David Lucas,
secretario general de Agenda Urbana y Vivienda, anunció la pronta
aprobación de una “ley de acceso a la vivienda” para que se haga
realidad ese “derecho contemplado en la Constitución”, así
como una “ley de arquitectura”. En este sentido, Parrón aclaró
que el plan estatal estará “dividido” en un programa de “acceso
a la vivienda y otro específico de rehabilitación”. “La vivienda
es una cuestión fundamental para el futuro de nuestra sociedad”,
dijo Lucas, “pero existen elementos de distorsión, como el mercado
del alquiler”, que condicionan el sector. El político recordó
que “tenemos un problema de oferta de vivienda pública, ya que nuestro
parque es uno de los más exiguos de Europa, con apenas un 2,5%,
y para aliviar el problema del alquiler es necesario aumentar el número
de viviendas públicas”.
Sobre este
punto, Lucas comentó que “el ministro [José Luis Ábalos]
ha anunciado que vamos a tener un sistema de precios de referencia, que
nos va permitir conocer la evolución de los precios de alquiler
de los últimos años, así como las áreas más
tensionadas. Queremos definir cuáles son estas áreas, su
temporalidad, así como su estructuración y limitaciones.
Soy consciente de que no es la solución definitiva, pero tenemos
que tomar medidas porque hay jóvenes y familias que dedican más
del 50% de sus rentas al alquiler. Es necesario corregir los desequilibrios
mientras aumentamos la oferta de vivienda pública”.
Lucas adelantó
también otra iniciativa ministerial: “El plan 20.000, para impulsar
este número de vivienda públicas en régimen de alquiler
a precios accesibles en las zonas más tensionadas del país.
Sabemos que no son demasiadas, pero es el inicio de un proyecto, en coordinación
con comunidades autónomas y ayuntamientos, para disponer de más
suelo y, en el futuro, aumentar el número de vivienda pública”.
A su juicio, “la colaboración público-privada es fundamental
para solventar entre todos el problema de la vivienda”, así como
una “interlocución” permanente entre todos los actores implicados,
y una adecuada “financiación”. “Se han ido corrigiendo algunos desajustes
y vamos a actuar en esa línea, y en relacionarnos con la agenda
urbana y con la agenda 2030, que tienen una gran importancia para el Gobierno
para resolver los problemas estructurales de nuestras ciudades, y mejorar
la calidad de vida y hacer efectiva la lucha contra la pobreza”, concluyó
Parrón.
Beatriz Corredor,
presidenta de Red Eléctrica y ex ministra de Vivienda, sostuvo que
la crisis ha supuesto un “cambio radical” en todos los modelos de vida,
y vaticinó: “Ya no vamos a tener una generación de jóvenes
que trabaje para afrontar una hipoteca, si no que van a necesitar una renta
mínima para sobrevivir”. Corredor afirmó que “nos estamos
olvidando que esta crisis supone un cambio disruptivo, condicionado por
la tecnología, lo sostenible, la globalización y todas las
novedades que han entrado en el panorama social en un periodo de tiempo
muy breve, y el sector inmobiliario no lo está entendiendo bien”.
Según
la ex ministra, “el patrimonio de la ciudad está totalmente abandonado,
y en los próximos 25 años las ciudades van a cambiar más
que en los últimos 200, y si no tomamos medidas sobre movilidad,
gestión, nuevas tecnologías y digitalización, vamos
a tener una sociedad invivible, y lo pagarán las generaciones futuras”.
“El fraude
de la vivienda protegida ha sido tremendo, con gran falta de control por
parte de las comunidades autónomas, y tengo la sensación
de que no se ha aprendido la lección. Es urgente mejorar la seguridad
jurídica en lo que se refiere a arrendamientos urbanos. También
es necesario un sector patrimonialista comprometido, préstamos y
financiación privada, así como y sociedades sin ánimo
de lucro para la gestión de vivienda social”, dijo Corredor.
Corredor ha
pedido un cambio de paradigma radical al sector para que apueste por liderar
el cambio que afronta la sociedad. Cambios en el modelo de ciudad, cambios
en el estilo de vida de las personas, mayor accesibilidad y cambios tecnológicos,
sin olvidar los problemas derivados del cambio climático. “Si no
se implementa una política de vivienda social masiva, en 25 años
tendremos una sociedad excluida, dramática y en la ley de la selva,
con millones de personas excluidas y una elevada población marginada”.
“Cada vez más
gente, sobre todo los menores de 30 años, no puede acceder a una
vivienda digna, solo por sus medios. Los padres, y abuelos jubilados han
sido la red social que ha reducido los efectos de la crisis, que no hayan
ido a más”.
El sector financiero
y promotor debe cambiar las formas de financiación y apostar por
créditos verdes y nuevos créditos enfocados en la rehabilitación
de edificios. Nuevas formas de financiación para que las comunidades
de vecinos, con cada hogar con un salario diferente, pueda asumir la mejora
total y efectiva de su vivienda.
“Los préstamos
actuales necesitan nuevas modelos de préstamos adaptados a lo tipos
de demanda de convivencia que existe como préstamos verdes, pero
no saben cómo instrumentalizarlo y garantizar los créditos.
El sector tiene que innovar en lo que no está inventado, en eficiencia
energética, etc”.
Diego López
Garrido, vicepresidente ejecutivo de la Fundación Alternativas,
aclaró que el derecho a una vivienda digna está “recogido”
en la Constitución. Sin embargo, especialmente los jóvenes
tienen serias “dificultades” para acceder, ya que los alquileres son muy
elevados. “En Cataluña ya están tomando medidas para paliar
el problema, mientras que en Madrid aún no todavía hay decisiones
en este sentido”. Garrido recordó asimismo que la Agenda 2030 contempla
la “vivienda y las ciudades sostenibles” como uno de sus ejes fundamentales,
enfocado a “reducir la desigualdad”.
Lluís
Comerón Graupera, presidente del Consejo Superior de los Colegios
de Arquitectos de España: “La Agenda 2030 es un magnifico instrumento
para alinear estrategias en beneficio colectivo, pero todos somos conscientes
de que tenemos que tener una visión más ambiciosa. El problema
está en los precios, es la gran barrera que acucia a los españoles,
y es un síntoma, no es la enfermedad. Los precios afectan a la calidad
de vida y a los proyectos vitales de los ciudadanos. Existen acciones inmediatas
de corrección de síntomas, pero lo importantes es que las
medidas sean a largo plazo para no estar siempre corrigiendo el problema”.
También
participaron Ángel Bergés Lobera, vicepresidente de AFI y
representante de España en la European Banking Authority; Carolina
Roca Castillo, directora general en el Grupo Inmobiliario Roca y vicepresidenta
de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid; Julio Rodríguez
López, doctor en Ciencias Económicas, estadístico
facultativo y miembro de Economistas Frente a la Crisis; José Luis
Alfaro González, coordinador del Área de Ciudad Sostenible
de Rivas Vaciamadrid; Óscar Arce, director general de Economía
y Estadística del Banco de España; Jordi Bosch Meda, doctor
en Arquitectura y colaborador docente de la UPC y de la UPF; y Mario José
Yoldi Domínguez, director de Planificación y Procesos Operativos
de Vivienda del País Vasco. La moderación corrió a
cargo de Ángela Baldellou Plaza, coordinadora general del Observatorio
2030 del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España.
“El problema
es el precio, la gran barrera de acceso a la vivienda. La querencia en
el país es hacia la propiedad, pero las dificultades para acceder
a la financiación empujan, sobre todo a los jóvenes, hacia
el mercado del alquiler. Lo que ha supuesto un desequilibrio entre la demanda
y la oferta de alquiler”, según Ángel Bergés, vicepresidente
de AFI y representante de España en la European Banking Authority.
“Y todo esto pese a que la vivienda en alquiler se ha duplicado en pocos
años, de un millón a más de tres millones de casas
en alquiler, y el peso de las viviendas de alquiler ha pasado del 11% a
casi el 18% del parque estatal”.
El experto
pone sus peros al control de los precios del alquiler. “Cuidado con controlar
los precios, porque el mercado está dominado por los propietarios
individuales, no por una mayoría de empresas, como en Alemania.
El 80% de los activos de las familias son inmobiliarios, y más del
95% de las familias donde vive un jubilado tienen una vivienda, incluso
una segunda vivienda. Las políticas laxas de tipos de interés
que se han aplicado en los últimos años han inflado los precios
de la vivienda, sobre todo del alquiler”, ha concretado.
Con un incremento
de los precios del 32% entre 2014 y 2019, una subida de los alquileres
del 42%, mientras la subida de los salarios en este periodo ha sido entre
el 5%-6%, la tasa de esfuerzo para las familias es enorme, sobre todo para
los arrendatarios.
“El principal
responsable del auge de los precios del alquiler en España ha sido
la disolución progresiva de las antiguas Viviendas de Protección
Oficial (VPO) y su escasa reposición”, ha afirmado Julio Rodríguez,
doctor en Ciencias Económicas, estadístico facultativo y
miembro de Economistas Frente a la Crisis. “No es normal que no exista
un parque público de alquiler”
Rodríguez
ha destacado que desde hace 60 años se ha levantado en España
más de siete millones de viviendas con algún régimen
de protección, y que por la falta de control de las administraciones
mucha gente ha vendido estas casas protegidas a precio de mercado, después
de adquirirlas a precios más bajos, y vendiéndolas a personas
que no necesitaban este tipo de viviendas protegida.
“La descentralización
ha llegado demasiado lejos. Con la vivienda VPO, la clase media pudo acceder
a una propiedad. Pero ahora, esa clase media se ha quedado fuera, que casi
no puede acceder ni al mercado del alquiler que no sea protegido, asequible
o social”, añade el experto
Para Carolina
Roca, directora general en el Grupo Inmobiliario Roca y vicepresidenta
de Asprima ese "mantra de intervenir el mercado libre ante la falta de
vivienda no es lo lógico. Se puede intervenir el precio del mercado
protegido. El problema pasa porque la política de vivienda pública
ha desaparecido en los últimos años. Hasta el estallido de
la crisis se cumplía el objetivo de levantar 75.000 VPO al año,
dedicada en su mayoría a la propiedad, pero eso ha desaparecido
y ha provocado la falta de vivienda social, y de acceso a muchas personas”.
Roca ha tratado
de enfatizar que el 85% de la vivienda social la ha promovido lo privado,
y que actualmente hay que mejorar que capacidad de gestión de las
administraciones, y acabar con su encorsetamiento para ofrecer nuevos modelos
de colaboración público-privados mirando hacia el alquiler.
“Las políticas
de vivienda no tienen financiación pública, es muy escasa.
Pero si el promotor privado no consigue rentabilidad, no va a entrar en
hacer vivienda pública de alquiler, si no viene un fondo que le
compra las casas que va a levantar para que ellos gestionen los pisos de
alquiler”, ha puesto de ejemplo la experta, que ha pedido agilidad a las
administraciones para cambiar las tipologías de vivienda que se
levanten para alquiler, diferente al de la propiedad.
INFORMACIÓN
ADICIONAL
En otra jornada
del sector, el director general de Vivienda y Suelo del Ministerio de Transportes,
Movilidad y Agenda Urbana, Francisco Javier Martín Ramiro ha comentado
la limitación de rentas de alquiler y ha reconocido que no se trata
de la medida ideal y que, además, puede generar desequilibrios.
Ramiro ha reconocido
que limitar los precios es “un fracaso de la Administración” y “no
es la única solución ni la ideal”. Durante su intervención
en el encuentro informativo “Las cooperativas como elemento dinamizador
del acceso a la vivienda”, organizado por “Lamadredelascooperativas” (Lacoop),
en colaboración con Europa Press, el director general de Vivienda
ha asegurado que hay que dar herramientas para que las administraciones
competentes “sean capaces de utilizarlas en la medida en que consideren”,
algo que cree que es responsabilidad de estas administraciones.
En un intento
de tranquilizar al sector inmobiliario, que se ha mostrado claramente en
contra de cualquier regulación, también ha afirmado que en
los modelos de regulación de precios lo que se tiene es una referencia
a un precio de mercado y ha asegurado que los agentes que quieran entrar
en el mercado y tener un beneficio sostenido en el tiempo “no van a encontrar
ninguna pega en este modelo”.
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