En China,
se utilizaron drones equipados con altavoces y cámaras para comunicarse
con los residentes sobre las normas y las precauciones exigidas por el
gobierno. El gobierno chino incluso utilizó tecnología de
reconocimiento facial para realizar un seguimiento de los infractores de
cuarentena y emitir advertencias.
Si bien muchas
de esas tácticas podrían no usarse en países con protección
de datos, se pueden implementar tácticas menos invasivas. La tecnología
analítica, por ejemplo, puede ayudar a través de asociaciones
con las empresas centradas en la salud o las empresas de mapeo. El mapeo
fue particularmente útil para combatir el Ébola y puede ser
beneficioso para los funcionarios de salud al clasificar un brote.
REPLANTEARSE
LA INVERSIÓN TECNOLÓGICA EN TIEMPOS DE COVID-19
La firma ABI
Research ha elaborado un libro blanco en el que analiza la situación
actual en el sector tecnológico, los posibles efectos a corto y
largo plazo del COVID-19 y recomendaciones para afrontar la situación.
De acuerdo
a este documento, la pandemia tendrá importantes efectos tanto en
las propias compañías tecnológicas como en las que
están invirtiendo en tecnología para mejorar sus operaciones
y, por extensión, en la clientela de estas organizaciones.
Entre los fenómenos
que la consultora avanza que se verán en los próximos tiempos
está una tendencia generalizada hacia la fabricación lights-out
(fábricas a oscuras). Este tipo de producción apuesta por
instalaciones completamente automatizadas, en las que no se necesita plantilla
humana: esto es, plantas que trabajan con las luces apagadas, como indica
su nombre en inglés.
En esta misma
línea de tendencia a la automatización, la firma de análisis
prevé que los vehículos autónomos recibirán
un nuevo impulso como consecuencia de la situación actual. Estos
medios tendrán especial repercusión en tareas como el transporte
de mercancías. Se verá, además, una cadena de suministro
más integrada, diversa y coordinada.
El IoT saldrá
también previsiblemente reforzado, especialmente en su integración
en las localidades. Se anticipa un impulso a la inversión en las
smart cities, una vía por la que las autoridades y las organizaciones
intentarán "apoyar la resiliencia comunitaria"; esto es, mejorar
la cobertura que se da a la ciudadanía para reforzarla.
Desde ABI destacan
también la corriente de adopción de espacios de trabajo y
prácticas virtuales, uno de los aspectos relacionados con la tecnología
que desde el primer momento ha tomado especial relevancia. El empleo del
teletrabajo y de herramientas de educación a distancia está
ya ganando en popularidad en la actual situación de confinamiento.
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