340 se iniciaron en la región madrileña, lo que supone
casi el 30% de obra nueva, y de ellas 4.942 viviendas fueron en régimen
de protección.
Estos datos
señalan que el 41,6% del total nacional de vivienda protegida nueva
construida en España se ha iniciado en la Comunidad de Madrid.
El plan en
materia de vivienda que la presidenta de la Comunidad de Madrid,
El Plan “Vive
Madrid” prevé construir 25.000 viviendas en los próximos
ocho años con las que pinchar la burbuja del alquiler que en la
actualidad sofoca a los madrileños en toda la comunidad, y en especial
en la capital.
Una de las
iniciativas es otorgar mayor disposición a los menores de 30 años
a acceder a viviendas fuera del mercado libre, en el que los precios son
inasequibles a día de hoy para la mayor parte de dicho umbral.
Las familias
de rentas medias, cuyos ingresos superen los establecidos para la recepción
de ayudas, y aquellas con ganancias más bajas, pero que al mismo
tiempo no puedan asumir los costes de la oferta de venta libre también
serán beneficiarias de este plan. Además, en estos casos
podría considerarse también el número de hijos, la
incapacidad o la discapacidad.
Se prevé
que la gestión de las edificaciones dependa de un acuerdo de colaboración
público-privado y que la construcción no suponga coste alguno
para la propia Comunidad.
Sin embargo,
la iniciativa no contempla que sea la Agencia de Vivienda Social (antiguo
IVIMA) quien gestione dicho suelo público, sino empresas privadas
concesionarias a través de cesiones de 30 años “extensibles”
mediante concesiones público privadas.
La colaboración
público-privada es fundamental para conseguir en la región
una adecuada oferta de vivienda ya que el acceso a la vivienda es una de
las principales preocupaciones de los ciudadanos.
También
se propone la rehabilitación de 30.000 de viviendas a través
de una inversión inicial de 100 millones de euros, un dato que desde
la Consejería de Administración Local y Vivienda de la Comunidad
de Madrid consideran suficiente para una primera valoración de cara
al futuro.
De las más
de tres millones de viviendas registradas en la Comunidad de Madrid, más
de 1,7 millones requieren, o lo necesitarán de manera próxima,
algún tipo de rehabilitación para su habitabilidad y para
su adecuación a la normativa vigente en materia de seguridad y eficiencia
energética.
La finalidad
es mejorar el acceso y luchar contra la falta de oferta de vivienda social
y la burbuja de los alquileres.
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