“El hecho
de que un cambio estructural importante esté afectando al comercio
minorista significa que es mucho más difícil para los inversores
encontrar su posición en el mercado. Los inversores saben que con
la caída de los alquileres, o la reutilización para otros
usos, es probable que el valor de sus activos se tenga que volver a valorar/tasar,
por lo que es difícil tomar decisiones informadas sobre los activos
existentes o las inversiones futuras en este momento. El impacto del brote
de coronavirus en los ingresos operativos aún no está completamente
claro, pero la pandemia sin duda ejercerá más presión
sobre los propietarios minoristas y aún podría actuar como
desencadenante de la reestructuración ", dijo Lisette van Doorn,
CEO de ULI Europa.
El informe
identificó un par de factores desencadenantes que pueden hacer que
el mercado avance y proporcione más evidencia del futuro de las
rentas. La transparencia del mercado cotizado significa que las empresas
públicas están bajo la mayor presión y los primeros
movimientos ya están comenzando a verse.
Un problema
importante, particularmente en el Reino Unido, es que los inversores ya
tienen una exposición significativa al comercio minorista después
de invertir fuertemente en 2013 y 2014. En ese momento, esta fue una jugada
de recuperación prometedora, pero con la aparición de estos
cambios estructurales terminó invirtiendo en un período que
fue el pico cíclico para los centros comerciales secundarios.
El informe
argumenta que para que los centros sean resistentes en el futuro, deben
encontrar niveles de alquiler asequibles y sostenibles para lograr un nuevo
status quo. Se espera que los ganadores en la reestructuración resultante
sean centros comerciales dominantes basados en la experiencia y fuertes
proyectosde vecindario enfocados en compras de conveniencia.
A pesar de
la incertidumbre, muchos propietarios de centros en dificultades han estado
buscando estrategias para revitalizar los centros comerciales existentes
para preservar el valor, así como soluciones de reutilización
más radicales para otros. “No existe una solución universal,
pero existen enfoques efectivos que se deben tomar propiedad por propiedad.
Los propietarios pueden revitalizar lugares más fuertes con alimentos
y bebidas y usos recreativos, o considerar la reutilización de otros
", dijo van Doorn.
Las estrategias
en esta etapa de la reestructuración serán defensivas hasta
que haya una comprensión clara de las soluciones ganadoras. Si bien
los nuevos usos ofrecen la posibilidad de estabilizar los activos con flujos
de ingresos más seguros (pero potencialmente más bajos),
es muy difícil calcular la diferencia de impacto en la valoración
entre no hacer nada y tomar medidas ahora.
La reutilización
también abre oportunidades positivas para sintonizar el espacio
con las necesidades cambiantes de los consumidores, como garantizar que
los lugares tengan un uso más mixto y entrelazar a la comunidad
junto con los usos comerciales para lugares más auténticos.
Puede ayudar a abordar la creciente necesidad de más viviendas (asequibles)
y más espacio logístico.
Este estudio
identifica una necesidad latente de reestructurar la forma en que se desarrolla
el negocio de inversión inmobiliaria comercial, principalmente,
debido al auge del comercio electrónico. Una realidad ya identificada
por la mayoría de los 24 inversores entrevistados (antes del brote
de la pandemia) para este trabajo, pero para la cual no vislumbran una
respuesta inminente, porque la mayoría de los encuestados considera
que todavía es demasiado pronto para llevar a cabo los cambios necesarios.
En el contexto
actual de bajas tasas de interés, estar logrando mantener los niveles
de resultados ha contribuido en gran medida a aliviar la presión
ejercida sobre los propietarios para vender o reestructurar su negocio
y sus activos. Aun así, al mismo tiempo, muchos de estos propietarios
reconocen que cada vez más se encuentran renegociando las rentas.
Teniendo en cuenta este escenario, el estudio de ULI prevé que la
inversión inmobiliaria comercial se mantendrá a la espera.
El estudio
de ULI también identifica un conjunto de otros estímulos
que pueden dar un impulso para dinamizar el mercado. Entre estos, destaca
en primer término el mercado cotizado, cuya alta transparencia,
característica de él, ya ha ejercido una mayor presión
sobre las empresas cotizadas y los primeros movimientos comienzan a surgir.
El hecho es
que, hasta ahora, el resultado operativo ha demostrado ser suficiente para
evitar muchos problemas. El estado actual de aislamiento y la reducción
de la actividad económica y el consumo afectará a los resultados
de los retailers y a los propietarios.
Por lo tanto,
ULI prevé que, tan pronto como la situación se estabilice
y sea menos incierta, es probable que veamos más centros comerciales
entrando en el mercado y un nivel de precios capaz de atraer operadores
con un mayor perfil de riesgo.
El estudio
también explica que, hasta ahora, las nuevas fuentes de capital,
como el capital privado, que buscan capitalizar las oportunidades de esta
evolución han tenido problemas para encontrar puntos de entrada
en el mercado, pero han presionado poco a poco a los propietarios para
que traigan sus activos a precios suficientemente bajos. Pero, uno de los
principales problemas, y el Reino Unido es el ejemplo más obvio,
es que estos inversores de capital privado han estado expuestos durante
mucho tiempo al sector minorista, después de haber invertido mucho
en él entre 2013 y 2014.
Al final, para
que los centros sean resistentes en el futuro, deben ser capaces de encontrar
niveles de ingresos sostenibles y asequibles. Esta será una de las
pruebas del proceso de reestructuración del sector, a partir del
cual los centros comerciales dominantes que están fuertemente enfocados
en ofrecer experiencias al usuario y los centros de proximidad, más
centrados en las tiendas de conveniencia, probablemente ganarán.
Los mayores
problemas surgirán para aquellos que se encuentran en un lugar intermedio,
es decir, complejos que no son lo suficientemente atractivos como para
constituir un destino de compras en sí mismos, pero que también
representan un esfuerzo demasiado alto para atraer a los comerciantes locales,
concluye el estudio.
A pesar de
la incertidumbre que rodea la forma en que evolucionará la industria,
en toda Europa ya se está observando que muchos de los propietarios
de centros en dificultades están buscando estrategias para revitalizar
y preservar el valor de los activos que tienen en cartera o, en algunos
casos, se ven soluciones más radicales que incluso pasan por la
conversión de la propiedad. “No existe una solución universal,
sino enfoques diferentes y efectivos que deben considerarse y llevarse
a cabo caso a caso. Los propietarios pueden revitalizar activos en ubicaciones
más sólidas mediante la introducción de nuevos usos
para restauración u ocio, o considerar la posibilidad de reposicionar
y dar otro uso al activo", concluyó Lisette van Doorn.
En opinión
de estos especialistas, en esta etapa de la reestructuración, las
estrategias serán netamente defensivas hasta que se vea más
claro cuáles serán las soluciones ganadoras. Por lo tanto,
en opinión de ULI, los nuevos usos ofrecen la posibilidad de estabilizar
algo los activos, con alquileres más seguros, pero es muy difícil
calcular la diferencia y el impacto en el valor real del activo entre no
hacer nada o actuar ahora.
Reposicionar
los activos también abre un abanico de oportunidades para dar un
uso distinto al espacio, de acuerdo con las necesidades cambiantes de los
consumidores, como por ejemplo, los espacios de uso mixto que conectan
la comunidad y los usos comerciales para crear destinos más auténticos.
También puede contribuir a la creciente necesidad de viviendas más
asequibles y a la creación de más espacio logístico.
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