ANTECEDENTES
25 de noviembre de 2019
NOTICIA
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REFORMA
DE LA LEY DEL SUELO DE CANARIAS
¿Qué
guía práctica soluciona este tipo de casos?
• La guía
práctica inmoley.com de Urbanismo de Canarias.
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prácticas
¿Qué
debe saber un profesional en un caso práctico como el de la noticia?
• La consejería
de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático
y Planificación Territorial del Gobierno de Canarias, ha elaborado
un anteproyecto de la ley del suelo de Canarias que incluye la urgencia
medioambiental y recuperar competencias urbanísticas perdidas con
la actual Ley 4/2017, de 13 de julio, del Suelo y de los Espacios Naturales
Protegidos de Canarias.
• La Ley
4/2017 modificó el proceso de aprobación de los planes generales,
antes dirigido por la Comisión del Territorio y Medio Ambiente de
Canarias (Cotmac), y lo pasó a los ayuntamientos, que también
asumían la responsabilidad de la evaluación ambiental de
los planes.
• Actualmente
hay ayuntamientos con dificultades para realizar la evaluación ambiental
por lo que el anteproyecto recupera competencias a favor de la Administración
autonómica para reforzar su papel en la ordenación del territorio
ante la evidencia de que en este periodo no se han aprobado nuevos planes
y que los ayuntamientos tienen muchas dificultades para sacar adelante
las evaluaciones ambientales.
• Esta
recuperación de competencias urbanísticas choca con los cabildos
y ayuntamientos canarias que no quieren que se vuelva a centralizas en
el gobierno autonómico la tramitación y aprobación
de los planes urbanísticos.
De momento
la Consejería está trabajando en una la nueva ley del cambio
climático que seguramente conllevará una reforma de la ley
del suelo para que los planes urbanísticos tengan que prever una
evaluación en cada municipio de las emisiones de gases de efecto
invernadero en la ordenación urbanística, así como
fijar los suelos urbanos neutros en emisiones. Otro cambio afectará
a las grandes infraestructuras que se han previsto pero no se han ejecutado,
ya que según el nuevo gobierno, la ley del suelo de Canarias (Ley
4/2017) prioriza lo sectorial sobre la ordenación del territorio,
lo que quiebra el urbanismo y la planificación territorial para
permitir infraestructuras. A la ley del Suelo de Canarias se le añadirá
el calificativo de “Ley del Territorio” como término más
amplio que incluye también el mar y el aire y no solo el suelo,
una denominación que figuraba ya desde la primera ley de Ordenación
del Territorio de 1999 y que se mantuvo vigente hasta 2017. Durante los
dos años de vigencia de la ley del suelo de Canarias (Ley 4/2017)
no ha sido aprobado ningún plan general municipal en este tiempo
y los trámites se han ralentizado por problemas de interpretación.
Hay ejemplos como el Plan Insular de Lanzarote, que data de 1991, el plan
general de San Bartolomé de Tirajana, que es el de 1996 o Mogán,
aún con normas subsidiarias, que demuestran que la actual ley sigue
sin resolver los principales problemas. La Comisión de Ordenación
del Territorio y Medio Ambiente de Canarias (Cotmac) desapareció
con la entrada en vigor la ley del suelo de Canarias (Ley 4/2017). Antes
de esta norma, los planes se enviaban directamente al Cotmac y ahora el
pleno municipal es el único que puede enviar un planeamiento a ese
órgano. Con lo cual existe un trámite más porque es
necesario primero tramitar un expediente para el pleno y pedir autorización;
después el órgano ambiental propio emite un informe que hay
que llevar de nuevo a pleno y, cuando pasan los 45 días de exposición
pública, se lleva al pleno de nuevo. Esto supone pasar tres veces
por el pleno, lo que antes se enviaba directamente a la Cotmac.
De momento
la Consejería está trabajando en una la nueva ley del cambio
climático que seguramente conllevará una reforma de la ley
del suelo para que los planes urbanísticos tengan que prever una
evaluación en cada municipio de las emisiones de gases de efecto
invernadero en la ordenación urbanística, así como
fijar los suelos urbanos neutros en emisiones.
Otro cambio
afectará a las grandes infraestructuras que se han previsto pero
no se han ejecutado, ya que según el nuevo gobierno, la ley del
suelo de Canarias (Ley 4/2017) prioriza lo sectorial sobre la ordenación
del territorio, lo que quiebra el urbanismo y la planificación territorial
para permitir infraestructuras. A la ley del Suelo de Canarias se le añadirá
el calificativo de “Ley del Territorio” como término más
amplio que incluye también el mar y el aire y no solo el suelo,
una denominación que figuraba ya desde la primera ley de Ordenación
del Territorio de 1999 y que se mantuvo vigente hasta 2017.
Durante
los dos años de vigencia de la ley del suelo de Canarias (Ley 4/2017)
no ha sido aprobado ningún plan general municipal en este tiempo
y los trámites se han ralentizado por problemas de interpretación.
Hay ejemplos como el Plan Insular de Lanzarote, que data de 1991, el plan
general de San Bartolomé de Tirajana, que es el de 1996 o Mogán,
aún con normas subsidiarias, que demuestran que la actual ley sigue
sin resolver los principales problemas.
La Comisión
de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente de Canarias (Cotmac)
desapareció con la entrada en vigor la ley del suelo de Canarias
(Ley 4/2017). Antes de esta norma, los planes se enviaban directamente
al Cotmac y ahora el pleno municipal es el único que puede enviar
un planeamiento a ese órgano. Con lo cual existe un trámite
más porque es necesario primero tramitar un expediente para el pleno
y pedir autorización; después el órgano ambiental
propio emite un informe que hay que llevar de nuevo a pleno y, cuando pasan
los 45 días de exposición pública, se lleva al pleno
de nuevo. Esto supone pasar tres veces por el pleno, lo que antes se enviaba
directamente a la Cotmac.
El nuevo
gobierno quiere una ley del suelo con menos supuestos y que si hay una
construcción en suelo agrícola tenga que estar vinculada
a esa actividad, ya que podría entenderse que es posible construir
en el campo cualquier centro que desarrolle una actividad “que esté
vinculada a los ingresos del agricultor”, con lo cual se podría
edificar en plena zona rural un colegio privado o un hospital, por ejemplo.
Esto debe matizarse.
Con la
actual ley desapareció la figura de las calificaciones territoriales
y todo lo que se opere en el suelo rústico queda en manos de los
ayuntamientos. Se trata de uno de los puntos donde mayor cantidad de dudas
se produce ya que hay ayuntamientos que no tienen suficiente personal para
hacerle frente.
Pero la
gran crítica de la ley del suelo de Canarias (Ley 4/2017) es la
falta de jerarquización, ya que un plan general de ordenación
urbana puede contradecir el Plan Insular de Ordenación del Territorio
generando inseguridad jurídica.
Otro defecto
es que el ayuntamiento puede desestimar la pretensión de un promotor
por considerarla dañina para la ciudad o que no le conviene, pero
este puede acudir al Gobierno autonómico y amparándose en
las excepcionalidades declararlo de interés general. Del mismo modo,
un gobierno municipal puede considerar que ese proyecto no le interesa
y cambiar de gobierno y entender que sí es de interés general.
Por otro
lado, la ralentización en los planes urbanísticos considera
que también tiene como consecuencia la parálisis en uno de
los principales problemas de Canarias, la vivienda.
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