Por otra parte,
la contratación de superficie de oficinas en la capital catalana
se ha visto afectada un trimestre más por la escasez de producto
de calidad vacante, un aspecto que viene caracterizando al mercado barcelonés
de oficinas en los últimos años, y coyunturalmente, por el
impacto de la propagación del Covid-19 durante el mes de marzo.
En concreto,
se situó en 44.000 m² durante los tres primeros meses del año,
lo que supone un descenso del 68% respecto al primer trimestre del año
pasado, si bien hay que tener en cuenta que fue excepcional por el gran
número de prealquileres registrados y que supuso la segunda mejor
cifra trimestral para el mercado barcelonés en casi veinte años.
Si comparamos con la media de los primeros trimestres de los últimos
seis años la superficie contratada durante el primer trimestre se
sitúa un 48% por debajo.
“Marzo suele
ser el mes de mayor contratación del primer trimestre históricamente,
ya que muchas operaciones se cierran antes de Semana Santa. Este año,
a causa de la crisis sanitaria generada por la propagación del Coronavirus,
en algunos casos los contratos se firmarán cuando se pasen las semanas
de cuarentena mientras que en otros casos las decisiones de contratación
de espacio se han aplazado hasta que haya más visibilidad sobre
las consecuencias en el ámbito económico y empresarial”,
añade Lindy Garber, directora de Advisory, Transaction Services
& Investor Leasing de CBRE Barcelona.
Entre las operaciones
de contratación más representativas cerradas en este primer
trimestre se encuentran el alquiler de 3.000m² por parte de ISS Facility
en el edificio Siemens de Cornellà de Llobregat; los 2.400m²
en Torre BCN alquilados por parte de Banc Sabadell y el alquiler de 1.300m2
por parte de UST Global España en Torre Telefónica.
Asimismo, en
el mercado barcelonés de oficinas en este primer trimestre ha destacado
el crecimiento en la contratación de espacios flexibles como alternativa
de las grandes organizaciones ante la falta de producto en el mercado tradicional.
“El nivel de desocupación en el mercado barcelonés sigue
siendo cercano a cero y la calidad de los espacios y la flexibilidad que
ofrecen este tipo de operadores son a día de hoy una alternativa
muy atractiva para las empresas”, explica Garber.
Durante el
último trimestre las rentas se han mantenido estables en los niveles
máximos alrededor de los 28,00€ con los que cerró el
ejercicio anterior. El crecimiento interanual se sitúa de esta manera
en el 6,7% y acumula un 58% de crecimiento desde que en 2014 se alcanzara
el mínimo del anterior ciclo. Este crecimiento está conducido
principalmente por la escasez de producto disponible y la elevada demanda
por la que viene caracterizándose el mercado barcelonés en
los últimos años.
Actualmente
hay casi 360.000 m² de oficinas disponibles en Barcelona, unos 4.000
metros cuadrados más que a cierre del trimestre anterior, lo que
ha llevado la tasa de disponibilidad a aumentar ligeramente hasta el 6,2%
desde el 6,1% a cierre de 2019. De todos modos, de esta superficie disponible
apenas hay metros cuadrados en activos triple A.
“La oferta
disponible debería aumentar con los 260.000m2 en construcción
o rehabilitación en el mercado barcelonés y otros 400.000m²
pendientes de empezar las obras, aunque es de esperar que varios de estos
proyectos sufran retrasos respecto al plazo original como consecuencia
del parón actual”, concluye Garber.
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