En la situación
excepcional que se está viviendo en todo el mundo provocada por
la pandemia de COVID-19 sigue existiendo gran liquidez en el mercado, con
inversores a la espera de las primeras cifras de contratación en
alquiler después de esta época de parón para así
tomar nuevas decisiones. Lógicamente, la mayoría de los inversores
están pendientes de la duración del estado de alarma, un
factor que condicionará en mayor o menor medida el volumen de inversión
esperado para este 2020.
Pedro Luengo,
Offices Capital Markets Manager en Knight Frank, señala: “En el
mercado de inversión vemos un momento bueno para los fondos Core
que buscan inmuebles en buenas ubicaciones y contratos de alquiler seguros,
pero consideramos que los inversores de Valor Añadido pueden tardar
más en volver al mercado de inversión, a la espera de un
trimestre o dos en lo que respecta las cifras de absorción en alquiler.
No obstante, el sector de las oficinas seguirá siendo un activo
muy defensivo debido en buena parte a la falta de oferta en alquiler de
edificios de calidad en zonas consolidadas y una demanda en alquiler muy
saludable hasta la implementación del estado de alarma. Hay que
tener en cuenta también que en estos momentos hay muchas operaciones
en stand by que deben producirse en los próximos meses y una importante
cantidad de capital esperando para ser invertido. El mercado de las oficinas
sigue ofreciendo rentabilidades que son muy difíciles de obtener
en inversiones no-inmobiliarias”.
Por otro lado,
en el mercado de oficinas de Madrid, según los parámetros
más recientes analizados por la consultora inmobiliaria, y a falta
de datos definitivos, se estima que el primer trimestre del año
se cerrará con un descenso de hasta el 45% en la absorción
bruta, situándose en el entorno de los 95.000 m². Aunque se
trata de un valor similar al del mismo periodo de 2016 y 2017, supone el
registro más bajo de los últimos cinco años, y un
25% menos que la media apuntada en dicho lustro.
Y es que en
los meses de enero y febrero las contrataciones ya fueron algo inferiores
a las de otros ejercicios, debido sobre todo a la escasez de producto atractivo
y a la aproximación de las rentas a máximos. A esto se añadió
en el mes de marzo la crisis sanitaria de la COVID-19, que ha provocado
que varias de las operaciones que estaban pendientes de cierre se pospusieran
hasta el próximo trimestre.
Como explica
Raúl Vicente, Director de Agencia Oficinas de Knight Frank, “el
mercado de oficinas es uno de los que mejor refleja la situación
económica de las empresas y está claro que nos vamos a enfrentar
a situaciones complicadas que apuntan a que dejemos de disfrutar del estupendo
momento que vivíamos en nuestro mercado. Sin embargo, no debemos
olvidar que la mayoría de los movimientos de las empresas están
motivados por la búsqueda de mejores espacios, más flexibles
y mejor comunicados y dotados de servicios y esto ahora va a ser incluso
más relevante, ya que todavía son muchas las compañías
que necesitan esta transformación para adaptarse a los nuevos requerimientos
de nuestro tiempo. Además, se incluirá una nueva premisa
que parecía algo menos prioritaria: la reducción de costes”.
Con la mirada
puesta en pasado mañana, hay que tener presentes los cambios de
tipo socio-económicos que esta crisis va a introducir y que marcarán
la forma en que nos relacionamos y trabajamos, y, por lo tanto, incidirá
especialmente en el mercado de oficinas. Por ejemplo, el aprendizaje de
las últimas semanas en lo que se refiere al teletrabajo tendrá
una especial incidencia en los próximos meses como fórmula
complementaria a la oficina. Otro factor determinante será las posibles
medidas de distanciamiento social que se tomen a futuro, que podrían
hacer necesario un aumento de los m² por empleado.
También
cobrarán protagonismo las oficinas flexibles y de coworking: ya
antes de la irrupción de la COVID-19, una encuesta realizada a altos
directivos de 120 empresas globales en el informe de tendencias (Y) OUR
SPACE de Knight Frank arrojaba que el 44% de los participantes consideraba
que este tipo de espacios flexibles supondrían la quinta parte de
sus oficinas en los próximos tres años, y hasta la mitad
para un 16% de los entrevistados. Ahora, con el nuevo escenario, es de
prever que esta tendencia vaya al alza.
|