Algunas compañías
chinas ya están planeando estos cambios en el mundo posterior a
la crisis. Por ejemplo, el negocio chino de un fabricante mundial de dulces
aceleró sus esfuerzos de transformación digital. La compañía
canceló las campañas tradicionales para el Día de
San Valentín y otras actividades promocionales, reinvirtiendo recursos
en cambio en marketing digital para aprovechar los nuevos comportamientos
de los consumidores durante el brote epidémico.
La oportunidad
de modernizar bienes inmuebles no es nueva. De hecho, ha habido tres oleadas
de PropTech desde la década de 1980.
Después
de la introducción de la informática personal en los años
80, las inmobiliarias comenzaron a adoptar tecnología para impulsar
enfoques más cuantitativos para la inversión y la gestión
de carteras inmobiliarias.
Tras el auge
de las puntocom en el 2000, la era de Internet marcó el comienzo
de un nuevo período de confianza del consumidor en las transacciones
en internet.
Al comienzo
de PropTech 1.0, era difícil encontrar información de bienes
inmuebles en internet y era casi imposible comprar o alquilar una casa
en internet. Con el tiempo, sin embargo, la aparición de grandes
agregadores en internet en las redes sociales y el comercio electrónico
aclimataron a los consumidores a las transacciones en internet de tal manera
que modelos similares comenzaron a tomar forma en el sector inmobiliario.
Habían llegado los portales inmobiliarios.
Y en los últimos
años se han generado nuevos negocios inmobiliarios como el coworking
(WeWork) o el alquiler por internet de viviendas turísticas (Airbnb).
Estas empresas
aprovecharon la economía compartida y empezaron con la era PropTech
2.0 en la que buscaron mejorar la experiencia del usuario de alquilar,
comprar, vender y construir inmuebles.
El nuevo Proptech
está entrando en la construcción porque la contratación
de profesiones tiene muchas ineficiencias. Un solo proyecto de construcción
puede involucrar a arquitectos, contratistas generales, subcontratistas,
etc.
Será
responsabilidad de la próxima ola de compañías de
PropTech enfocarse en los problemas endémicos en cada punto de la
cadena de valor de la construcción.
Por ejemplo,
Built proporciona software para digitalizar el proceso de gestión
de préstamos. Simplifica los flujos de trabajo manuales, ineficientes
y opacos involucrados en el servicio de préstamos de construcción
al poner el proceso en internet. Los prestamistas que usan Built pueden
importar su cartera de datos de proyectos de construcción en la
plataforma, colaborar con los constructores e inspectores durante el transcurso
del proyecto. Como resultado, los prestamistas pueden administrar de manera
más productiva un mayor volumen de préstamos y obtener visibilidad
de toda su cartera.
Del mismo modo,
Qualia simplifica el proceso de cierre al reunir a agentes inmobiliarios,
prestamistas y compradores y vendedores de viviendas para crear un único
sistema de registro. Esta herramienta de comunicación y flujo de
trabajo abre nuevas formas de mejorar la experiencia del usuario en el
proceso de cierre, que es uno de los puntos críticos más
agudos de la industria. Estas son solo algunas de las ideas potencialmente
transformadoras que han surgido en esta nueva era del PropTech inmobiliario.
Esta gran crisis
sanitaria traerá muchos cambios de consumo específicos del
sector inmobiliario. Las inmobiliarias deben anticiparse a estos cambios
y ofrecer un producto más tecnológico, más barato,
más eficiente y sobre todo más accesible. No hay que perder
tiempo en lamentarse por la crisis, hay que anticiparse con un plan estratégico.
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