La venta de una empresa o negocio es un proceso
complejo y repleto de obstáculos, tanto para el comprador como para
el vendedor. Para los que piensen que basta con anunciar la venta, coger
el dinero y olvidarse, que sepan que es todo lo contrario. Y que cualquier
paso en falso que den, ya sea al comprar o al vender, conlleva muchas responsabilidades
a las que hay que hacer frente ante los tribunales.
La venta de una empresa o negocio es un proceso
de planificación, asesoramiento de todo tipo (mercantil, fiscal,
laboral, inmobiliario, etc.) y además lo más importante:
horas de negociación.
El proceso de venta de una empresa o negocio es
lento porque el vendedor quiere obtener el mayor precio y no responder
de las contingencias y el comprador quiere justo lo contrario, pagar poco
y que si hay alguna contingencia (que siempre las hay) que cargue con ellas
el vendedor.
En cuanto a la duración (timing) del proceso
de venta de una empresa o negocio, es difícil estimarla, depende
mucho del tipo de compradores o vendedores, de las limitaciones que tengan
para tomar decisiones, del proceso de venta que se pacte (exclusividad,
oferta pública, subasta, due diligence data room, etc.). En algunos
casos se supera el año de negociación.
Para evitar esta incertidumbre, suele ser habitual
que comprador y vendedor acuerden el plazo (timing), de manera que su incumplimiento
conlleve la cancelación de la transacción y la liberación
de cualquier compromiso u obligación contraídos anteriormente.
Es muy importante ajustarse al tipo de comprador,
que puede tratarse de inversores corporativos (empresas o grupos de empresas)
e inversores financieros (fondos de capital riesgo o private equities).
Hay que preguntarse ¿para qué quiere
comprar mi empresa? Si es para crecer el precio lo fijará el coste
de un crecimiento similar sin necesidad de comprarla. En estos casos la
cartera de clientes es esencial. En otros casos lo que se quiere es pasar
la empresa a otro comprador y quedarse con una plusvalía. En estos
casos el tiempo es determinante para el comprador porque suelen ser operaciones
a corto plazo.
Cualquier anomalía que se detecte afectará
al precio a la baja y lo mismo sucederá si el vendedor quiere limitar
las garantías e indemnizaciones.
De estas cuestiones se trata desde una perspectiva
práctica y profesional en la guía de venta de empresas y
negocios. |