La prudencia
de las constructoras con una oferta técnica bien desarrollada, un
historial serio de obras, la calidad de sus equipos de preconstrucción,
construcción y post-construcción, su nivel de tecnificación
e industrialización, así como su colaboración estable
con sus proveedores serán fundamentales en la estabilidad del sector.
A partir de
ahora vamos a ver mucha precaución en las licitaciones de obras.
Sin un contrato colaborativo detrás con los principales proveedores
y subcontratistas de la obra, ningún constructor se va a tirar la
piscina.
Los primeros
en exigir esos contratos colaborativos van a ser los clientes, porque no
se va a financiar ninguna obra sin un plan de contingencias completo, y
que mayor seguridad para un banco que presentar a constructoras que van
de la mano de sus proveedores y subcontratistas.
Los modelos
colaborativos entre promotores, arquitectos y constructoras, trabajando
mano a mano desde el principio con modelos IPD son la mejor solución
contractual. Esto es un único contrato multiparte en el que se comparten
riesgos y beneficios en función del resultado.
Esta fuerza
colaborativa que deben aportar los contratistas mediante modelos IPD serán
el principal reto del sector ante el futuro.
Gracias a los
procesos colaborativos con contratos IPD multiparte, se modernizará
y profesionalizará el sector de la construcción.
Y sin lugar
a dudas se invertirá en inversión pública y se aprobarán
muchos planes urbanísticos como receta a la creación de empleo
en casos de crisis.
Si quiere estar
preparado empiece a pensar en un contrato IPD.
Muchas respuestas
las encontrará en la guía práctica de Contratos IPD
de entrega de obra sistemas integrados de ejecución de proyectos
(integrated project delivery (IPD)). Contratos colaborativos de la construcción
IPD.
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