En concreto,
el dato para enero-marzo representa una bajada del 34% respecto a la cifra
alcanzada en el mismo periodo del 2019. No obstante, en aquel trimestre
de hace un año se contabilizó el alquiler por parte de ING
de casi 35.000 m2, una de las tres operaciones de mayor tamaño de
los últimos seis años. Si se compara con la media de los
primeros trimestres desde que se inició la recuperación,
en 2014, la contratación en el primer trimestre de este año
en la capital ha bajado un 18%.
DESCENSOS GENERALIZADOS
EN CAPITALES EUROPEAS
Debido al impacto
del Covid-19, y al igual que en Madrid, la actividad en la mayor parte
de las principales ciudades europeas ha registrado descensos significativos.
Respecto al primer trimestre de 2019 y con cifras aún provisionales,
en Londres el descenso de la contratación ha sido del 20%, en Berlín
un 38%, en París un 37%, en Estocolmo un 54% y en Milán de
un 30%.
En Madrid,
la tasa de desocupación volvió a descender durante el primer
trimestre del año, situándose en un 8,7% del total, frente
al 9,2% en que se situaba en el mismo periodo del año 2019.
ESCASEZ DE
OPERACIONES DE GRAN TAMAÑO
Durante este
trimestre no se han firmado operaciones de gran tamaño, no superando
ninguna de ellas los 10.000 m2. La mayor ha sido la ampliación por
parte de BBVA en el P.E. Las Tablas, donde ha contratado un total de 9.135
m2, operación asesorada por CBRE. También destacan, por encima
de los 6.000 m2, otras dos operaciones: el arrendamiento por parte de Vocento
en Josefa Valcárcel (8.700 m2) y la ocupación de un edificio
de su propiedad por parte de Sareb (6.000m2) en Costa Brava.
La contratación
por parte de los operadores de espacios flex entre enero y marzo ha sido
de 5.800 m2, una cifra contenida en relación a los 65.000 m2 alquilados
en todo el 2019.
“Una preocupación
es que la recesión será perjudicial para los operadores flexibles
/ de servicios, ya que es un compromiso fácil de reducir y mientras
se mantenga el consejo de ‘trabajar en casa’ no tiene ventajas obvias para
los grandes usuarios. A largo plazo, sin embargo, vemos un aumento de la
prima por la flexibilidad, independientemente del proveedor”, indica Mittelbrum,
que añade que “por lo general, esperamos un menor impacto en los
niveles de arrendamiento en el sector de oficinas que en otros sectores
del mercado inmobiliario comercial (en particular, retail y hostelería),
si bien la rapidez del esperado repunte de la actividad será clave
en este sentido”.
APLAZAMIENTO
DE LAS DECISIONES
De acuerdo
al análisis de datos propios de CBRE, la mitad de las empresas que
habían iniciado un proceso de búsqueda de espacio en alquiler
antes de la propagación de la pandemia en España, se mantenían
activas a fecha 31 de marzo, y la mayor parte de las negociaciones en fase
avanzada continuaron su proceso. El resto se han retrasado, pero apenas
se habían registrado cancelaciones. “Retrasos y aplazamientos afectarán
claramente a la actividad de arrendamiento más adelante en el año,
pero en una intensidad que aún es pronto para evaluar”, concluye
Lola Martínez Brioso
En cuanto a
la oferta futura, actualmente se contabilizan más de 420.000 m2
en construcción en Madrid, cuya entrega se realizaría de
forma escalonada entre 2020 y 2022. De este total, el 34% se encuentra
ya comprometido.
Según
CBRE, es probable que la actividad en el ámbito de la oferta pueda
sufrir algún ajuste y que algunos proyectos que aún no han
comenzado no lo hagan hasta que los promotores tengan más claridad
sobre la situación. Por otra parte, los proyectos en marcha pueden
verse perjudicados por la interrupción de las cadenas de suministro
de materiales de construcción y/o las dificultades prácticas
para su ejecución. Ello menoscabará la capacidad de los promotores
para entregar los planes y el equipamiento a tiempo, y puede amortiguar
el impacto de la disminución de la demanda sobre los alquileres.
En el caso concreto de Madrid actualmente se contabilizan 125.000 m2 en
construcción cuya entrega está prevista a lo largo del 2020.
La renta prime
se mantiene respecto al trimestre pasado, situándose en 36,25 €/m²/mes.
La falta de oferta de calidad, de apenas 38.000 m2 en edificios Clase A
en el CBD, permite anticipar que previsiblemente las rentas se mantendrán
estables al menos en el corto plazo para esta clase de espacios.
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